Capitulo uno.

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Despertó en una cama de hotel, se dió cuenta de que su acompañante con el que ayer pase una fantástica noche no estaba, por lo que se levantó, le dolía el culo y las caderas.

Busco su ropa y su teléfono, observando que tenía varias llamadas perdidas de Touya, su manager.

- ¿Qué demonios quieres? - Preguntó por el teléfono mientras maldecía al imbécil que le dejó varias marcas.

> ¡IMBÉCIL, TODAVIA PREGUNTAS. TIENES LA MALDITA REVELACIÓN DE IDENTIDAD! - Gritó Touya, aparentemente furioso.

- Mierda se me olvido. ¿A qué hora es? No sé por qué aceptaste está mierda, solo dime con quien voy a pelear y ya -

- Si no te presentas en dos horas, yo seré quien te parta tu puta madre, imbécil. - Colgó Touya, simplemente suspiro y se metió a bañar otra relajarse.

Si no iba, Touya lo estaría chingue y chingue y se cancelaria la pelea, pelear contra uno de los diez más grandes de artes marciales mixtas. Era una muy buena oportunidad y estaría muy mal dejarla pasar, se baño para después mirarse en el espejo. Se tapo los chupetones que traía, el imbécil con el que se acostó no era nada suave, tenia pequeñas marcas moradas en su cadera por lo que cualquier marca visible se la tapó para que en la revelación no la vieran.

Salio junto sus llaves del automóvil y una maleta deportiva al lugar dónde sería la revelación de identidad. Sería la mejor pelea de artes marciales mixtas que la gente había visto, aún sin saber quien era su rival sabía perfectamente que daría todo por ese titulo, simplemente le había dicho dabi que era uno de los diez grandes de artes marciales, el estaba por el cincuenta, así que esta era su oportunidad para acabar con ese bastardo, era una promesa que se había hecho.

Llegó y estacióno el auto, bajo y con tranquilidad se dirigió adentro dónde busco a Touya que comía las uñas por tanta ansiedad de que el no llegará, lo que lo hizo sonreír, y con la sonrisa más sinica lo abrazo por los hombros.

- Ya llegó por quien llorabas - Dijo burlón dándole golpecitos en los hombros.

- Vete a la mierda. Ponte el traje y la máscara, en treinta sales al aire. -

- Cómo digas, ¿y Deku? -

- Esta en la parte de atrás, llevaré estoy papeles. Dile a Denki que te de un masaje para relajarte, luego voy a buscarte - Touya se fue dejando solo al pelicenizo que se dirigió a la habitación dónde se encontraban los demás.

Entro y solo vio a Deku junto con Kaminari que se encontraban arreglando todo.

- Dice el bastardo de Touya que me hagas un masaje - Anunció miéntras cerraba la puerta tras de él.

- Si, ponte primero el short y los botines. Touya casi me mandaba a buscarte por que no le contestabas las llamadas -

- Cincuenta, ni mi madre me llamaba tanto - Contestó al pequeño reclamó de Denki.

- ¿Dónde estabas, Kachan? Porqué desde aquí se ve como cojeas -

- Estaba cogiendo, silencie el teléfono. Me daba igual que bastardo me llamará, debo de aprovechar por que no tendré sexo durante un largo periodo con el entrenamiento, las comidas, los baños en agua con hielos, etc. Esta pelea es todo para mi y si no la ganó, todo se fue a la mierda -

- Lo sabemos, vete a cambiar Dynamigth - Katsuki le enseñó el dedo de en medio a Deku que simplemente río.

Se desnudo en el vestuario, aún recuerda los besos de su amante, de todos, el había sido el único que lo había hecho sentir en el cielo con solo caricias y besos, se pasó la mano por los labios, recordó los labios del contrario sobre los suyos, esa noche había sido mágica y esperaba volver a repetirla.

- ¿Ya acabaste? Touya esta afuera molestando - Preguntó Denki. Rápidamente se puso el shorts y los botines junto una venda en la mano derecha.

- Ya estoy listo, ayudame con la otra -

Denki obedeció y le ayudó con la mano, le puso los guantes y maquillo un poco, le puso la bata y acomodó su antifaz para cubrirlo, intentando no revelar su identidad.

- Te vez bien -

- Yo siempre me veo bien - Contestó al halagó del otro.

- Y del otro lado, tenemos a un chico con 1.75 centímetros y con peso ligero de 68.5kg. - Bakugo salió de su parte notando que su contrincante ya estaba ahí, tenia una máscara que le cubría el rostro por completo. Se sentó a lado de Touya que le susurró algo en el oído, los otros, por su parte estaban conversando.

- Bueno, Dynamigth. Eres uno de los cincuenta mejores a tus veintidós años de edad, apenas si eres un año de legalidad en tu país natal, ¿qué se siente? - Preguntó el entrevistador, Bakugo asíntio y tomó el micrófono.

- Se siente normal, desde los quince años he estado en peleas así que no hay de que preocuparse, me posicionare cómo un campeón, como lo he hecho hasta ahora, sin importar mi edad - Contestó, con voz distorsionada.

- Wow, mucho espíritu de este lado. ¿Y tu espíritu aquí? Uno de los diez mejores, no sabemos quien es pero sabemos que es de los diez mejores. ¿Cómo te sientes con esta pelea? ¿La vez fácil? - Preguntó otra vez el entrevistador.

- Primero que nada, buenas tardes a todos mis fans que me han apoyado para mi, esta es una gran oportunidad que nadie podrá quitárme las ganas de este entusiasmo por que pelear con alguien tan joven es impactante, si la veo fácil por que es un chiquillo -

- ¿¡CHIQUILLO!? - Preguntó Bakugo molesto levantándose.

- Cállate y siéntate, pasemos a la identidad revelada. - Dijo Touya hacia el otro manager que traía igual una máscara, que asintió.

El enmascarado de la izquierda se levantó y puso enfrente, Bakugo por su parte también se levantó y se puso enfrente del enmascarado.

- ¡Una... dos... y.... tres! - Gritó el entrevistador, Bakugo se dio la vuelta al igual que enmascarado, Bakugo fue el primero, con ayuda de Touya y Deku que también estaba ahí, en quitarse la máscara y darse la vuelta, el otro contrincante dudó, haciéndola de emoción.

Hasta que finalmente se dio la vuelta, para Bakugo fue todo el cámara lenta, y lo vio.

"No podía ser verdad, no podía ser verdad" se repetía en la mente mirando al pelirojo, con quien ayer en la noche había tenido una aventura, se negaba rotundamente, se le fue el aire y tuvo que abandonar el lugar antes de que se desamayara por la impresión.

Por el contrario, el pelirojo estaba igual de sorprendido que el pelicenizo, estaba tan sorprendido que se le olvidó que estaban en vivo, por lo que, aún preocupado sonrió a la cámara.

- JAJAJAJA, yo también reacciónaria así si me viera - Bromeó el mayor hacia la cámara pero aún sin salir del shock.

Se había acostado con su ahora rival un día antes y eso traería consecuencias muy graves, que afectarían la pelea y su relación profesional.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐫𝐢𝐧𝐠 (Kiribaku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora