𝗨𝗻 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗶𝗻𝗲𝗳𝗮𝗯𝗹𝗲 (𝗚𝗼𝗼𝗱 𝗢𝗺𝗲𝗻𝘀)

𝑹𝒆𝒏𝒂𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔

La noche caía sobre Londres cuando Aziraphale encontró a Crowley en un callejón oscuro cerca del Soho. El demonio, de pie entre las sombras, miró hacia arriba cuando escuchó los pasos ligeros de su antiguo compañero.

Aziraphale: (con voz suave) Crowley, necesito hablar contigo.

Crowley: (volviéndose lentamente) ¿Qué es lo que necesitas?

Aziraphale se acercó con determinación, deteniéndose frente a Crowley con una expresión intensa en sus ojos azules.

Aziraphale: (con sinceridad) Me he dado cuenta de cuánto te he perdido desde que me alejé de ti. Cometí un error grave y te he hecho daño.

Crowley lo miró fijamente, sus ojos dorados brillando con una mezcla de emociones.

Crowley: (con voz baja) No sabes cuánto te he extrañado, Aziraphale. Pensé que... (se interrumpió, luchando por encontrar las palabras adecuadas).

Aziraphale: (acercándose aún más) No quiero perder más tiempo. No puedo soportar la idea de estar separado de ti.

Sin decir una palabra más, Aziraphale tomó suavemente el rostro de Crowley entre sus manos y lo atrajo hacia sí, sellando sus labios en un beso lleno de anhelo y pasión. Crowley, inicialmente sorprendido, respondió con ardor, envolviendo a Aziraphale en sus brazos mientras profundizaban el beso con un deseo reprimido durante mucho tiempo.

Crowley: (entre susurros) Aziraphale...

Aziraphale: (con ternura) Te amo, Crowley. No quiero cometer el mismo error otra vez.

Crowley acarició la mejilla de Aziraphale con reverencia, sus ojos brillando intensamente en la penumbra.

Crowley: (con emoción contenida) Y yo a ti, Aziraphale. Siempre.

Unidos en el callejón oscuro, Aziraphale y Crowley dejaron atrás el pasado doloroso y se perdieron el uno en el otro, reconstruyendo no solo su amistad, sino también su vínculo profundamente arraigado en el amor y la complicidad.