Capítulo #1: Aparecer

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—¡Henry!— Gritaba el castaño.
—¡Déjame salir, Yo no puedo morir aquí!

—Lo siento, Michael... Tienes que hacerlo, es por tu bien.

—¡Maldita sea, traidor! Esto no era parte del plan.

—No... La verdad no, nada de esto fue parte del plan.. Pero mirate, no puedes vivir así, tu no deberías vivir. Yo tampoco... Así que acepta tu destino. — Habló ya un poco harto el anciano, realmente el se estaba quedando en la pizzeria ya que después de esto no tendría ningún otro propósito.

Michael solo se quedó callado, no sabía que decir porque al final... Todo era verdad, debería estar muerto.

El castaño, quien se encontraba golpeando la puerta de metal se detuvo y se alejó de ella, sentándose en una esquina de su oficina abrazando sus piernas. Estaba pensativo, deseando que todo acabe rápido.

Si pudiera llorar, lo estaría haciendo ahora mismo, pues este sería el final de su vida, debería estar agradecido por vivir, pero no. Su vida fue un asco, con muertes, maltratos... todo lo contrario a una buena vida.

Escuchaba quejidos, tanto de su padre como de su hermana y los niños asesinados, era un infierno (literalmente). Pedazos de concreto de paredes y techo caían al suelo, haciendo un ruido fuerte, llamas ardientes iluminando y consumiendo todo a su paso.

Michael solo podía contar cada minuto, segundo que pasaba hasta poder descansar en paz. Fueron aproximadamente 44 minutos con 27 segundos.

Finalmente, se podría decir que descansaría en paz, ¿verdad? Pues la respuesta es... No.

Todo se hizo negro, no podía ver nada, volteaba hacia cualquier lado y no estaba nada, ni su cuerpo estaba ya que intentaba ver sus extremidades, ya sean sus manos o pies, pero no veía nada.

Duro poco, pues de la nada, unos bordes celestes aparecieron en su mirada, apareciendo también más imágenes de carga y finalizando con la frase:

"Safe Mode"

Se mantuvo así unos ratos hasta que pudo ver bien. Al ver, notó que estaba frente a un espejo, en una habitación moderna e iluminada por luces coloridas. Las paredes eran de un rojo y en medio con una franja de cuadro negro con blanco clásico.

El espejo tenía unos bordes negros y unas luces redondas amarillas, iluminandolo a él. Pero este no se veía como antes, no. Se veía como un animatronico, más específicamente, como un oso rockero.

—¿Ya es hora del espectáculo?... Tengo un desperfecto, el ciclo de carga aún no se ha completado.

—¡Shh!... ¿Podrías callarte?

—¿Quién dijo eso?

—¡Lo logré! ¡Estoy aquí abajo!

—¿Abajo dónde?— Preguntó el animatronico mirando hacia abajo, buscando aquella voz. —Aún no te veo.

—Bien, escucha, estabas durmiendo así que abrí la escotilla de tu estómago y entré.

—¡¿La escotilla de mi estómago?!— Preguntó nuevamente, esta vez algo alterado. —¡Ese espacio está reservado para pasteles de cumpleaños y piñatas enormes! ¡No es un área de juegos seguro!— Anunció.

Freddy se volteó y abrió su escotilla, sacando al niño.
—Allí estás.— Lo escaneó. —Análisis completado. Qué extraño. Tu perfil de invitado me resulta desconocido. ¿Quién eres?

—S-soy Gregory.

—Gregory... Notificaré a la oficina principal.— Freddy intentó conectarse a la red, pero se asustó al ver que este fallo. —Error de conexión. No puedo conectarme a la red principal.

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⏰ Última actualización: Jun 23 ⏰

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