Las luces de la serie televisiva se podían ver reflejadas en la pared desde la entrada de la pieza, ¿Travis estaba volviéndose loco?, no había una razón clara por la cual tendría que enfrentar a su suegra, tal vez lo mejor era entrar y dejar que la situación siguiera su curso, apostaba que ella es quien comenzaría con algún tipo de ráfaga interrogativa, no iba a ser nada cómodo y no estaba seguro si sería lo más prudente desatar un debate en medio de la noche cuando todos duermen, mucho menos porque la probabilidad de que su esposa se moleste con él era bastante alta, no era oportuno hacerla enojar estando embarazada, ¿Existía otra opción?, antes de que el enorme hombre pudiera dar un paso más para entrar a la pieza, fue detenido.
—Papi— Evie estaba atrás de él, tallándose la cara con las notables ganas de llorar.
—Hey— susurró para no llamar la atención de nadie. —¿Qué haces arriba?, fui yo, ¿Verdad?, cuando te acomodé en la cama— rio. —Te desperté, lo siento—
La pequeña adormilada alzó las manos dando entender a que la cargara, lo cual su padre hizo de inmediato, tomó en brazos a su hija acunándola, Evie abrazó a su papá y metió la cara en su antebrazo, Travis se devolvió con ella a su habitación, donde su muñeco estaba acostado y tapado con la sábana a la mitad de la cama, le dio risa como es que le daba más prioridad al bebé de plástico que a ella misma, tal cual como si fuera una mamá miniatura, movió el muñeco a modo que ella no se diera cuenta, porque entonces tendrían una batalla por "dormir" a su juguete, al quitarlo del camino, acostó a la bebé, arropándola de nuevo para dejarla dormida en su cama.
—No papi, no— le sujetó la mano antes de que este pudiera quitarla.
—¿Qué sucede?, ¿Quieres que me quede aquí contigo? —
—Sí— abrazó su mano.
—Está bien— rio y besó su mejilla.
La cama de la niña no era la más gigante, su tamaño era común porque todavía no necesitaba un colchón de gran talla, pero el espacio era suficiente para al menos dos personas, Kelce hizo a un lado las sábanas para poder adentrarse en la cama con su bebé, acomodándose, Evie se metió entre sus brazos, esa noche, no quería que su papá se fuera a su habitación, así que lo retendría ahí, y si necesitaba llorar para que no la dejara sola, lo haría.
Travis acarició el cabello de su hija para que se volviera a dormir, pasaba de las dos de la madrugada, hasta a él, ya le estaba dando sueño, pero antes de cerrar sus ojos, una sombra reflejada en la puerta del cuarto lo hizo voltear.
—Papi— Charlie estaba ahí mirando.
—Hey, hombrecito, ven— no se podía mover porque Evie estaba encima de su brazo, pero sacó el que tenía libre para tomar a su hijo.
Él avanzó hasta su papá.
—¿Quieres quedarte aquí? — lo subió a la cama junto a él.
Charlie lo abrazó y se acomodó.
—Lo tomaré como un sí— besó la cabeza de su bebé.
El plan original era enfrentar su destino con Andrea Swift, pero al final, no le pareció mal que sus hijos lo buscaran en medio de la noche, probablemente era una clara señal de que no debía agitar las aguas sin que Taylor lo supiera, eso le causaría un disgusto enorme, ya iría viendo como van las cosas al pasar los días con la visita de los señores Swift y de sus padres, esperaba que no hubiera una pelea pronto, porque podía sentirlo, se avecinaba y sabía que no iba a salir nada bien,
Charles ya estaba completamente dormido en el otro brazo del gigante, tener a sus dos hijos ahí le daba la serenidad necesaria para no pensar en estupideces, no era adecuado comenzar una pelea sin sentido con ellos aquí, si él no las tenía con su esposa, ¿Por qué habría de tenerlas con su suegra?, eso tenía que ser raro y molesto, pero no podía decir nada, al menos no ahora, así que se dispuso a dormir, ya era demasiado tarde, al otro día, sería diferente.
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Eres mi juego final
FanficTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...