Toxic love ~ Haobin OS

One shot

Hanbin ha sido siempre alguien que le gusta tener el control, en todo, sobre todo y por encima de todos.

Hao, es alguien tranquilo, pero al parecer, nunca le ha caído bien a aquel matón del equipo de fútbol.

El ha visto como miles de chicas están detrás de él, y como miles de chicos le miran sin ningún pudor.

Pero el sabe que Hanbin no se enrolla con nadie que le conozca personalmente.

Peleas en bares.

Sexo sin control con personas que desconocía y mucho alcohol era la vida diaria de Hanbin.

Y eso Hao, lo sabía perfectamente.

Incluyendo, todos los golpes que recibía a lo largo del día.

Entonces el menor no entendia por que seguía mirando como Hanbin se quitaba aquella maldita camiseta.

Trago saliva lentamente y miró como los músculos de aquella espalda eran algo que estaban muy marcados, mientras se extendian cada vez que el mayor cogia una bocanada de aire.

El sudor caía por su espalda y Zhang hao sintio que solo quería estirar su brazo para tocar aquella piel llena de marcas, cicatrices y heridas.

Joder, no quería saber como se sentiría estar entre los dos brazos del mayor, por que su cuerpo seguramente moriría en el intento.

El solo iba al baño, iba a ir solo al maldito baño, pero los de chicos no estaban abiertos y no se podía aguantar más las ganas de mear que tenía encima, el vestidor de los jugadores estaba vacío cuando entró, pero cuando quiso salir ya no lo estaba tanto.

Su cuerpo, que estaba temblando, dejo de hacerlo cuando sintio una mirada sobre el.

Mierda, mierda, mierda, iba a morir.

"Tal vez si dejas de comerme con la mirada, no lo haga, pequeño." Dijo mientras se acercaba a Hao, mierda, era más pequeño en cualquier sentido en comparación de él.

Hanbin agarró su muñeca y le empujó contra las taquillas, obligando a que una mueca se traspasara a su rostro al sentir los candados clavandose en su tierna piel.

No era muy diferente a cuando le golpeaba para robarle los apuntos de clase, pero había algo que se sentia completamente diferente.

"Venga, si confiesas las ganas que tienes de que te folle ahora mismo, tal vez, tenga compasión contigo, ¿que dices?" Preguntó con una sonrisa socarrona.

"No... no quiero..." Dijo intentando autoconvencerse, venga ya, no podía... no debía querer esto, estaba mal...

Hanbin agarró su mandíbula con fuerza obligándole a mirarle a los ojos, temblando mientras sentía el rostro del mayor acercarse a él.

"¿Seguro...?" Su aliento choco con el, y no pudo evitar humedecer su labio inferior. Asintió, por que sabia que si habría la boca, lo más probable es que suplicara por ello.

Soltó su muñeca y el menor creyo por un momento que era libre hasta que las manos que ya no sujetaban sus muñecas, estaban ahora agarrando su rostro para poder delinear su labio inferior con su lengua.

La mano derecha de Hanbin cayó a su espalda, y gimio sin poder evitarlo, queriendo más, más...

"Más..." Susurró sin pensarlo, hasta que vio aquella sonrisa, aquella sonrisa de triunfo.

Hanbin metió sin cuidado su lengua en la cavidad bucal del menor, barriendo cada lugar y rincón que se encontraba en su boca.

Y Hanbin se sintió raro, nunca había besado a nadie antes de follarselo, era siempre rápido, placer para el e irse dejando algo de dinero en una mesilla.