Sospechas

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Después de aquella peculiar noche, el doppelganger se despierta sorprendido y aliviado de que lo sucedido fuera real.

Se sienta en el sillón tallando sus ojos un poco, mira a su alrededor y observa que Francis se levantó a priori que él, ahora está limpiando el plato roto y la comida del piso que había tirado antes.

Con rapidez se pone de pie y se acerca tímido a querer ayudarlo, pero se interrumpen sus intenciones.

—Está bien, está bien, no tienes de qué preocuparte, yo puedo hacerlo solo— Le comenta con una sonrisa suave —Esto le sucedía mucho a Anastacha cuando era bebé, ya me acostumbré—

Continúa limpiando eso hasta que ve la hora y ve que se le hace tarde para repartir la leche.

—Ay no— Comenta con un tono cansado —Oye, uhm— Le dice al doppelganger mientras prepara su caja de leche para irse a trabajar —Si el teléfono suena no contestes, no importa si es muy urgente, no creo que quieras que supieran que estás aquí—

El doble comprende y asiente la cabeza, no se puede arriesgar a ser descubierto por nadie, debido a lo que eso podría significar para él.

—Regreso más tarde, no hagas ninguna locura ¡Okay adiós!— Se despide mientras corre contra reloj, dejando el lugar vacío.

Francis no puede asegurar que vaya a salir todo bien, que el doble no piense en irse de ahí, sin embargo, se preocupa de llegar tarde a entregar los pedidos. Finalmente, sale del edificio, va entre los otros sitios a vender la leche.

Cada vez que se le entrevista para entrar y confirmar que no sea un doppelganger, piensa en su compañero, se pregunta por qué actúa de esa forma, en cuáles serán sus verdaderas intenciones.

Finalmente, llega a su edificio, agotado por la caminata y subir escaleras. Ya quedan pocas puertas para terminar, va al primer piso a hacer una entrega a las gemelas Sverchzt, pero se topa con Angus, quien se sorprende de verlo.

—Wow hace rato no nos veíamos ¿Qué tal has estado?— Pregunta el empresario —Mm, ya sabes, el trabajo me está matando, me duelen las piernas y ni se digan los brazos, cargar con tantas botellas es agotador, pero la gente es muy demandante con la leche— Dice el cansado lechero.

—¡Uf! No me puedo imaginar haciendo eso yo, mis brazos son unos debiluchos, se me caería la caja al suelo— Comenta con cierta gracia —Ehm... Eso ya me ha sucedido... El pasillo terminó lleno de leche y me miraron raro— El lechero se muestra avergonzando al decir eso.

Angus no puede evitar reírse un poco por eso. Ambos conversan algo antes de que Francis recuerde que le faltan otros dos pisos, por lo que se despide de él prometiendo hablar cuando haya oportunidad.

De manera cortés entrega dos botellas a Margarette antes de ir a ver a su ex, suspira de antemano al tocar la puerta.

—Uhm hola papá— Lo atiende Anastacha con tranquilidad. El encuentro es cálido entre ambos, pudiendo hablar sin que los vea Mikaelys, quien salió por una emergencia del trabajo, por lo que le encargó el dinero con el que le va a pagar a su padre por la leche.

Con la motivación, al haber intercambiado unas palabras con su hija, se va decidido a terminar sus entregas, aunque, Izaack sale de su departamento en cuanto ve a Francis pasar.

—Ohhh ¿A quien tenemos aquí? ¡A las bolsas largas!— Comenta con cierta burla hacia Francis —Izaack no. No hiciste un pedido por adelantado así que no te voy a vender nada— Dice con total calma.

—¡Ah! No, no, no te iba a comprar leche, solo quería saludarte ¿Acaso no puedo?— Le dice con cierto carisma —No, pero ya me tengo que ir, estoy cansado y con ganas de hacer algo de comer—

Izaack se decepciona por su apuro, pero parece más que lo quiere evitar —Bueno como quieras, solo quería decirte que las malas lenguas han estado sospechado que tal vez no eres el mismo... Que fuiste reemplazado por un impostor—

Esto asusta un poco a Francis, pero prefiere no pensar de más —Uh... ¿Disculpa? ¿Qué quieres decir?— Pregunta intentando saber a qué se refiere —No es por estar en tu contra, pero los rumores me dicen que ayer un doppelganger se metió a tu departamento y ahora te ha remplazado ¿No es así? Impostor—

Sus palabras lo asustan, sin embargo, es por la posibilidad de que sepan que hay un doble en su zona —Eh, no sé de qué hablas— Sigue intrigado de que están pensando los demás sobre eso —Tal vez por los ruidos que se escuchaban. Como gritos y golpes hasta que se quedó en silencio todo al cabo de un rato—

Esto solo lo hace ponerse nervioso, pero evita mostrarlo —Si, bueno, yo estaba viendo televisión y creo que el volumen se encontraba muy alto y ya sabes, también veía una película de terror, solo me asusté...—

Trata de dar una respuesta convincente para no verse más sospechoso, pero eso solo le hace sospechar a Izaack —¡Wow! No sabía que eras tan cobarde, querido— Le dice con sorpresa el reportero, aunque esto solo le provoca un ligero rubor a Francis por la vergüenza.

Al final se va argumentando que ya es muy tarde. Conforme entrega las últimas botellas, uno de sus vecinos sospecha de su excusa barata.

—Entonces... ¿Solo te habías asustado mucho? ¿Qué me dices de los gemidos?— Le cuestiona Steven —¡Eh! ¡E-eso es personal! ¡N-no te incumbe!— Le afirma con nervios y vergüenza —Lo que digas viejo. Pero mi papá está preocupado de que haya sido algo más grave, ya sabes cómo son los ancianos, solo espero que se crea la mafufada que dijiste y que sea cierto, están realmente preocupados los vecinos—

Al final se despide de Steven, su último cliente. Llega a su casa con el cuerpo hecho polvo, dejando en la mesa las pocas botellas que sobraron, poniendo su sombrero de lechero en el perchero y desamarrando su moño, sin embargo, se encuentra con algo peculiar.

—Oye ya llegu... ¿Qué carajos?— Observa al doble atorado en su alacena, con la mitad del cuerpo adentro y sin poder salir por lo ancho que es.

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oto graffia rebizadash ksksksks

Tan travieso y dócil | Francis X HoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora