Sergio no sabe qué es lo que le sucede, es solo que no puede dejar de mirar a ese Alfa. Sabe que no debería, no es apropiado, sobre todo porque él no es soltero, tiene un novio.
Novio del cual esta muy aburrido. Quizá sea la monotonía en su relación, que su pareja casi no tenga tiempo para él por estar trabajando o que su vida amorosa haya perdido cualquier emoción y eso coincidió con la aparición de ese Alfa en su día a día.
Y aún así no puede evitar que le guste, ni siquiera sabe el nombre de su “crush” es más, nunca le ha hablado, aunque aquello no evita que él y su Omega estén locos por ese individuo.
Trató de convencerse a sí mismo que era una atracción física, que no iría más allá, solo una simple fantasía con aquel musculoso y bien formado hombre que hacía a su lobo suspirar y brincar de alegría cada que lo veía.
Sin embargo, nunca le había pasado algo así, nunca se había sentido tan atraído por alguien al grado de querer tenerlo cerca, de querer sentir su olor o incluso de hacer cualquier cosa por llamar su atención.
Esta situación lo tenía sumamente frustrado, la culpa de estar observando a otro Alfa lo carcome durante las noches y aunque se ha prometido mil y una veces dejar de mirarlo, simplemente no puede hacerlo.
Aquel chico ha conquistado todos y cada uno de sus sentidos sin siquiera hablarle, sólo su presencia bastaba para hacerlo un manojo de nervios que desea un poco de atención, una mirada o una sonrisa sería suficiente ¿No?...
No, no lo fue, cuando obtuvo lo que quería al atrapar al individuo observándolo con una sonrisa, necesito más, mucho más. Ese maldito estuvo en su cabeza todo el fin de semana, No pudo sacarlo de sus pensamientos en todo el día, se había metido incluso en sus sueños. Se había equivocado horrible, obtener aquello solo lo había dejado deseoso y sediento de más.
Sergio estaba harto, no podía creer que ese hombre lo hiciera tan vulnerable, tan dependiente, pero sobre todo que lo pusiera tanto sin decirle nada, al grado de hacerlo parecer un Omega de quince años con sueños húmedos incontrolables en los que sólo un factor se repetía… aquel Alfa.
Así que después de semanas de no dejar de pensar en él y luego de verlo platicar con una Omega, el omega decide que obtendrá su atención, haría hasta lo imposible para que ese chico lo volteara a ver, para tener aquellos increíbles ojos azules sobre él y cumplir de una vez por todas con lo que tanto ha estado soñando.
Solo había un problema, no era soltero, llevaba dos años en una relación que, si bien al inicio había sido maravillosa, ahora se sentía desgastada, no era lo mismo. Esteban, se la pasaba trabajando, dejándolo a él solo, había días donde no le contestaba y aquellos donde sí lo hacía, se la pasaban peleando porque el Omega no podía evitar que tanto a él como a su lobo les molestara incluso la respiración de Ocon, se sentía atascado en un punto sin salida, quizá era por eso que miraba al otro Alfa a lo mejor por eso deseaba tanto su atención.
Así que había ido completamente decidido a terminar su noviazgo, habían “hablado” varias veces, pero las pláticas los llevaban siempre al mismo lugar. Él en serio había luchado por esa relación, pero simplemente ya no quería hacerlo más solo deseaba seguir adelante.
Nunca esperó que el sorprendido sería él, cuando al llegar al trabajo de Ocon este no estuviera solo, por supuesto que no imaginaba encontrarlo en pleno acto con una Omega y contrario a lo que pensó, no se sintió mal.
No estaba destruido, eso solo le dio valor, un motivo, una excusa para hacer lo que quería desde el inicio, lo terminó. Y aunque sus amigos esperaban verlo triste, desanimado y sin ánimos de nada luego de aquel descubrimiento, su sorpresa fue grande al ver que el pecoso no parecía afectado en lo más mínimo.
No se escondió, puso una canción o frase triste en su descripción, tampoco envío mensajes de odio a la chica o al propio Esteban, claro que no. Sergio solo había borrado cualquier evidencia de una relación, colocó su mejor foto en todas sus redes sociales y los estatus amorosos indicaban “soltero”, era como si aquellos dos años con el Alfa nunca hubieran pasado.
En cuanto a sus sentimientos, él no podía sentirse mejor, la culpa de pensar en alguien más había desaparecido porque mientras él se sentía un pecador solo por imaginarse con otro, Ocon había ido más allá, él sí había cedido a sus deseos; por lo que no, ya no se sentía culpable, al contrario, solo un pensamiento rondaba su mente.
Por fin tenía vía libre…
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Rush
FanfictionSergio no sabe qué es lo que le sucede, es solo que no puede dejar de mirar a ese Alfa. Sabe que no debería, no es apropiado, sobre todo porque él no es soltero, tiene un novio. || Adaptación || Todos los créditos a su autora original @Tinny_little_...