«El tiempo lo cura todo, pero todo el mundo quiere una compensación». Evie E. Garrett.
-Te he hecho algo de desayunar.Rayanne abrió los ojos con mucho esfuerzo al oír la voz de Mattie.
-Es muy amable de tu parte -consiguió decir Rayanne finalmente. La niña puso una bandeja encima de la cama, con una manzana y una tostada.-Quiero que comas algo sano antes de que te vayas a trabajar -le explicó Mattie.
-Muchas gracias -contestó Rayanne Nattawin sonriendo. Lógicamente mile le había contado
a la niña que era su ayudante. Pero a Rayanne no le importó que Mattie lo supiera.-Porque no me gustaría que arrestases a nadie sin que hayas desayunado correctamente -añadió la niña
- ¿Tienes ya una placa? ..-Sí. Tu papá me dio una ayer.
-¿Vas a trabajar con papá?
-Sí, voy a trabajar con él, no para él.
Mattie asintió con la cabeza.
-Yo tengo puestas mis braguitas del viernes, ¿cuáles tienes tú puestas? -preguntó de pronto la pequeña.
A Rayanne le costó unos segundos cambiar de tema.
-Las mías no tienen días. Simplemente tienen distintos colores. Hoy las llevo... -hizo una pausa para mirar debajo de las sábanas-, de color melocotón con lunarcitos.
-Los lunarcitos me gustan -dijo la niña mirando hacia abajo. Rayanne supo que a la niña le pasaba algo.
-¿Pasa algo malo, Mattie?
Mattie se encogió de hombros. A Rayanne aquel gesto le recordó mucho a mile.
-Sabes que a mí puedes contarme cualquier cosa -continuó Rayanne con un tono muy cariñoso al ver que la niña se mantenía en silencio-. Soy muy bueno escuchando.
Mattie se sentó sobre la cama poniendo las manos sobre el regazo.
-¿Me dirías que sí, si te pregunto que hagas algo? -le preguntó la pequeña.
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Esposado Y atados
RomanceAl volver a su ciudad natal... no esperaba encontrar el amor El agente y Detective de la policía de Nueva York Rayanne Nattawin Garrett iba a tener que enfrentarse a algunos momentos embarazosos al llegar a Fort h worth, Texas, a sacar a su tía E...