En medio del caos⅓

Capitulo quince.

[En la academia de ballet]
[Domingo].

Caminaba de un lado a otro, se escuchaban gritos y la discusión no era nada linda, al otro lado de la habitación aún se podía ver a las obreras intentando limpiar el caos.

No puedo creer lo que pasó.

[FlashBack]

Todo parecía estar bien, hasta que de repente un enfurecido Juan entra en la habitación y le da un golpe en seco a Thomás.

Desde allí empezó una pelea, a ninguno de los dos le importó que yo llorara asustada, reflejando el auténtico pavor.

Luego de tanta pelea fue Max quien se metió, los dos se separaron, a Thomás se lo llevaron para ver sus heridas y desde entonces Juan y Max están discutiendo en la oficina.

[FindelflashBack]

No pude aguantar más y terminé por derrumbarme a llorar, estaba en el suelo llorando mientras todos caminaban de un lado a otro intentando averiguar sobre lo sucedido.

Unas manos me acariciaron la mejilla, abrí los ojos con la intención de encontrarme con los hermosos ojos negros de Thomás pero no era el, apenas abrí los ojos pude ver una sonrisa y dos diamantes.

Era la figura de mi madre.

Intenté decir algo pero mi cuerpo no respondía, mis lágrimas dejaron de salir y una sonrisa inocente surco mi rostro.

Hasta que mi golpe de realidad llegó.

Abrí los ojos lentamente y vi a todos a mi lado formando un círculo, decir que estaba confundida era muy poco, no sabía en qué momento me dormí.

-Me asustaste, te creí desmayada — dice mi instructor, yo lo miro con los ojos cristalizados — ohh linda, no llores, por favor.

-M-Mi madre... Estaba aquí, y-yo la ví...

- Solo fue un sueño muñeca, ella no... No está aquí.

Me derrumbe a llorar, esa sin duda fue la tortura más realista que e tenido en mi vida.

Muchas veces e tenido pesadillas con ella pero en ningún momento la había visto tan nitidamente, tampoco habia visto tantas emociones en sus ojos.

-Shh, no llores, es mejor tu sonrisa.

-¿Do-Donde está Ju-Juan?

-Mi hijo está en la casa — me separé del abrazo y lo miré sorprendida — si, es mi hijo y si, se lo que son.

-¿Todo?.

-Todo. El es un buen muchacho, a sufrido mucho por lo de Sarah.

-Me imagino...

-Ella era su Reina ¿Sabes? Al igual que yo, a el también le arrebataron a su Reina.

-¿Reina?.

-¿No sabes lo que es? — niego con la cabeza — Es raro, debieron avertelo explicado el mismo día en qué.... ohhh — me revisó rápidamente con la vista — aún no te as iniciado oficialmente.

★★★

Ya que no tenía nada que hacer en la casa me puse mis audífonos y mi tutú, moví un poco las cosas en mi habitación y empecé a practicar.

Mi presentación debe ser perfecta.

El ritmo estaba muy sincronizado y los movimientos parecían que si lo forzaras mucho se romperían así que pensé que estaban perfectos.

Se supone que el ballet es así ¿No?.

Luego de varias horas ensayando bajé y comi algo rápido, tomé mi skateboard o como yo le digo skate y salí de la casa.

El parque estaba mas solo que de costumbre, no había tantas chicas patinando, mas bien parecía que yo soy la única aquí.

No le di importancia y me dediqué a mejorar mis trucos, saltos y velocidad.

Luego de un rato quedé exhausta así que me deje caer en una rampa y empecé a beber agua.

-Estuviste perfecta — una voz me hace girarme para encontrarme con tal vez, el chico más erótico que e visto en mi vida — ¿Cuánto tiempo llevas en el patinaje?.

-Casi un año.

-Eres demasiado buena — me sonrojó — ohh soy Mateo por sierto — dice extendiendome la mano y correspondo al gesto.

-Katherine Ángeles.

-Woow, mi amigo Thomás tiene el mismo apellido, siempre dice que se lo dió un señor.

-Thomás antes vivía en un orfanato, hasta que mi padre lo sacó de allí y le dio su apellido.

-¿Cómo se llama tu padre?.

La pregunta me toma por sorpresa.

No se que responder, no recuerdo su nombre y creo que es imposible llegar a recordarlo, la última vez que lo vi fue hace tal vez Diez años y en aquel tiempo le decía Dad.

-Dad — arquea una ceja — le decíamos así, el murió.

-Qué pena....

★★★

Ya eran casi las ocho de la noche y seguía hablando con mateo, este chico es sorprendente, me encanta la forma en que bromea y juega, parece un ñiño chiquito.

-Oye ya me tengo que ir pero si quieres podemos tener una carrera antes.

-¡Si claro! — grito emocionada.

-¡Que no se hable más!.

Luego de fijar el punto de salida y el de meta nos pusimos en nuestras posiciones, yo por mi parte me sentía nerviosa.

Cuando escuché el reloj marcar las nueve entendí que la carrera daba inicio así que empecé a tomar velocidad, sin embargo Mateo me superó.

A la mitad del camino y aún seguía atrás de el, no había apostado nada pero aun asi no quería perder.

Ya casi llegando a la meta se me ocurre una idea un poco descabellada, empiezo a hacercarme al borde y tomo un pedazo de rampa rota para hacerme impulso.

Mi idea funciona y llegó a tomar delantera, me falta muy poco para ganar.

Apunto de cruzar la meta caigo en cuenta que e llegado al mismo tiempo que Mateo, no se si eso me hace feliz o no.

-Estuviste genial, una chica jamás me había podido seguir el paso.

-Ohh gracias — baje la cabeza sonrojada — tu... también estuviste bien.

Nos intercambiamos unas sonrisas y dejé que se fuera, yo también me fui a mi hogar.

En mi habitación, recostada, la único que podia hacer era pensar en esa sonrisa y esos ojos negros que no dejaban de surcar mi mente y mandar punzadas acaloradas a mis zonas prohibidas.

Finalmente logré dormirme con una sonrisa.