Tulipán negro

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Hurga bajo mi piel para hallarme.

Seishu suspira. Llevan varios minutos en su sesión de besos. Ya habían comenzado a utilizar la lengua, el rubio era un poco torpe, no solía llegar a ese nivel muy a menudo. Se separa con los ojos cerrados mientras acaricia el cabello de Kokonoi. Siente la boca del peliblanco comenzar a bajar por su cuello y deja salir el aire. Hajime lo besa con delicadeza, se mueve lento hasta colocarse sobre el rubio. Solo se da cuenta de lo que hacían cuando siente las manos metiéndose bajo su camisa y acariciar su cintura — Kokonoi —.

— ¿Qué? — Ya tenía la voz ronca por las sensaciones.

— No —.

— Seishu... — suspira enterrando su cabeza en el cuello del rubio.

— No te adelantes — dice sonriendo.

— Lo sé. Lo siento —.

— Está bien, no te estoy rechazando es solo que me quiero tomar mi tiempo —.

— Sí, yo también, quiero que comencemos bien esto — dice sentándose y sonriéndole.

— Yo también — Seishu se sienta y le besa la mejilla — ya es tarde hay que volver —.

Kokonoi lo mira. El contrario tenía el cabello despeinado y con algunas ramas pequeñas, el labial rosado difuminado y un sonrojo provocado por los besos. Seishu era simplemente hermoso — mierda, eres lindo — dice y lo besa de nuevo acariciando su mejilla.

— Gracias — Seishu le sonríe acariciando sus nudillos con delicadeza, delinea levemente las venas en el dorso de la mano con las yemas de sus dedos. Le gusta, las manos de kokonoi son suaves.

— Vámonos o haré algo más que besarte —.

Ríe y se levanta con ayuda de Kokonoi. El viaje a la casa es igual de tranquilo. Llevan los caballos a sus respectivos establos. Se dan unos cuantos besos antes de volver a entrar. Hajime lo acompaña al dormitorio en silencio, Seishu lleva una pequeña sonrisa. Se detienen en la puerta de la habitación y sonríen — buenas noches —.

Kokonoi le da un corto beso — buenas noches —. 

Seishu sonríe y se aleja. Kokonoi intenta seguirlo para besarlo, pero Seishu le cierra la puerta en la cara y ríe con mejillas sonrosadas. Se cambia de ropa, se desmaquilla y se mete a la cama aun con algunas risitas. Entierra la cara en la almohada y ríe con emoción. Gira y toca sus labios con la yema de los dedos — mierda, ese maldito idiota — susurra completamente feliz.

[...]

Kalypso está sentada en el balcón fumando — ¿Follaste? —.

— Cállate — dice Kokonoi.

— Hice el trabajo, pero sabes que será una mala idea verdad —.

— Lo sé. Ella le contará a Seishu y él se volverá a enojar —.

— ¿Si sabias eso por qué me enviaste? —.

— Porque ya tengo a Seishu en mis manos, ya es un hecho el matrimonio y bueno... Hay información que es mejor que no salga, además, sabes que te pasaría si la verdad sale ¿no? —.

— Naoto —.

— Naoto —.

— ¿Entonces te agradezco por la protección? Igual intentare hacer control de daños —.

— Te debo ese favor Kalypso, y le debo mucho más a Caín. Sí, hazlo — dice Kokonoi sentándose con ella a fumar. Antes se sentarían con dulces a mirar el mismo paisaje

Matrimonio Concertado (kokonoi Hajime x Inui Seishu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora