CAPÍTULO 82 Avistamiento esperado

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Los nervios de Taylor no iban a pasar pronto, su esposo estaba esperando ansioso por ellos en el estadio que ha sido como su segundo hogar durante años, permaneciendo muy paciente con respecto a respetar los tiempos de Swift, ella no se ha mostrado completamente abierta a estar con sus hijos de una manera pública, tuvieron muchas conversaciones acerca de eso, siempre se iba a mostrar temerosa por la seguridad de sus bebés, sobre todo desde que su relación es de la más buscada en internet, todos querían saber de la familia Kelce Swift, por lo que llegaron al acuerdo de realizar todo bajo las condiciones de la cantante, por supuesto que iba a llevar a su equipo de seguridad, no se atrevería a ir a un lugar así sin ellos, a pesar de que no estaría lleno al tope de gente como en un partido normal, era solo un entrenamiento, aunque si habría gente aficionada presente.


Antes de salir de la casa, Taylor se aseguró de que llevaba lo necesario, el salir con niños de casi dos años significaba estar alerta a sus emociones, podían portarse de cualquier manera, ¿Entretenidos?, ¿Bien?, ¿Mal?, ¿Aprenderían a manejar sus emociones de un modo distinto?, era una moneda al aire, sus nervios estaban cantando canciones de terror dentro de su cabeza, pero trató de relajarse, los niños no sabían a donde iban, sin embargo se mostraban emocionados porque estar al pie de la entrada significaba que saldrían de casa y es algo que no hacen tan seguido, Donna tenía a Charles de la mano, el pequeño ya se veía molesto, porque solo estaban parados afuera y nada interesante sucedía, Evie, se hallaba sentada en la orilla del primer escalón para entrar a la casa, con una cara de aburrimiento, cargando a su bebé.

La rubia ese día igualmente se vistió con la playera de los Chiefs, 87 y Kelce, ahora se sentía todavía más íntimo y especial ya que estaban casados y formaron una familia, todos iban a juego, decidió ponerse unos pantalones cortos y tenis, para conservar la comodidad de controlar dos pequeños que probablemente querrían correr por todos lados, además de que aquella vestimenta le daba la oportunidad de sentirse libre del vientre, odiaría aplastar a su bebé, la camisa no era lo suficientemente holgada para ocultarlo, pero tampoco muy ajustada para hacer notar sus tres meses de embarazo.

Ella se tocó el vientre tratando de calmarse, no eran los síntomas del embarazo, era su ansiedad.

—¿Te encuentras bien, Tay? — su suegra le preguntó al verla extraña.

—Estoy bien—

—¿El bebé? — miró como se acariciaba repetidamente.

—También, solo es algo mío, lo siento— trataba de explicarle su ansiedad, pero no se quería ver como una exagerada.

—Ok, pero si necesitas algo o te sientes mal, sabes que puedes decirnos, ¿Verdad? —

—Sí— sonrió. —Gracias— se sintió mejor al oír eso.

—Ya vienen— Ed habló, poniéndose de pie también, estaba sentado en la escalera junto a su nieta.


El personal de seguridad de la cantante llegó, las camionetas blindadas iban a ser parte de su vida y lo que restaba de ella, dos sujetos bajaron y saludaron a la rubia, los pequeños miraban a esas personas, ellos han estado cuidándolos desde que tienen memoria, podían verlos cerca pero nunca les hablaban, apenas hasta ahora que notaban su presencia porque ya se daban más cuenta de lo que los rodeaba.

—¡Hola! — Evie les dijo.

—Hola, señorita Kelce— Alex respondió sonriendo, él debía conservarse siempre serio y atento a su trabajo, pero le pareció adorable su vocecita, la niña era completamente igual a Travis, le parecía sorprendente.

—Vamos a subir al auto, chicos— Donna guio a Charles al mismo.

Los asientos para bebés se encontraban colocados de manera correcta, a la mente maestra le gustaba tener todo bajo control, más ahora que iría de manera pública a un evento "sencillo" como ese, subió a Charlie primero, abrochando su cinturón de seguridad, el pequeño sonrió al estar sentado en aquella silla, iba a pasear y eso le gustaba.

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