Tuyo es mi Corazón {ABO}

2❤️

Lorenzo

Llegó el día, por fin vería a mi alfa, este momento se me hacía tan lejano.
En las noches en el internado solo me mantenía con la vista en el techo pensando en ella.
Todas las noches eran tan solitarias y silenciosas, mi único consuelo era que cada vez faltaba menos para estar en sus brazos, convertido en su Omega, nos uniriamos de tal manera que ni la misma luna nos separaría.

Las fotos que me mandaba mi madre de ella y las novelas románticas que leía me mantenían con la esperanza, esa que incrementaba más mi amor por ella.
¿Es posible amar a alguién con quién ni siquiera hablas?.

Este amor solo incrementaba con el tiempo.

Era realmente abrumador estar lejos, papá dijo que sólo así me convertiría en un Omega digno de un matrimonio, ese que cualquier alfa quisiera a su lado. Pero a mí no me interesaba nadie más que ella, si papá decía que así era la manera entonces lo haría, yo haría cualquier cosa referente a ella.

Me veo al espejo inspeccionando el atuendo que escogí, vestir de blanco era lo más apropiado sabiendo que nos tomaríamos fotos.
Madre me ayudó a escoger el más correcto para mí, no tan ostentoso pero tampoco tan ordinario, las perlas en el saco le dan el toque elegante. Al igual que perlas en mis orejas.
Llevo un maquillaje sutil y natural. Mis labios en un rosado gloss sabor fresa.
Tengo la esperanza que nos demos nuestro primer beso hoy.

Quiero que alfa se sorprenda de verme, e cuidado mucho mi aspecto, la primera impresión es la más importante, es lo que nos repetían en las clases para atraer a los alfas.
Ningún alfa se acercara a un Omega desaliñado que no cuida su aspecto.
Lo que no sabían era que yo ya tenía a la mía, solo estaba ahí para aprender cómo ser un buen esposo, como cuidar de la casa, de los cachorros y más importante de tu alfa.

Me sobo el vientre, espero que ella y yo tengamos una gran manada, me gustaría muchos cachorros.

-Hijo, ¿estás listo?- mamá entra a mi cuarto sacándome de mi ensoñación.
Luce un vestido azul cielo largo, tiene un lazo bajo el busto de un azul más fuerte.
Lleva su cabello negro en un moño y sus ojos oscuros con delineador.

-Si madre, ¿Que tal?- giro en mi propio eje mostrando que tal quedó el traje.

-Wow, te vez espectacular cachorro, sabes,  estoy muy feliz por ti, pero también triste porque significa que te volverás a ir de mi lado- las lágrimas asoman sus ojos y me apresuró a llegar hasta ella abrazándola.

-Madre no llores, esta vez no me iré del país, estaré aquí y vendré a visitarte siempre o tu también serás bienvenida en nuestra casa -

Me aparto observándola, ella se limpia los ojos y sonríe.

-Lose, es solo que cuando te fuiste eras tan pequeño, las veces que te veía eran pocas y ahora que estás aqui, siento que no es suficiente -

Mi contestación se interrumpe al abrirse la puerta y entra mi padre observando la escena, enarca una ceja y se acerca.

-¿Pasa algo?-

-Solo estoy un poco sentimental amor-

-Mi amor, ya hablamos, nuestro cachorro tiene que volar lejos del nido, es hora de formar su propia familia, podrás visitarlo, quita esa tristeza en tu rostro, este día debe ser alegría -

Mi padre estrecha en brazos a mamá calmando su tristeza, siempre que los veo mi corazón se calienta, mi alfa y yo seremos así, siempre apoyándonos y amándonos el uno al otro, tal cual admiro de mis padres.

-Tienes razón, este día es importante para nuestro cachorro -

Se aleja y me sonríe.

Correspondo a esa sonrisa y me acerco a ellos.

