FUERA DE LIMITES "Rendido ante Tí"

Cap 77. Intento fallido.

MAYA

Despierto, estoy en su habitación, me levanto rápido y busco por toda la habitación; me coloco una camisa suya de vestir me queda por debajo de mis nalgas, encuentro un pantalóncillo interior y un pantalón deportivo está ropa me queda muy grande, pero igual me la pongo.

Veo que la habitación está abierta;  salgo rápido prácticamente corro pero cuando paso por la sala está en la cocina preparando el desayuno y tiene esa maldita música que tanto me molesta.

Más rápido corrí hasta que llegó al ascensor precioso los botones, pero nada, está cerrado y pide un codigo de salida; el viene a mi rápido y me dice.

— Sabía que harías eso Mariposa, ven vamos a desayunar, hice tu desayuno preferido, preciosa. — el toma mi mano y me lleva a la cocina, no quiero llorar estoy desesperada.

— No quiero Cam, dejame ir...  Por favor...Ya — le pido pero este hombre está loco, solo niega y pasa un plato con desayuno.

— Está es tu casa mi amor; quédate conmigo, sabes que te amo. — me dice pero me molesta, quiero gritar...

— No Cameron está no es mi casa, estás loco. Que más quieres; me tienes secuestrada, me violaste... Déjame ir Tobías me espera.— pero creo que cometí un error al nombrarlo por qué se pone furioso.

— Ese es tu afán, Maya, ir donde tú noviecito;... No te irás, eres mía, y te enseñaré a ser mi sumisa. Y ahora come o te ataré de nuevo.— me dice y yo estoy llorando, tampoco como, y me voy a una sala o terraza que tiene; y lloro nuevamente.

Este imbécil me tiene secuestrada.
Dejo pasar las horas al rato trae jugo de naranja y un panques con fruta. Y no me dice nada.

Mi estómago suena y se va...

Yo como tengo hambre; recojo mi plato y lo llevo a la cocina; cuando paso por la sala, lo veo con su celular, haciendo no se que, y me recuerdo del mío.

— ¿Cameron.? — me acerco a el, este me ve y sonríe.  Yo parezco un estropajo; además me veo mucho peor con esta ropa.

— ¿Dime mi mariposa.? — dice y hace palmadas en sus piernas; para que me siente en su regazo.

— No gracias. Aquí estoy bien.— le digo pero este imbécil me responde.

— Si vienes a pedirme algo quiero que te sientes en mis piernas o no te escucharé.— me dice, pero me enfurece.

— Eres un imbécil de mierda Cameron, déjame salir; quiero mi celular y también mi ropa.— le contesto furioso, pero este hace como si no escuchará y se concentra en su teléfono.

Me acerco a el intento tomar su teléfono por la fuerza, pero Cameron prevee mis movimientos y me toma por mis muñecas y jala hacia el, caigo en su regazo.  

— Sueltame imbécil, Sueltame... — grito pataleando.   Pero este más fuerte me atrapa y me besa.

Cuando me libera, me ve fijo aunque aún me sostenga en su regazo, su teléfono se ha caído y partido, en mi forcegeada.

— Por qué haces esto tan difícil mi amor; quiero estar contigo, déjame enamorarte nuevamente, preciosa.— me dice intento calmarme.