El veneno mas potente no es el de una serpiente, sino el del amor
Encuentro Bajo la Luna Llena
El primer encuentro significativo entre Mitsuri y Obanai ocurrió durante una misión conjunta para eliminar a un poderoso demonio que estaba aterrorizando un pequeño pueblo. Aunque ya se conocían dentro del Cuerpo de Exterminio de Demonios, esta misión les dio la oportunidad de trabajar juntos por primera vez. Mitsuri, con su calidez y entusiasmo, contrastaba con la actitud reservada y seria de Obanai.
Después de una intensa batalla bajo la luz de la luna llena, donde ambos mostraron su increíble habilidad y coordinación, Mitsuri notó la herida que Obanai había estado ocultando. Sin dudarlo, se acercó a él y comenzó a tratar su herida con una suavidad que él no había experimentado en mucho tiempo.
"Gracias, Mitsuri," dijo Obanai en voz baja, sorprendido por su amabilidad.
"Siempre te cuidaré, Obanai," respondió ella con una sonrisa radiante, sin darse cuenta de que esas palabras comenzaron a resonar profundamente en su corazón.
Confesiones en la Flor de Cerezo
A medida que pasaba el tiempo, Mitsuri y Obanai empezaron a pasar más tiempo juntos, encontrando consuelo y fortaleza en la presencia del otro. Un día, mientras se entrenaban en un bosque lleno de cerezos en flor, Mitsuri no pudo evitar expresar sus sentimientos.
"Obanai, desde que te conocí, he sentido algo especial por ti," dijo Mitsuri, sus mejillas enrojecidas como los pétalos de cerezo a su alrededor. "Me haces sentir segura y valorada. Quiero que sepas que te amo."
Obanai, sorprendido pero conmovido por su confesión, tomó la mano de Mitsuri. "Mitsuri, tú traes luz a mi vida de una manera que nunca creí posible. También te amo, y prometo que siempre te protegeré."
Promesa de Amor Eterno
El amor entre Mitsuri y Obanai creció y se fortaleció con cada misión y cada momento compartido. Aunque ambos sabían que sus vidas estaban constantemente en peligro debido a su lucha contra los demonios, encontraron consuelo y felicidad en su amor mutuo.
En una noche estrellada, sentados juntos en la cima de una colina, Obanai sacó un pequeño colgante que había estado guardando. "Mitsuri, sé que nuestra vida está llena de incertidumbres, pero quiero que sepas que siempre estaré contigo. Este colgante es una promesa de mi amor eterno."
Mitsuri, con lágrimas de felicidad, aceptó el colgante y lo colocó alrededor de su cuello. "Siempre estaremos juntos, pase lo que pase."
Juntos en la Lucha
El amor de Mitsuri y Obanai se convirtió en una fuente de fortaleza y esperanza para ambos. Cada misión y batalla contra los demonios solo fortalecía su vínculo, mientras luchaban codo a codo, confiando en que su amor les daría la fuerza para superar cualquier obstáculo. En una de las batallas más desafiantes, se enfrentaron a un demonio especialmente poderoso que había estado sembrando terror en una aldea remota. La pelea fue feroz y ambos demostraron su increíble habilidad y coordinación. Justo cuando el demonio parecía estar ganando, Mitsuri y Obanai, luchando juntos, lograron derrotarlo con un ataque combinado, sus corazones latiendo al unísono. "Sabía que podíamos hacerlo, Obanai," dijo Mitsuri, jadeando pero con una sonrisa en su rostro. "Siempre, mientras estemos juntos," respondió Obanai, su mirada suavizándose al encontrar la de Mitsuri.
Sueños de un Futuro
Con cada victoria, Mitsuri y Obanai comenzaron a soñar con un futuro juntos, un futuro donde los demonios ya no existieran y pudieran vivir en paz. En una noche tranquila, después de una dura batalla, se sentaron juntos bajo el cielo estrellado, hablando de sus sueños y esperanzas. "Quiero una casa en el campo," dijo Mitsuri, su voz llena de anhelo. "Quiero un lugar donde podamos estar en paz, donde podamos ver crecer a nuestros hijos sin miedo." "Yo también lo quiero, Mitsuri," respondió Obanai, acariciando suavemente su cabello. "Y prometo que haré todo lo posible para que ese sueño se haga realidad."
