RADIO DEMON | I don't hate you at all | [Alastor x Lucifer] [Appleradio]

BUSQUEDA IV

Capítulo 4

Tras varios días de la visita de Lucifer al hotel, el ambiente se había tornado algo tenso entre Vaggie y Alastor, ya que la anterior mencionada seguía teniendo la corazonada de que había gato encerrado en la situación que vivieron durante la visita y todo le apuntaba a Alastor, después de todo ella nunca consideró a ese demonio como alguien de fiar y estaba segura que buscaba algo con su intento de mantener su cercanía con Lucifer. Debido a esas sospechas Vaggie tomó la decisión de ir y buscar las repuestas desde primera mano, así que temprano en la mañana se dirigió a la casa del rey, con intenciones de discutir el tema con el.

Tras llegar a la oficina del rubio, la mujer tocó la puerta, para pedir un último permiso, el cual le daría la posibilidad de hablar con quien buscaba. — Pase.— Se escucho desde adentro de la habitación, y así Vaggie abrió la puerta, entrando y tomando asiento. — Oh, Vaggie ¿A que se debe esta visita, tan repentina? — Dijo Lucifer sorprendido de ver a la pareja de su hija ahí. — Seré directa, durante su visita del otro día, cuando estuvo a solas con el demonio de la radio ¿Sucedió algo? — Vaggie fue directo al grano sin buscar rodeos, la curiosidad la carcomía, pero no sabía que su sencillo plan se tornaría difícil, todo por culpa del orgullo del rey, el mismo que la miraba con sorpresa tras su pregunta, intentando disimularla.  — Disculpa, no entiendo ¿A que te refieres? Creo que sabes que no deberías meterte en asuntos ajenos. — A Lucifer le dolía el ponerse a la defensiva de esa manera, ya que le agradaba mucho la chica enfrente suyo, pero no podía aceptar que lo que sucedió ese día saliera a la luz.

Vaggie miró con sorpresa al gobernador, y su cara se tornó seria. — Está bien, comprendo eso, pero yo no necesito saber que asuntos discutían, necesito saber ¿porque desaparecieron de la nada? Y ¿si se puede saber donde estaban? Charlie estaba demasiado preocupada.— Lucifer frunció el ceño, y crujió los dientes, ella podría ser la pareja de su hija, pero al fin y al cabo no iba a permitir que le hablara por encima. — ¿Que parte no entendiste? No tienes derecho, ni motivo por el cual deberías saber, no es asunto tuyo. — El rubio marcó el límite de manera brusca, pero la mujer de pelo gris no se dejaría tan fácil. — Es un asunto que involucra a Charlie y por ende me incumbe, te guste o no.— Esa fue la gota que colmó el vaso, Lucifer golpeó su escritorio con molestia mientras dirigía su mirada rabiosa hacia Vaggie. — Tu misma lo dijiste, involucra a Charlie, no a ti, tú eres solo su novia, y no tienes derecho alguno a saber que sucedió y que no sucedió, te recuerdo que no eres más que una simple pecadora después de todo, y no tienes ninguna influencia para venir a exigirme algo, sal por esa maldita puerta y espero ver un poco más de respeto de tu parte la próxima vez que nos encontremos.—

Vaggie pensó en protestar por un segundo, pero de inmediato sacó esas ideas de su cabeza al ver como había despertado la ira del rey. — Lo lamentó, no sucederá otra vez.— Vaggie hizo una pequeña reverencia, mientras se retiraba agotada tras no haber conseguido absolutamente nada que le fuera útil, solo había fragmentado su relación con su suegro. Por otro lado, cuando la mujer salió de la habitación, Lucifer se frotó la cien mientras sacaba un cigarro, lo siguiente fue que su teléfono sonó, llamaba un número desconocido y con curiosidad, además de precaución contestó. — ¿Quien habla? — Pregunto el rubio con intriga. — Alastor, no te sorprendas, sigo odiando estas cosas modernas, pero tu hija me obligo a tener uno de estos dispositivos móviles extraños. — Lucifer quedó sorprendido de que Alastor lo estuviera llamando, así que imagino que tendría algo que ver con lo que acababa de suceder . — ¿Que es lo que quieres Alastor? — Alastor tomó un poco de aire, mientras planeaba sus palabras. — Vaggie sospecha de que algo sucedió, lo mejor es mantener el silencio, ah y quiero terminar de hablar contigo, debido al incidente no pude terminar mi conversación con usted, juntémonos esta noche, elige tú el lugar, siéntete cómodo, eso era todo, cuida tu espalda Lucy. — Alastor cortó la llamada sin siquiera esperar que Lucifer contestara, parecía saber su respuesta, aunque el rubio golpeó nuevamente el escritorio con molestia al ver lo insolente que era ese overlord, finalmente Lucifer se volvió a frotar la cien, mientras salía al balcón para poder fumar un poco.

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Nuevamente sorry la demora, pero ahora si pienso ser más constante.