Consecuencias

La campana de la escuela sonó a lo lejos y Mariana no debía llegar tarde. En la primera clase ella era la primera en presentar su exposición; no sabía que detestaba más: el hecho de tener un apellido que empezara con la letra A o que las exposiciones en clase siempre eran en orden alfabético. Justo al lado de su secundaria, el presidente municipal tuvo la maravillosa idea de poner una preparatoria; al momento de casi cruzar la puerta de su escuela se encontró con Silvia. Estatura promedio, alrededor de unos 1.65 m., delgada, exceso de maquillaje, un extraño lunar en su brazo derecho, siempre acompañada de sus amigos: 3 chicas y 2 varones.

Hola, Mariana, ¿A dónde tan aprisa? - Le decía Silvia, mientras su bola de amigos se reía atrás de ella.

Hoy no Silvia, estoy muy atrasada. - Le respondía Mariana mientras sutilmente trataba de proteger su presentación.

Oh vamos, no tienes que ponerte así cada vez que nos vemos. - Silvia alcanzó a ver el papel bond que Mariana con mucho esfuerzo elaboró un día antes. - ¿Qué es eso?

Nada - le contestaba Mariana de forma desafiante - ya me tengo que ir, así es que...

Al momento de querer zafarse, Silvia alcanzó a agarrarla de la mochila y de un jalón le arrebató el proyecto, ocasionando que Mariana casi cayera de espalda.

Oye - le decía Silvia mientras abría el papel para ver mejor el trabajo - si que es una buena presentación. Eso me recuerda que tengo una presentación para la otra semana, pero, tú sabes, no sé escribir - le decía de forma sarcástica - así es que, ya sabes, te tocará hacerlo tú.

DEVUÉLVEME MI TRABAJO - le gritó Mariana, casi al borde de las lágrimas - Y EN SERIO ERES ESTÚPIDA SI CREES QUE VOY A HACER OTRO TRABAJO PARA TI.

¿Acabas de llamarme estúpida? - en eso Silvia comenzó a reír - vaya, parece que la pequeña ya sacó sus garras, bien, chicas, ya saben qué hacer.

Entre las 3 amigas de Silvia agarraron a Mariana, una en cada brazo y la otra la agarró del cuello para que no pudiera zafarse; aunque parecía más bien que quería asfixiarla. Mientras la sujetaban, los 2 hombres se dedicaron a destruir el trabajo de Mariana: lo pisaron, lo rayaron, lo rompieron, lo patearon, todo eso mientras la pobre Mariana lloraba; a los abusivos les causaba gracia la forma en la que Mariana sufría. La presentación quedó hecho un desastre y en ese momento dejaron libre a Mariana; mientras ella miraba con tristeza y odio la forma en la que quedó su proyecto, Silvia, que desde el momento que empezaron a destruir el papel no paraba de reír, se dirigió a Mariana:

Ay ya, deja de llorar que caes mal. Solo que para que conste, esto fue tu culpa por llamarme estúpida. Ya vete a tu escuelita, córrele. Otra cosa, lo de mi presentación era en serio, así es que si no quieres que te hagamos lo que le hicimos a tu trabajo, será mejor que lo hagas. Descuida, tengo tu número para enviarte lo que necesito. Pórtate bien - le decía mientras le daba palmadas en sus cachetes.

Al irse, Mariana estaba tan triste como enojada; odiaba el hecho de que hayan tenido que construir la preparatoria al lado de su escuela, además de que lamenta haber saludado a Silvia.

Para ponerlos en contexto, retrocedamos unos 7 meses. La preparatoria "Francisco Xavier Mina" acababa de inaugurarse por lo que había muchos estudiantes nuevos. La directora de la secundaria "Anastasio Bustamante", para dar la bienvenida llevó a 30 de sus mejores estudiantes de todos los grados, entre los que estaba Mariana, para recibir a sus nuevos vecinos. La ceremonia de apertura fue breve y sencilla; luego del evento, todos los alumnos fueron invitados a comer. Mientras todos comían, ya se estaban formando grupos de amigos. Mariana no fue sola al evento, su amiga Fabiola, fue con ella. Ambas tenían los promedios más altos de su salón, aunque Fabiola era 2 décimas superior a Mariana. Claro que eso no era ningún motivo de envidia, porque las 2 chicas se trataban como hermanas; claro que tenían una que otra discusión, pero lo solucionaban rápido.