Katherine, una chica de 15 años, con una infancia oscura, con secretos y remordimientos, todo eso la a ayudado a dejar en claro su meta más importante que es..... Venganza.
"Aun en la noche más oscura puedo lograr alcanzar la luz y salir de este cao...
Son apenas las 7 de la noche, es más temprano que de costumbre pero que más se va a hacer, antes de venir tuve una discusión con Amelia y mi tía así que dudo mucho que pueda regresar hoy.
Caminaba entre el montón de gente aún nerviosa, no es por la carrera, es por las personas.
Rosas espiny, Mon fire, Inferno, Angeles de la oscuridad, La revolución, Cenizas de odio, Entré muchos más grupos que no conozco.
Todos vestidos de colores diferentes, no podía evitar temblar cada vez que alguien me pasaba por el lado y me detallaba sin nisiquiera disimular.
Me senté en el único asiento vacío en el lugar y me concentré en un punto en el suelo, solo quería que todos desaparecieran y poder tener un poco de espacio...
-Hola linda ¿Pasa algo? - escucho la voz de Veroxica pero ni siquiera me molestó en levantar la mirada.
-Me siento sofocada.
-Es normal las primeras veces, solo relájate, Ey ven a ver.
Sin tener tiempo a quejarme y decirle que no me iba a mover me tomó de la muñeca obligándome a caminar.
Le doy gracias a Dios que mi ropa tiene algo como una cola porque del resto todos los de Espiny estarían viéndome (vestuario 1 de la fila de abajo)
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Sigo mi caminar hasta que llegamos a un lugar donde hay mucha gente reunida, todos al ver a Veroxica abren paso y la dejan caminar ¿Porqué? Ni idea.
Me indica que no siga avanzando y me quedo entre la multitud, ella se quita el suéter y me lo pasa, le dice algo a saber Dios quien y la música empieza a sonar.
¿Batalla de rap? Eso no me lo esperaba.
Escuchaba los variados insultos que se lanzaban los dos competidores, sentía pena ajena por la chica de la revolución.
Al fin y al cabo ganó la más obvia, Veroxica. No me sorprende.
Así pasé un buen rato, escuchando múltiples canciones acompañadas de indirectas muy directas.
Unos brazos rodearon mi cintura y me tence, mi corazón empezó a latir a millón y ya sentía la nesecidad de escapar.
-Shh...cálmate linda, soy yo - me intenté tranquilizar al escuchar la voz de Joseph - Vamos, me toca acapararte.
-¿Que haces tú?.
-Ya lo verás.
Caminé junto a el con pasos lentos y nervioso, me sentía muy asustada, si de un momento a otro esto llegase a salir mal yo misma me suicidaría.
Por fin llegamos a un lugar más apartado, el humo de los múltiples cigarros se podia diferenciar con fácilidad.
¿Competencias de fumar? Eso es lo más estúpido que es escuchado en mi vida.
