El León Que Amó Por Primera Vez *Jarck*

Prefacio

La adrenalina corría por su cuerpo, Jackson, mordía con fuerza su labio inferior, al tiempo que aceleraba con todo, tenía un buen auto, el mejor de ese cochino lugar, él mismo lo había diseñado, no había nadie quien fuera una competencia directa para él, sonrió satisfecho cuando dejó un par de autos atrás.

—Novatos—bufó con suficiencia.

Las carreras clandestinas eran una fuente de adrenalina y buen dinero, él era el ganador, no había quien lo igualara, era un cabrón perfecto, su ego estaba inflado. Sin embargo, su sonrisa de satisfacción se fue borrando cuando vio el auto que le pasaba los talones, lo reconocería en cualquier lugar, apretó la mandíbula haciendo maniobras para no dejarlo pasar.

—Maldito idiota—gruñó apretando el volante, estaba molesto.

Tal vez Jackson había cantado victoria antes de tiempo, tal vez, sí existía alguien que era su competencia directa, su peor enemigo, quien le hacía rabiar cada vez que estaban en el mismo lugar y la única persona en el mundo a quien no quería ver en ese momento. Fue rebasado, trató de volver al frente, pero, por un demonio que no pudo, su enojo creció, cuando aquel auto cruzó la linea de meta ganando la competencia, dejándolo en segundo lugar.

Bajó al instante, cabreado, escuchando los gritos de algunas personas que disfrutaban esos eventos privados y muy ilegales, lo vio bajar, y no dudo en plantarse frente a él. El omega le miro con suficiencia, antes de sonreír de forma mordaz, riéndose de él.

—¡¿Qué mierda estás haciendo aquí?! —gruñó encarandolo.

Mark bufó. —¿Vas a comenzar de mal perdedor? Te di ventaja y ni siquiera pudiste ganarme con eso.

Apretó las manos, lo observó de pies a cabeza, su cabello rubio, bien peinado y brillante, su rostro bien definido, esa sonrisa grande, lleno de arrogancia, ojos llenos de suspicacia, alto, de buen cuerpo esbelto, o al menos eso era antes, su vista paró a su vientre hinchado, su alfa gruñó, reclamando querer estar cerca de su cachorro, pero él mantuvo la compostura.

—No deberías hacer está mierda en ese puto estado.

—Oh—Mark ensombrecio sus fracciones—. Cuidado Jackson, casi me haces creer que te preocupas por tu hijo.

Boqueo incapaz de decir algo más antes de darse la vuelta, quería salir de ahí, sin embargo, los conocidos sonidos de las sirenas le hicieron maldecir, regreso tomando la mano de Mark para salir corriendo de ahí, no era una buena noche para ir a prisión.

Mientras corría, se preguntaba, ¿Cómo es que había terminado de esa forma? Un alfa puro corriendo y tomando con fuerza la mano del Omega que más odiaba y deseaba en el mundo, el cual cargaba en su vientre el hijo que ambos habían concebido después de una carrera en un callejón abandonado, su vida era un desastre ¿No?

Historia de los papás de Namjoon en el Tigre que se comió al cisne.

Espero que les guste, me lo estuvieron pidiendo mucho.

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