-¿Estás listo hijo?- pregunta mi padre observando mi atuendo

-Si, estoy más que listo -

La sonrisa en mi cara no se borra ni cuando salimos de casa y llegamos a la suya.
Es una gran casa, está exactamente igual a como la recordaba, color lila de dos pisos, la misma estatua de colibrí en medio de su jardín y tantos arbustos y flores por donde mires. Siempre e amado las flores, en nuestra casa tendremos aún más.
Aún recuerdo la promesa que me hizo la primera vez que la conocí, dijo que me haría un castillo con muchas flores, ansío ese momento.

Nos recibe una ama de llaves bastante mayor, puedo jurar que es una Omega, nos dirige dentro de la casa hacia el jardín trasero, en este momento la emoción que sentía se transforma en nervios, mis palmas comienzan a sudar y las froto disimuladamente en mi pantalón, hay varias personas de las que solo recuerdo a sus padres y su hermano, las demás me son desconocidas.
Están igual a como recordaba, altos, cabello oscuro y sus ojos igual de oscuros, solo las tenues marcas de edad en sus rostros.
Nos acercamos a su padre alfa y comenzamos los saludos, veo alrededor buscándola, ¿Donde está?.

-Vaya, si que as cambiado mucho hijo, estás hecho todo un omega- el cumplido de mi suegro me trae devuelta al momento, el calor en mis mejillas me avisa que no estaba prestando atención por estarla buscando.

-Gracias señor Anderson , es un placer volver a verlos -

-El placer es nuestro, nuestra hija tiene suerte de tenerte - con el comentario de mi ahora suegra me pone aún más colorado de lo que ya estaba.

Dijo suerte, todos los años lejos valió la pena.

-¿Y donde está la susodicha?- mi padre comenta observando alrededor, yo también vuelvo a repasar todo el jardín pero no la veo, mis nervios no paran, estoy ansioso por verla.

-Tuvo un pequeño incoveniente, pero ya está en camino - sonríe su padre - ¿Les ofrezco algo de beber?- llama a un camarero el cuál se acerca velozmente hacia nosotros y nos ofrece una charola con copas de lo que puedo deducir es champagne.
Me niego a tomar una, no quiero terminar avergozando a mi alfa o su familia.

Los minutos pasan y la espera se me hace eterna, me mantengo sentado escuchando la conversación que mantienen nuestras familias, estoy bastante aburrido por lo que solo puedo bostezar y suspirar a cada rato.
¿Porque no a llegado?, Su padre dijo que tuvo un inconveniente pero que ya venía, ¿Le habrá pasado algo?.
Diosa espero que no.

Los fotógrafos tienen todo listo pero sigue sin llegar.

Su padre salió hace un momento y tampoco a regresado, la esposa de su hermano se a acercado a intentar hacerme conversar pero creo que no estoy usando el mejor tono porque la e espantado.
No quiero creer que se haya hechado para atrás, mi padre me confirmó que estaba listo todo.

Veo a los niños jugar en el jardín, son los hijos de su hermano y su esposa, están idénticos a ella, rubios ojos claros, se ven tan adorables mientras corretean ahí.
Su madre se acerca a regañarlos por tumbar un adorno floral, la enorme panza que lleva no le permite agacharse.
¿Como se sentirá llevar un cachorro en el vientre?
Sin duda debe ser maravilloso.
Me muero por vivir esa etapa también.

La música suena, los minutos se transforman en horas y la espera duele.
Alfa no llega, no creo que venga y de pensarlo me quema dentro.
Mi lobo y yo estamos tristes, abatidos, nos rechazo, ella nos rechazo.

Nuestras familias pelean pero no me interesa, me siento entumecido aquí sentado y mis lágrimas comienzan a salir.

En un momento llega mi madre a mi lado y me toma de la mano.

-Vamonos hijo -

Me levanta y salimos de la casa.
No soy consciente de mis movimientos, mi madre me lleva y es como si flotara, si en algún momento lo que estoy sintiendo me llevará al cielo para dejarme caer y golpearme fuertemente, porque lo que me arde el pecho jamás lo había sentido.

Pensé que este día sería felicidad.
Me equivoque.