¿Vendrías A Verme?

Capítulo 18

Juanjo despertó con Martin abrazado a su espalda. Debía ser ya tarde, no lo sabía por la luz (habían bajado las persianas), lo sabía porque tenía hambre. Miró la hora en su móvil, las 15:44. Joder si que era tarde. Dejó el teléfono y volvió a acurrucarse en los brazos del pequeño.

-Martin. -susurró.

-Mmmmm... - el vasco se despertó un poco y pasó su nariz por la nuca de Juanjo. Al maño se le puso el vello de punta. - no me quiero levantar.

- Yo tampoco, pero tengo hambre.

Martin mordió su cuello con suavidad y después el lóbulo de su oreja. A Juanjo se le escapó un jadeo y notó la erección del menor clavada en su espalda baja.

- Yo también tengo hambre. - contestó el vasco en voz baja.

Juanjo se removió entre sus brazos, pegando más su culo al pequeño.  Martin siguió besando y lamiendo su cuello desde atrás, metió su mano por dentro de la camiseta de pijama del mayor y le acarició los pezones con cuidado.

- Martin. - a Juanjo se le escapó un gemido y le agarró la mano. - Alomejor están mis padres.

- Da igual, tú no hagas mucho ruido.

El vasco se zafó del agarre del mayor y coló su mano en los pantalones del mayor. Juanjo casi se muere sólo con la primera sacudida. Giró su cara para besarlo y entrelazar sus lenguas mientras el pequeño seguía tocándolo. El mayor llevó su mano hacia atrás para tocar al contrario por encima de los pantalones. Ambos gimieron sin separar sus labios.

Juanjo se dió la vuelta para quedar de frente y tener mejor acceso. De un tirón le quitó los pantalones a Martin y lo acercó a su cuerpo agarrándolo de la cintura. El vasco gimió bastante fuerte.

- Cállate. No hagas ruido. - susurró Juanjo tapándole la boca con la mano. Al menor casi se le pusieron los ojos en blanco. Seguían pajeándose mutuamente cuando Juanjo habló.

- ¿Quieres tú una confesión?

- Sí. - suspiró el pequeño mirándolo a los ojos. - Porfavor.

- Al primer selfie que me enviaste ya me hice una paja pensando en esto.

Martin estuvo apunto de correrse al oírlo, pero solo lo besó con más ganas y agarró las erecciones de los dos en su mano.

Juanjo pegó sus frentes y se agarró con las dos manos al pelo de Martin.

- Martin. - pidió en un susurro moviendo un poco sus caderas. - Más rápido.

Tras acelerar el movimiento el menor fue el primero en correrse, Juanjo le siguió segundos después.

Mientras recuperaban la respiración mirándose a los ojos se les escapaba una sonrisa a ambos.

- ¿Te ha gustado? - preguntó Juanjo sonrojándose.

- ¿La confesión o la paja? - preguntó Martin divertido.

- ¡Ay cállate! - el maño sonó indignado y empezó a levantarse de la cama. El vasco lo impidió tirando de su mano y volviendo a echarlo encima de él.

- Que era broma tonto, no te vayas. - dijo tras darle un pico - Me ha encantado.

Juanjo le dio un beso y salió de la cama poniéndome de pie.

- Pero no te piques... - pidió Martin con voz de niño.

- Ya se me ha pasado, - dijo el mayor sonriendo - pero vístete y vamos abajo, que sigo teniendo hambre.

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- He dejado a Dani.

Martin se tiró a la cama de su hermana nada más entrar en su habitación. María hacia deberes sentada enfrente de su escritorio.