No, no, no, no.
Esto no podía estar pasando, él no...Un chico de cabellos naranjas casi llegando a rojizo, corría por aquel campo de batalla con todas sus fuerzas tratando de llegar rápidamente hacia él, a pesar de sus intentos por llegar lo más rápido posible simplemente sentía que no avanzaba.
Su mente daba vueltas y respiraba agitadamente con el miedo de perderlo a él, se sentía inútil por no poder llegar.
Hombres corrían por el campo de batalla, algunos empujándolo al suelo y otros tratando de matarlo, pero ya nada de eso importaba.
Solo quería llegar hacia el otro extremo del terreno, aún con la esperanza de que su amado siguiera con vida.
Llegar allá era su única prioridad en ese momento, y aunque minutos antes le hayan avisado sobre el fallecimiento de su amado, él no lo creía. Él no podía estar muerto. Él lo prometió, prometió que volvería sano y salvo después de esa cruda guerra que no hacía más que acabar con la vida de tantas almas inocentes.
Había sangre, tripas, un olor fuerte a pólvora y cadáveres putrefactos y unos apenas caídos, pero nada de eso importaba. Solo quería asegurarse de que seguía vivo.
Siguió corriendo y defendiéndose como podía hasta que simplemente lo vio.
Su cuerpo sin vida yacía tirado entre un montón de barro.
Se quedó petrificado y ajeno a lo que pasaba a su alrededor, sentía dolor, mucho dolor, tenía ganas de llorar, tirarse al suelo y rogar porque eso solo fuera una estúpida pesadilla.
Salió de su trance y corrió hasta el cadáver, se agachó tomándolo en brazos y abrazándolo con todas sus fuerzas deseando que él le devolviera el abrazo y le diera una de esas sonrisas que no cambiaría por nada y otra vez volver a probar esos labios que constantemente sabían a tabaco y a veces aquellas mentas con las que el contrario solía tapar el olor para que no se diera cuenta.
- Christophe... Me prometiste... Que no morirías - Dijo el pelinaranja entrecortadamente y entre agrias lágrimas - Me mentiste... Otra vez - susurró ya casi sin fuerzas.
- ¡DESPIERTA! DIJISTE QUE NO ME IBAS A DEJAR- gritó enojado golpeando la espalda del otro aún manteniendo el abrazo - ME LO PROMETISTE, ERES UN MENTIROSO - Gritó desgarradoramente por el dolor que le daba verlo así.
- Se suponía que después de todo esto viviríamos juntos en un campo apartado de la gente que no hace más que juzgar y asquearse por nuestro amor - susurró más calmado acercando más el cuerpo del otro - solo quiero que nos volvamos a ver una vez más y poder confesarte cuánto te amé - aún ajeno a la situación de su alrededor besó los labios fríos y sin vida del otro, aún podía sentir esa inexistente calidez que sentía al besarlo pero ya no era igual, se sentía inútil, decepcionado de sí mismo, decepcionado de no poder hacer nada.
Tal vez si no lo hubiera dejado ir, nada de esto hubiera pasado.
Tal vez si lo hubiera acompañado la historia sería diferente.
Tal vez ambos hubieran muerto.
Tal vez hubieran sobrevivido y habrían podido vivir como lo deseaban.
Todo era un "tal vez".
Ya no tenía sentido seguir con vida para cada día del año atormentarse con la muerte de Christophe. Quería tomar su lugar, pero sabía que si hubiera pasado al revés, el otro tal vez se sentiría igual que él o peor o menos.
Sin más, se separó del beso y caminó moribundo hacia su muerte.
Solo esperaba un disparo o de milagro pisar una mina que terminara haciéndolo volar en mil pedazos.
Porque tal vez en otro universo sí hubieran podido tener esa vida que deseaban.
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One shot que le prometí a mi querido amiko DoumaCore
Se lo prometí hace como 1 mes pero son detallitos.
Tengan comida.
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Tal vez... |Molebert (Christophe x Herbert Pocket)
FanfictionTal vez si yo hubiese tomado su lugar...