I LOVE YOU! soulmate kookmin #2 Saga Soulmates

11: home

La casa de Jungkook era normal. Pero había un ambiente sombrío.

Los muebles viejos, las paredes descuidadas, sin arreglos o fotografías. Era como una simple estructura, sin cuidados ni señas de que alguna vez fue un hogar.

Imaginar al alfa crecer en un ambiente así le oprimía el corazón. Pequeño, necesitando apoyo y cariño, buscando comfort en personas que jamás tuvieron la intención de protegerlo.

— Ya basta, lo estás haciendo otra vez.

Jimin observa al chico al otro lado de la habitación, frente a su cama llenando una maleta con ropa. Fue increíble cuando el alfa lo invitó para empacar sus cosas, se mudaría con su mejor amigo.

El que lo dejara entrar en su casa fue como una fusión más entre ellos, Jungkook de verdad estaba bajando sus defensas para dejarlo acercarse.

Jimin sentía que se derretiría.

— Perdón.

Termina por llenar la caja frente a él con cosas que el alfa había guardado desde que era pequeño. La habitación del chico parecía lo único con vida en esa casa; tenía algunos pósters de bandas de rock, historietas regadas en el pequeño escritorio al fondo y muchos discos vinilos.

— No hay nada aquí por lo que sentir lastima.

— N-No estoy sintiendo lastima.

— Eres pésimo mintiendo.

Jimin pone los ojos en blanco y se acerca al alfa, sentándose sobre la cama.

— ¿Qué dijeron? – Jungkook le mira alzando una ceja — Tus padres, cuando les dijiste que te mudarías.

El chico desvía los ojos mirando al frente durante unos segundos, pensativo. Después suelta las ropas en sus manos y se acomoda frente a Jimin, una mano en su mejilla.

— Nada importante. No pienses en ellos, no vale la pena.

— ¿Estás triste?

Jungkook se ríe. Una risa corta que le forma un tirón de tripas, era muy guapo cuando sonreía. Luego se inclina tan cerca que por poco le provoca un infarto.

— No. Voy a un hogar donde me aprecian y te tengo a ti – Los ojos del alfa brillan feroces mientras se acerca otro poco — Aquí no hay nada para mi.

Jimin sonríe enternecido por la dulce confesión. Jungkook habia cambiado mucho en el poco tiempo que llevaban juntos, era más sincero, más profundo, más suave. Su común mal humor era ya algo que venía con él, pero ahora era... diferente, él podía notarlo y cada nuevo detalle simplemente lo fascinaba.

Era inteligente, maduro y bueno.

El remolino de emociones se expande como explosiones en su cuerpo, incitándole a actuar involuntariamente. Antes de que pueda pensarlo mejor, se impulsa contra el chico besándolo.

Los labios del alfa se afianzan contra los suyos con fuerza, sujetándole el rostro con ambas manos y acercándose hasta que Jimin está casi recostado.

El corazón le late intensamente conforme las manos de Jungkook lo acarician, el tacto es totalmente distinto a cómo alguna vez consideró al chico; suave y profundo, como si un delicado pétalo estuviera contra su piel.

El beso es intenso, jamás había sentido algo tan fuerte como eso. La primera vez que se besaron fue el día en que su lobo se despertó y había sido un simple beso de pico, ahora parecía como si Jungkook succionara su alma.

El cosquilleo de sus labios húmedos, abriéndose contra su boca para dejar paso a su lengua entusiasta. Jimin se aparta un momento para recuperar el aliento, pero Jungkook se abalanza otra vez con un nuevo beso abrasador que enciende su cuerpo en fuego.