Prólogo: antes de irte debes arreglar las cosas

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Cerró el zipper del último bolso y suspiró, dejándose caer en el suelo por lo agotado que estaba. Ahí, con la espalda apoyada en la parte trasera de la cama, admiró las paredes blancas, que parecían desnudas después de haber estado cubiertas con posters y fotos familiares. Las marcas del pegamento que usó para colocarlos seguían ahí, e incluso uno que otro resto de papel que no logró despegar del todo. El armario estaba vacío, los estantes también y la cama solo tenía una sabana blanca para cubrirla del polvo hasta que otra persona llegara a ocupar el apartamento.

Las mudanzas eran muy agotadoras, y no solo físicamente.

-¡Baek! ¡Ven a comer algo!-gritó desde la sala.

Con mucho pesar, Baekhyun se enderezó y apiló el último bolso sobre el resto de maletas que debía llevarse, para después salir de la habitación a la sala, y encontrarse con Minseok tarareando mientras preparaba algo, confianzudamente en su cocina. Se acercó a la barra que dividía la cocina del salón principal, y arrastró uno de los bancos para sentarse ahí y ver a su hyung tostar pan y ponerle mantequilla, con tal delicadeza que parecía una receta gourmet en vez de un refrigerio simple para recuperar fuerzas.

-Ten-dijo, dejando una bandeja con una taza de té y tostadas en un plato pequeño.

-Gracias por toda la ayuda, hyung-musitó, tomando la taza entre sus dedos para dar el primer trago.

-No es nada, sabes que me encanta venir a visitarte...o bueno, me encantaba-Minseok también se sentó en la barra, frente a Baekhyun, para comer tostadas en compañía. Lo que parecía ser su última comida juntos-Debo admitir, que voy a extrañar este apartamento-

-Puedo decirle al casero si estás interesado, sé que amas la vista hacia el río Han-

Minseok negó-No gracias, aunque me gusta mucho, prefiero la calidez de mi hogar en Gwando-

-Tienes razón, tú casa es muy acogedora-

-Nada que ver con estas frívolas paredes-respaldó-Y supongo que venir hasta acá no tiene sentido sí estoy yo solo, ¿sabes lo que digo?-

Baekhyun sonrió ladino, casi burlesco-No tienes que dar tantas vueltas para decir que vas a extrañarme, hyung-

Minseok rechistó y le dió un pequeño golpe con los dedos en la frente-No seas malcriado, mocoso-

-¡Yah!-se quejó, acariciando el lugar donde Minseok había golpeado, muy seguro de que ahí quedaría una marca roja porque Minseok no era del tipo que se contenía a la hora de golpear a otros-¿Porqué sigues diciéndome mocoso, de todas formas? Cumpliré veintiocho-

-Cierto, has crecido muy rápido-suspiró.

Baekhyun rodó los ojos-Y ahora tienes ataque de nostalgia-

-Oye, para ser tú última noche en Seúl te estás ganando la paliza del siglo-

Baekhyun soltó una risita, asintiendo en derrrota. No dijeron nada más por un rato, disfrutando en silencio del pequeño refrigerio y la vista hacia el río Han mientras caía el atardecer. Baekhyun también extrañaría mucho ese apartamento, algo que consideró temporal hace muchos años terminó volviendose en una manera de vivir, y esa etapa idílica de su vida la recordaría por siempre.

A decir verdad, no tenía mucho que perder, no tenía familia a excepción de su hermano mayor Hyunsoo, pero desconoce su paredero desde que se casó con una mujer filipina y ella lo aisló de todos, también solía tener un novio pero resultó ser un imbécil infiel, a pesar de que su relación duró casi tres años, al tipo no pareció importarle mucho y simplemente lo dejó.
Luego tenía a sus dos mejores amigos, Minseok y Jongdae, y Minseok estaba con él ahora mismo pero Jongdae...

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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