Yo primero

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Capítulo 6 

Yo primero 

Brandon 

Me estacioné de mala manera solo porque ya quería que se despertara, había manejado por la carretera oscura toda la noche y él no había hecho el más mínimo ruido, bueno, sus ronquidos duraron un par de horas, pero después volvió a hacer silencio. 

Me giré y él seguía muy acurrucado sin dar señales de vida. Estaba enfadado y lo siento, pero él era quien estaba aquí en estos momentos, también sentía que era la razón de mi enfado. Era un entrometido.

Me acerqué a la cama y pensé un poco en todo lo que había dicho. Maldito bipolar, me alejas y luego te preocupas por qué me voy. Al menos así lo sentí yo, quizás esté equivocándome.

El plan de hoy era sencillo, hacerle creer a Freddy que yo no tenía ninguna intensión con él, ni romántica, ni amistosa. Esa era toda la verdad. 

Baje de la caravana cerrando la puerta con fuerza a ver si eso lo despertaba, pero tampoco. Respire el aire matutino y después de estirar mis piernas salí trotando. Había llegado a una zona de descanso, llenaría los tanques y luego saldría a conocer la zona, por lo visto era un sitio agradable, un poco caluroso. Cuando regrese, mi cuerpo estaba todo sudoroso y mi respiración muy agitada. Necesitaba una ducha.

Al entrar ya la cama estaba vacía, pero escuché el agua correr, me mojé la cara y apoyado en la encimera para tomar aire.

«Relájate, actúa como un hombre heterosexual sin dudar de ello.» 

La puerta se abrió y él salió desnudo ¡Mierda! Mirada arriba. 

—Vi cuando saliste a correr —me informo—. Al menos me hubieras avisado que nos movimos durante la noche, desperté y me sentí en algún lugar de Narnia cuando abrí la puerta.

—Tú hiciste lo mismo —me quité la ropa frente a él. 

Los hombres no tienen problema con verse desnudos, porque tenemos lo mismo, eso dicen todos, pero para mí siempre fue difícil. Mis manos estaban temblando cuando me quite los pantalones y mi ropa interior ¡Mierda! Mantén la calma. 

—Yo te hice una sorpresa —recordó envolviendo su cintura con una toalla—. Tú ni el desayuno. 

Sus ojos recorrieron mi cuerpo por un breve momento antes de volver a enfocarse en mi mirada. 

—Desayunemos afuera, el lugar se ve agradable —le informé antes de entrar.

¡Ah! Eso se sintió terrorífico, ¿cómo era posible que otros lo hicieran con tanta naturalidad? Me vio todo el asunto, me quería morir. Ahogué mis nervios en el agua caliente, necesitaba refrescar mi cuerpo y mi mente. Cuando salí, aunque mantuve el mismo porte serio, no me atrevía a seguir andando desnudo, así que me envolví en una toalla y me vestí con ella aún en mi cadera. Podía jurar que lo que más extrañaba de casa era la privacidad, pase de vivir solo a vivir en una caravana con un desconocido durante trece días. Había que comprender que era algo complicado. 

Después de vestirnos salimos a caminar por la zona, encontramos tiendas, algunos parques, galerías y cafeterías. Necesitaba un café, así que fue lo primero que hicimos antes de planear lo que íbamos a hacer. 

Elegimos un sitio algo victoriano, decorado con tonos café, un poco elegante, pero sobre todo acogedor, me gustaba el lugar que habíamos elegido junto a la ventana y el olor a café recién hecho me recordaba un poco a mi cafetería favorita. 

Freddy hizo una mueca —Le falta azúcar.

—Es un café amargo —le expliqué.

Comenzó a echarle cantidades poco sanas de azúcar.

Te estuve esperando L(G)TBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora