Capitulo 1

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Cuando desperté supe que mi nombre era Masaru Kenta.

Tenía 18 años. Abandone la preparatoria hace un año y me convertí en un neet que dependía de la herencia de mis padres.

Quienes lamentablemente murieron en un accidente de tránsito hace dos años.

Pero también era Ivan.

Tenía 24 años. Había terminado la universidad y postulaba para un trabajo como asistente social.

Era un huérfano sin familia ni amigos por quien llorar.

Pero si había algo en lo que Masaru e Ivan estaban de acuerdo. Era que ambos estaban muertos.

Masaru murió por sobredosis de pastillas para dormir. Ivan murió en un incendio causado por una fuga de gas mientras tenía una entrevista de trabajo.

Admitir que había transmigrado tomo más de necesario. Tal ves por qué Masaru aún quería morir, mientras Ivan estaba indispuesto a aceptar su muerte.

Fue un dolor de cabeza que ambos llegarán a un acuerdo. Pero finalmente Ivan fue más fuerte y ambas personalidades empezaron a sincronizarse.

Al levantarme el sentimiento de un cuerpo ajeno fue sutil, los recuerdos de ambos se fusionaron en mi conciencia naciendo un "yo" que no era completamente yo.

Todo era familiar y desconocido a la vez, en un punto tuve una desagradable sensación de mareos y vértigo. Finalmente frente al espejo acepte que había transmigrado.

Fue irreal e ilógico.

Pero era la "verdad". Lejos de los clichés de empezar con optimismo una nueva vida siendo cool y aceptando con facilidad.

Estaba lejos de estar bien con eso. Las memorias de ambas vidas chocaban una con otras, negando aspectos importantes de mi propia vida. Un pasado que me forzó a aceptar el presente.

Fue realmente desagradable.

Masaru era joven e inexperto, marcado por el dolor de la perdida y ahogado en la culpa. Ivan era maduro, vivió penurias pero creció aceptándolas. Y aunque suprimió a Masaru, esos pensamientos suicidas estaban tan alojados en su mente que tenía miedo de perderse a sí mismo en un momento de descuido.

Un día no fue suficiente. Tampoco dos o tres.

Mecánicamente, encerrado en esta habitación oscura y desordenada. Organizando cada fragmento de memoria y personalidad.

Fue una semana dura y confusa. Masuru aprendió a madurar. Y Ivan le abrió la puerta a una nueva oportunidad.

"Mi nombre es Masaru Kenta. Tengo 18, he quedado marcado por la muerte de mis padres pero busco seguir adelante. Tengo recuerdos de mi vida pasada y soy mas maduro de lo que aparento." Me dije mirando al espejo.

Un rostro marcado por las ojeras, un pálido enfermizo con un cabello alborotado de color extraño, teñido durante la etapa de rebeldía de Masaru.

"Intentemos vivir este nuevo día con energía."

Me di unas palmadas en el rostro con una sonrisa. Lo siguiente fue poner un poco de vida a mi nueva casa. Por descuido este lugar no había sido limpiado con frecuencia y era desagradable vivir aquí.

Abrí las cortinas para que la luz del sol entrará y luego de unos estiramientos comencé a limpiar. La casa no era pequeña, pero podía empezar con mi habitación.

La casa podía ser considerada grande. Ubicada en la provincia de Nakano, Tokio, Japón. La casa fue heredada por su abuelo, luego sus padres y luego llegó a él.

Desafortunamente no tiene ningún pariente vivo al cual acudir, y por lo que recuerda luego de la muerte de sus padres. No son pocos los que querían aprovechase de él y estafarlo para que vendiera la casa.

Una casa de cuatro pisos en una buena ubicación era muy atractiva. Fue una buena suerte que los inquilinos de los pisos superiores lo protegieran. Y aunque fue para proteger su propio interés por tener un hogar con un bajo alquiler.

También eran las personas de confianza de sus padres. E intentaron animarlo. Pero estaba demasiado dolido que malinterpreto sus intereses y se encerró alejándose de los demás.

Aun así ellos siempre le dejaban comida o cosas durante festividades.

Fueron meses en los que ni siquiera se había molestado en revisar el registro de cuentas. Pero cuando lo vio esta vez, vio que todos estaban al día y puntuales con el pago.

"Realmente eres un chico con suerte."

Había muchas cosas que debía hacer. Podía sentir el dolor en su cuerpo y no sabía si era por mala alimentación o un efecto secundario por las píldoras que ingirió.

También debía limpiar el primero y el segundo piso a fondo. Lo máximo que pudo hacer fue que se viera decente.

"Es mejor llamar a un servicio de limpieza profesional."

En el directorio de sus padres había números de contactos similares y contacto al más recomendado. Programado una cita para el día siguiente.

Al final de un pasillo había un apuesta muy familiar y al detenerme al frente los sentimientos se arremolinaron. Aun así tenía que dar este gran paso.

Abrí la habitación, un dormitorio lleno de recuerdos que fueron sellados hace algún tiempo. El dormitorio de sus padres estaba tal como lo había dejado hace un año.

Pero había llorado demasiado y no habían lágrimas. Casi con renuencia recogí todos esos recuerdos antes de colocarlos en cajas para almacenarlos.

Decidí mantener algunas cosas como las fotos y algunas decoraciones. La ropa seria lavada antes de guardarla, realmente no tenía el ánimo de desecharla peor aún regalarla.

Habías algunos recuerdos de mi infancia y las nostalgia llegó. A diferencia de mi vida anterior donde crecí completamente solo, esta vez tuve una familia cálida.

Unos padres que siempre me esperaban en casa y un sueño que cumplir para enorgullecerlos. Pero en un parpadeo todo se había desvanecido.

Y estaba aquí. Recogiendo los fragmentos de su pasado. Esperando salir adelante.

Es bueno que este mundo fuera relativamente normal. (Porque transmigrar no es normal) Salvo la diferencia de año, durante su vida aquí no había encontrado nada raro.

Ni héroes, magia o extrañas escuelas con protagonistas corriendo por todas partes. Todo apuntaba que era un mundo normal.

Así que sería ciertamente pacífico.

Encontré la caja de amuletos de mi madre, ella siempre creía que la buena la mala suerte. En los espíritus y demás.

Era un tema de debate común en la cena. Dentro de la caja habían talismanes de papel, muñecos y estatuillas extrañas. Estaban pensando si desecharlo cuando note como una esquina tenía un hueco cubierto por el papel que envolvía la caja.

Poco a poco separe el papel revelando un compartimento secreto.

Dentro había un extraño muñeco de cerámica envuelto en papel de amuleto. Casi solté la caja de la impresión y el muñeco cayó revelando un rostro aterrador.

Solo verlo me dio un escalofrío, con curiosidad quise recogerlo para devolverlo a su lugar. Pero cuando estuve a unos centímetros de tocarlo.

Un 'Ding' sonó en mi cabeza antes de que una pantalla roja apareciera frente a mi.

[Ding. Riesgo de muerte detectado.]

[Ding. El sistema se está activando]

[Ding. Contratista N.1000. Felicidades por obtener el sistema de Invocación de Cartas Anime]




Reencarnando en Jujutsu Kaisen / Summoning Card System in Jujutsu WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora