¿Por qué respetar las órbitas es tan importante?

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//Más de 4.500.000 años atrás//

Proto-Tierra era un planeta querido por todos, e incluso de los favoritos del Sol.
Las órbitas no eran tan importantes en ese entonces, a Sol no le gustaba molestar a sus planetas, los cuales convivían cálidamente con sus vecinos. La única que respetaba las órbitas y se preocupaba por que ningún planeta dañino para su vida se acercara, era Venus, un bello planeta femenino que en su superficie nacía vida próspera.

Proto disfrutaba de permanecer en su órbita seguido, de hecho, en los verdaderos inicios del sistema solar, el temía a todo y todos. Son embargo ese terror fue pasajero y por los siguientes miles de años su vida fue abundada de cariño.
Y así fue durante pocos millones de años, en el momento de que esta historia realmente comienza.

El planeta de lava fue invitado por su amigo Marte a su órbita para charlar -que es lo único que podían hacer en ese entonces-. Proto aceptó gustoso la invitación y rápidamente salió de su respectiva órbita para ir a la del cuarto planeta, aunque esa alegría no duró mucho, estando a la mitad del camino, llegando a ver la silueta de su amigo, algo impactó contra el, creando una colisión.

· · ·

"Theia". Así fue como los terribolas nombraron a aquel exoplaneta, que dió la oportunidad al nacimiento de la vida a la roca espacial que se formaria de sus escombros.
Tal suceso fue traumático para el planeta rojo, el cual había visto morir frente a sus ojos a su amigo más cercano, aunque no fue el unico dañado emocionalmente, todos los planetas habían quedados devastados con la noticia, y Sol, que era una estrella firme pero no estricta, se hizo una promesa a si mismo. nunca más saldrá alguien herido.
Se preguntaba si había sido su culpa, por no cuidarlo como correspondía. O quizás de Plutón y Neptuno, que eran los encargados de detectar intrusos y vencerlos. Plutón era tan solo un niño pequeño, pero Neptuno era lo suficiente mayor como para cumplir correctamente su deber.

Apenas pudo procesar el accidente, la ira lo invadió, el intruso había muerto junto a Proto-Tierra, pero los otros planetas estaban bien, aunque, según él, no por mucho.

¡¡¡PLANETAS, EH SIDO AMABLE CON USTEDES DURANTE MUCHO TIEMPO, LES PERDONE SUS ERRORES. PERO ESTO YA A SIDO MUCHO!!!—.

Era claro que ellos no tenían la culpa, pero en ese momento, Sol no pensaba con claridad.

Neptuno fue condenado a la eterna soledad, alejando su órbita más que cualquier otra, y no fue hasta la actualidad que pudo librarse de su castigo.

Pero no fue el único condenado.

Con una condena más ligera, todos los astros dentro del Sistema Solar: planetas, lunas y planetas enanos; No tuvieron permitido salir de sus órbitas, seguirlas era lo único que tenían permitido hacer.
Mientras pasaban los siglos, Sol aflojaba el castigo un poco más, y probablemente, antes de que se convierta en una gigante roja, las órbitas no serán obligatorias.

Además de eso, Marte, quien fue el que incitó a Proto-Tierra a salir de su orbita ese "día", fue castigado quitandole toda oportunidad de tener vida o agua.
Podrá parecer que Venus fue condenado de la misma manera, a pesar de no tener nada que ver con el accidente, pero no fue así realmente. El caso del planeta del amor fue "natural", su propia atmósfera lo traicionó.

· · ·

Sol hasta el día de hoy se lamenta la perdida de Proto-Tierra, y cada vez que ve al planeta nacido de su muerte, no puede evitar recordar aquel suceso.

Lo marcó tanto que ahora tiene una obsesión con el orden.

[One-shots] <Solarballs>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora