Mientras Alador tranquilizaba a su pequeña hija en la camilla del hospital, Odalia Blight discutía con todo aquel que se le cruzará por el medio.
—¡Quiero que atrapen ya a ese maldito Wittbane!—exclamó furiosa a Darius Deamonne, el jefe de policía.
—Estamos en eso...
—¡Estamos en eso! ¡Me tienen harta con el estamos en eso!—gritó, exagerando sus movimientos al máximo.
—Pero, para informarte, quien atacó a tu hija no fue Philip Wittbane, o quien sea que haya matado a Willow Park—dijo Darius—. Fue una mujer, cabello azul, según me dijeron.
—¿Lilith Clawthorne?
—No; tu hija nos dijo que la mujer era negra.
—¡Está bien! ¡Solo haz algo! ¡¿Quieres?!
Odalia se fue furiosa, actitud con la que era normal verla. Darius se sentó en su escritorio; acababa de volver del hospital cuando Blight entró en su despacho como si fuera la dueña. La investigación no pintaba nada bien... la paz existente desde hacía años se había evaporado en menos de una semana: Willow Park, asesinada el 20 de septiembre; Jocelyn Criss, asesinada el 23 de septiembre; Luz Clawthorne y Amity Blight, heridas en un intento de asesinato el 24 de septiembre. Todo en cinco días, dos culpables, los cuales probablemente trabajan a la par. Lo peor de todo era que tres de ellas estaban conectadas directamente con Hunter Clawthorne.
Luz Clawthorne, hermana adoptiva. Amity Blight y Willow Park, amigas.
Jocelyn Criss... no tenía ninguna conección. Era una chica de quince años, peliroja, perteneciente a una familia de clase media-alta. Notas destacadas, noviazgo con la hija del entrenador de la Preparatoria Lancy, Isabella Frips, dos hermanos mayores... ¿Por qué estuvo en la mira de Philip Wittbane? ¿O quizás solo fue alguien imitandolo? ¿Su ex novio, Louise Pascow?
Darius se llevó un cigarrillo a la boca y levantó los pies en su escritorio. Por alguna razón, siempre supo que eso iba a suceder, tarde o temprano. Lo supo desde el día que encontró a su mejor amigo muerto y a su hijo cubierto de su propia sangre. Siempre supo, de alguna forma, que él volviera por el bebé, por Hunter.
Pero lo más raro es que no había atacado a Hunter. No aún.
¿Qué buscaba? ¿Matar por placer? Estuvo años en otro país, haciendo de las suyas, probablemente ¿Por qué volver a Gravesfield, un pueblito de mierda en medio de la nada? ¿Para crear miedo, asesinar unos cuantos, e irse para volver diez años después?
—Darius, Owen Park quiere hablar contigo—anunció Eber Wolf, irrumpiendo en su despacho.
—Dile que estoy ocupado.
—Por favor, se lo ruego—murmuró el señor Park detrás de Eber.
Darius rodó los ojos y tiró el cigarrillo. Asintió para que pasará.
—¿Que sucede, Owen?
Owen Park se sentó en una silla frente al escritorio. Para entonces, eran las tres de la mañana, y Owen parecía no dormir desde hacía días. Tal vez, desde la muerte de su hija.
—Queria hablar directamente con usted—dijo y sacó de una bolsa una cámara de vídeo, bastante nueva—. Estaba revisando y... encontré esto, en un vídeo.
Prendió la camara y un vídeo comenzó a reproducirse. En este, Willow perseguía a Luz en el parque, el día de su cumpleaños (y muerte), tratando de abrazarla. Siguió reproduciendo el video y Darius se inclinó para ver mejor. En un momento, a la derecha, la cámara grabó unos segundos a una persona sentada en un banco, con un sombrero cubriendo la mayor parte de su cabeza, pero con la mirada fija en las niñas que correteaban. Segundos después, el video terminó.
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The Gravesfield's Murders
FanfictionEn 1993, Caleb Wittbane y Evelyn Clawthorne fueron encontrados sin vida en su apartamento y a pesar de que fue toda una masacre, el ser más diminuto de la familia, Hunter, sobrevivió. El culpable escapó de la ciudad y posteriormente del país, y con...