Capitulo 👮‍♀️17

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-¿Recuerdas que te enseñé a ensillar a los caballos aquí mismo, en este preciso lugar? -el notaba la calidez de su aliento sobre la cara -¿Cuántos años tendrías? Siete y yo once.

-Sí, lo recuerdo -contestó el.

De hecho tenía muchos recuerdos sobre mile.
Él empezó a acariciarle la espalda con la punta de los dedos. Aquello hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo de Rayanne Nattawin. El se apartó de él, pero mile tenía otras intenciones. Rodeó fuertemente con el brazo su
cintura y ladeó la cabeza, apoyando la mejilla sobre la frente de Rayanne.

-No podemos hacer esto -murmuró el.
Él lo miró fijamente.

-¿Me estás diciendo que no te gusta?

Rayanne Nattawin lo pensó por un momento, aunque ya sabía la respuesta.

-Está bien, me gusta -confesó cara a cara-. Pero no quiero que termine siendo otra cosa.

-Simplemente estamos bailando, eso es todo. Bueno, podría ser algo más, teniendo en cuenta lo bien que estamos. ¿Qué te parece si me das un beso?

 ¿Qué te parece si me das un beso?

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-No...

-¿No te atreves?

-No, no es eso -contestó Rayanne Nattawin.

-Venga, dame un beso, uno pequeño Rayin te acuerdas de tu apodo..

-Esto es estúpido, ya no estamos en el instituto.

-Lo sé también como tú. Somos dos adultos que llevan años sintiendo una atracción mutua, por eso te digo que lo hagamos de una vez y quitémonoslo de la cabeza.

-Yo no tengo nada que quitarme de la cabeza.

-Bueno, pues quitémoslo de la mía.

-Un beso lo único que haría sería azuzar la llama -dijo Rayanne Nattawin

Los ojos de mile se entrecerraron.

-¿Admites que hay una llama?

-No veo por qué no -dijo Rayanne, que se acababa de arrepentir de haberlo dicho.

-Entonces, bésame y así podrás torturarme, Caliéntame, Rayin hasta que me ponga de rodillas y te suplique; entonces podrás darte la vuelta y marcharte. Eso te llenará de satisfacción, A Rayanne le gustó aquello.
Sonrió, pero no durante mucho tiempo.

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Mile lo tocó, Recorrió su espalda con la mano, atrayéndolo hacia él aún más

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Mile lo tocó, Recorrió su espalda con la mano, atrayéndolo hacia él aún más. Había una cosa que no había considerado: si lo besaba para torturarlo, cabía la posibilidad de que él hiciera lo mismo con el, si el lo permitía, claro No, no lo permitiría. El podía conseguir ser inmune contra mile..

Estaba preparado de antemano.
Mile volvió a apretar su cuerpo contra él, mientras se movía sugerentemente.

-Solamente un besito -susurró mientras ladeaba la cabeza y le daba un sólido beso en los labios.
Pero aquello no fue un besito, fue un beso largo.
Mile consiguió que el separase los labios, aunque no supuso un gran esfuerzo. Rayanne pronto se entregó a la causa; en un principio dudó, pero luego olvidó hasta
el nombre del planeta en el que vivía.

Mientras fuera atronaba la tormenta, en los establos él acariciaba los labios de Rayanne con la lengua

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Mientras fuera atronaba la tormenta, en los establos él acariciaba los labios de Rayanne con la lengua. Rayanne no se había dado cuenta de que el viento soplaba con fuerza en el exterior; se encontraba en un lugar donde las tormentas no existían.

Los dedos de Rayarme empezaron a moverse sobre aquel torso masculino, empezaron a introducirse entre los botones de la camisa de Mile Se encontró con un vello suave, que acarició encantado

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Los dedos de Rayarme empezaron a moverse sobre aquel torso masculino, empezaron a introducirse entre los botones de la camisa de Mile Se encontró con un vello suave, que acarició encantado. No lo hacía
con los dedos, sino con la totalidad de la mano.

A Mile, aquellas caricias le debieron de gustar porque gemía de placer y pronto las cosas empezaron a acelerarse. Él pasó de su boca a su cuello mientras lo ponía contra la pared.

-Así me gusta, Rayanne, gime para mí.

-No estoy gimiendo -se quejó el.

Sí, sí que lo hacía. No importaba lo que ella dijese, lo estaba haciendo y no solamente aquello; también estaba temblando y su respiración cada
vez era más violenta. Era un lenguaje corporal que ella conocía muy bien, significaba que lo deseaba, deseaba a Mile.

Volvió a gemir cuando él la presionó con su cuerpo.

--Ahh!!!

Mile sabía exactamente dónde tenía que apretar para que el gimiese de placer. No dejó de besarlo mientras se movía contra el, abrazándolo y apretándolo.

Entonces cubrió con la mano su pecho. La camisa de

Rayanne no eran realmente barreras, puesto que eran prendas muy finas. Gimió al acariciar sus pezones, primero uno y luego el otro, poniendo ambos duros

---Ahhh!! ---Mmm!! mile!..

👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️👮‍♀️

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Esposado Y atadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora