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[POV. NAVIER]

Es un mal día para planear las fiestas navideñas. 

Después de consultar con el consejo de administración todo el día, solo deseaba regresar a mi casa y relajarme con un baño caliente. 

El viaje en auto fue tranquilo, disfrutaba cuando no había tráfico. 

Al llegar a la mansión encontré a la chicas del servicio doméstico con rostros nerviosos. 

—¿Qué sucede Jubel? 

Mire a mi ama de llaves con preocupación y la sirvienta a su lado respondió temerosa. 

—El señor Vikt llegó de su viaje y trajo consigo a una mujer 

—Nos ordenó atenderla, bañarla, vestirla... incluso darle de comer —continuó otra sirvienta

Nunca tenemos invitados de nuestro lado de la mansión, Sovieshu y yo siempre preferimos nuestra privacidad, por lo que acudimos a la mansión principal para fiestas o reuniones familiares, así que es razonable que estén nerviosas y confundidas. 

Ni siquiera yo sabía que tendríamos una invitada. 

—¿Qué mujer? —cuestioné 

—No lo sabemos con certeza, mi señora —respondió la ama de llaves —pero parece ser una prostituta o bailarina 

—Su pierna derecha está herida —informó Nina, la hija pequeña de Jubel —Yo la vi cuando llegó junto al señor Sovieshu, ella traía un vestido muy brillante pero estaba manchado de rojo 

—Así que su pierna… ¿Por qué no la llevó a un hospital? 

—El señor tuvo un accidente de auto, él la salvó… —explicó incómoda una de mis sirvientas más cercanas, Verdi 

—Esta bien, puedes hablar, Verdi —presioné tranquila 

—Incluso llena de sangre, cubierta de suciedad y… ella se veía hermosa. Pensé que era mi imaginación, pero cuando la limpiamos era deslumbrante. 

—¿Es así? 

—Sí mi señora, su belleza era comparable con la señora Tuania, la mujer más bella del mundo.

Nían Tuania una super modelo y una de mis mejores amigas, prácticamente una confidente. 

Seguramente pensaron que estaba herida o incómoda porque enseguida elogiaron mi belleza. 

—¡Usted es más hermosa, incomparable! —aseguró Verdi

—¡Así es! Nadie puede rivalizar con usted —le siguió Jubel 

Mi rostro es hermoso, lo reconozco, sin embargo, crecer en una familia con el peso de mi apellido, me hizo recibir tantos halagos que ahora son irrelevantes, excluirme era adecuado. Pero Nían es diferente, fue reconocida a nivel mundial por su belleza y sensualidad, mi amiga es la mariposa del mundo social, que su belleza sea comparada con la de esa mujer extraña... Debe ser hermosa. 

—Digan lo que sea, sé que tienen más que decir —insistí 

—El señor Sovieshu parece encariñado de la mujer —habló Verdi tan bajo que fue difícil escucharla —¿Que tanto daño tienes? ¿Te duele algo? ¿Por qué estás tan pálida? Eran preguntas que hacía el señor a la mujer 

—Eso es razonable, si la mujer está lastimada debió querer ayudarla —alegué 

Ellas se miraron tan incómodas que por un instante creí decir algo distinto a lo que dije. 

YOU BROKE ME FIRST [LED]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora