Especial 3 (La historia de Seonho)

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Algo inesperado

-Después de todo no eres tan estúpido como pensaba- dice Honran e intento mirarlo a los ojos, no lo hago. Él guarda todas sus cosas y veo con satisfacción la hora, nos ha tomado menos tiempo del que pensábamos y conseguimos arreglárnoslas para tener todo listo.

«Estúpido»

Cuando era pequeño esa palabra resultaba ser suficiente para explotar sin poder controlarlo. Me le iba encima y lo golpeaba, siempre fui más fuerte, pero no por eso dejaban de dolerme los puñetazos o las patadas que me devolvía.

Me rio al recordar a mi yo pequeño, solía gritar «Estúpido es una mala palabra».

-¿De qué te ríes? ¿Qué es tan gracioso?

-Siempre te has sentido importante por usar esa palabra.

-Cierra la boca.

-¿Quieres algo para merendar? Se nos fue el tiempo con esto y no te ofrecí nada. Debes tener hambre.

-Lo único que quiero en este momento es irme de aquí- no tiene posibilidades de mejora Honran es tan odioso que nunca baja la guardia. Actúa como ese niño de siete años que nos hacía burla con cualquier pretexto. O que se aparecía en el recreo rodeado de sus amiguitos para criticarnos y no perder la oportunidad de ser celebrado por los demás que lo apoyaban.

Siento la vibración de mi teléfono. Es Hieri.

No debería contestar para mantener intacto mi orgullo, pero una parte dentro de mí sabe muy bien que no podré seguir evitándola para toda la vida.

-¿Qué? - pregunto con fastidio y escucho su respiración agitada.

-Tus papás me dijeron que no te llamara, que te lo dirían al volver a casa, pero no puedo. Tienes derecho a saber.

Se le destroza la voz, empieza a llorar. Hace que mi ansiedad aparezca y se esparza por todo mi cuerpo, no tengo idea de qué rayos es lo que quiere decir.

-Hieri ¿Qué pasa?

-Es Johyuk...- traga duro y solloza desconsolada.

Desde afuera se escucha el claxon de un auto, debe ser el chofer de Honran, hace media hora que lo llamó y el hombre llega justo cuando lo quiere tener aquí.

Honran termina de guardar sus cosas y me mira.

-¡¿Qué le pasó a Johyuk?!

-Íbamos en el autobús. Casi llegábamos al cine... había un choque de varios vehículos, el conductor no pudo frenar y... se volcó... Johyuk él... estamos en el hospital de Cheju.

-¡Hieri! ¡Espera...! - la llamó una, dos, tres veces con el miedo hasta la garganta. No me contesta.

-¿Es-estás bien...? - me falta el aire, miro a Honran y su rostro se vuelve borroso desde mi perspectiva, apenas si puedo distinguirlo antes de apoyarme en una pared para mantener el equilibrio.

Respiro muchas veces, me deslizo por la pared hasta caer de cuclillas y los recuerdos de toda mi vida al lado de mi hermano se reproducen como esas grabaciones que tenemos en cientos de vídeos familiares desde que éramos bebés.

Pienso en todas las veces que me he enojado con él y el cómo la ley del hielo ha sido mi única manera de afrontar los problemas. He sido durante estos años más impulsivo, más idiota... y Johyuk con su sonrisa siempre termina arreglándolo todo porque cuando menos lo espero se acerca para hablarme y es como si se extinguieran todas las cosas malas que le he hecho.

-O-oye- levanto la cara. Honran me mira con una expresión que nunca le vi-. ¿Pasó algo con tu hermano?

-Él se va a morir. Es mi culpa...

A 452 kilómetros de ti (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora