They can't love me like you (WooSan)

3.

Después del partido, Wooyoung se despidió de sus amigos de prisa y fue directo al estacionamiento quedándose parado ahí sin saber que hacer. Una parte de él le decía que no fuera con San, pero la otra parte estaba emocionada que estuvieran solo ellos dos, como debía ser, sin Yeosang.

No supo cuánto espero ahí, ni cuando fue que el estacionamiento se fue vaciando, estaba tan perdido en su mente que no escuchó una voz conocida a sus espaldas.

-Wooyoung-. Yeosang se acercó a él con tranquilidad con esa pequeña sonrisa que lo hacía ver inocente pero al mismo tiempo le molestaba.
Trató de tragarse ese sentimiento y lo saludo de vuelta volviendo a mirar al frente.
-¿esperas a San?-.

-No-. Mintió, no sabía que era lo que pretendía Yeosang pero no quería caer en alguna trampa.

-Oh, ¿entonces a quien?-.

-A Jongho-. Dijo el primer nombre que vino a su mente. En realidad Jongho se había ido hace rato pero nadie lo vio, y esperaba que Yeosang tampoco. Y al parecer no, porque le creyó.

-Oh, ya veo... son mejores amigos, ¿no?-. Le estaba haciendo muchas preguntas y eso le parecía muy sospechoso, o solo era su lado paranoico y que no le agradaba el chico castaño a su lado.

-Se podría decir que si, es muy especial para mi-. Wooyoung estaba poniéndose nervioso, no quería que San llegara y los viera juntos para luego invitar a Yoesang a su tarde juntos.

-Ya veo... creo que será mejor irme, se hace tarde-. "Gracias a Dios" pensó Wooyoung.

-Si, Jongho llegará en cualquier momento, puedes irte-. Yeosang solo asintió apretando los labios formando una línea con ellos y se despidió.

Cuando la figura del chico desapareció de su campo de visión, Wooyoung pudo soltar el aire que estuvo reteniendo. Realmente sentía algo raro sobre Yeosang pero no sabía que era.

Su pequeño hilo de pensamiento fue cortado cuando San llegó a su lado aún un poco sudado y con su mochila de gimnasio.

-¿nos vamos, bonito?-. Wooyoung dio un respingón en su lugar, de la sorpresa al oírlo de la nada, pero solo asintió y lo siguió a su auto.

El camino fue silencioso, pero no incómodo, o al menos para San; para Wooyoung los nervios lo carcomían, ni siquiera se atrevía a preguntar a donde iban, y no fue necesario porque comenzó a identificar la ruta al departamento de San. Al llegar a dicho lugar, bajo en silencio tras el mayor esperando a que abriera la puerta, este le dio el paso y entró quitando sus zapatos para luego girarse y verlo hacer lo mismo, cerrando tras de sí la puerta.

-Me ducharé en cinco minutos y salgo-.

-Claro-. Logró decir por fin de tanto tiempo sin soltar una palabra, y vio a San desaparecer en el pequeño pasillo que daba a su recamara.

Soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo y se dejó caer en el sillón de la pequeña sala de estar. Estaba muy nervioso porque no ha hablado con San en toda la semana, lo estuvo evitando y ahora estaba ahí, en su departamento sin saber porque el mayor decidió invitarlo a él y no a su nuevo amigo, porque si los rumores se expandían rápido y todos ya sabían de la gran amistad que estos dos había formado.

Dicho y hecho, San no tardo en ducharse y después de unos diez minutos, volvió a salir de su habitación con ropa cómoda y su pelo algo húmedo aún.

-¿quieres algo de la cocina?-. Dijo caminado a paso lento a dicho lugar.

-Uh, solo agua-.

El mayor regreso con eso y aún así trajo un plato con uvas que había sacado del refrigerador, lo puso en la mesita de enfrente y el vaso se lo extendió a Wooyoung quien lo aceptó y tomó de él con cuidado mirando a otro lado que no fuera a San.