Había llegado al refugio para los nuevos habitantes qué llegan al infierno, todo porque había sido avisado por uno de sus súbditos lo ocurrido en el mar rojo. Aquel chico había llegado un tanto lastimado a su encuentro y eso le preocupó, más al saber que uno de los arcángeles que los atacó tenía la misma apariencia de Gabriel. También entre lo comentado, es que Asmodeus tuvo que interferir en el tema y que quedó un tanto lastimado.
Claramente tuvo que ser muy rápido en todo para dejar a Zouhair y Valak con Belcebú, diciéndole lo más rápido que podía de la situación para después irse y llegar al lugar en donde se encuentra ahora. No quería preocupar a Belcebú sobre su actuar, y por esa razón se lo comentó todo.
Lo otro que sabe de aquel tema, es que fue por la noche y que la pelea fue bastante acalorada hasta que ellos se fueron. Ahora tenía una sensación rara, ya que en la madrugada se despertó, sintiendo que algo raro le estaba pasando a Asmodeus, pero no lo atribuyó a nada en ese momento, pensaba que solo era la preocupación de lo ocurrido con los arcángeles el otro día.
—¡Asmodeus! —gritó preocupado, llegando a la habitación en donde se encuentra el mencionado.
Se le acerca enseguida y lo inspecciona, viendo si se encuentra completamente bien mientras le escuchaba decir que no le ocurrió nada grave, pero eso no lo mantuvo tranquilo. Después de ver como su hermanito no tiene ninguna herida, suspiró aliviado, y tomándolo de la cara para mirarse frente a frente, además de que también lo hizo para que no apartará la mirada, le pregunta que ocurrió.
—Era Gabriel, o más bien su cuerpo —le dijo después de un rato, claramente se tensó, ya que eso no era buena señal—. Dios, ese maldito... Estaba controlando su cuerpo.
Veía la ira y enojó en su expresión, la cual también se trasmitía por su voz. Eso le hizo tensarse demasiado, pero no tenía el mismo terror de antaño, solo se encuentra preocupado de lo que halla ocurrido.
—Atacó. Solo salimos heridos y por poco mata a Lilith por la maldición que le puso —ve hacia donde se dirige su mirada, a la habitación que se encuentra al frente, la cual puede ver perfectamente a través de la puerta abierta.
—Una maldición... —susurró Lucifer, sin despegar su mirada de aquel lugar.
—Huimos, no quise arriesgar a nadie —el tono de su voz iba disminuyendo a medida que hablaba, por lo cual lo mira, ya que sintió como su cabeza se movía hacía abajo.
Pudo observar como su hermano se encuentra sumamente cansado, por lo cual con cuidado lo recuesta y lo tapa con algunas telas; no va a dejar que se vaya a su hogar en ese estado, además de que después se asegurará de la condición de Lilith. Por ahora, sabe que hay ángeles caidos y demonios por los alrededores, así que por eso no se preocupa, ya que si los vienen a atacar, le darán aviso y él se irá al frente de batalla para intervenir.
Ve bien a Asmodeus y se queda a su lado, escuchando el como se siente con el tema, ya que ahora él es lo importante porque sabe que aquello tuvo que ser un golpe bajo, más por ver la cara del envidioso de Gabriel, con el cual nunca se llevaron bien, y que además, fuera usado como un recipiente para que Dios llegará a ese sitio.
Nunca pensó que Gabriel cayera tan bajo como para dejar usar su cuerpo de esa manera, pero aún así se dice que era de esperarse, después de todo, Gabriel siempre tuvo envidia de que Dios no lo mirará tanto y lo dejará de lado.
Sus ojos los siente llorosos, pero no quiere mostrarse débil ni llorar en esos momentos. Debe de concentrarse primero en Asmodeus, después de todo, ese encuentro tuvo que ser un golpe muy bajo.
"Por favor... Calmate..."
—Estaré aquí —dijo con cariño, tomando una de las manos de Asmodeus.
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A Su Debido tiempo (Omegaverse)
Fantasy𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠: -𝔸𝕓𝕦𝕤𝕠. -𝕄𝕒𝕟𝕚𝕡𝕦𝕝𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟. -𝔸𝕦𝕥𝕠𝕝𝕖𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤. -𝕄𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕕𝕖 𝕤𝕦𝕚𝕔𝕚𝕕𝕚𝕠. ~~~ Un omega, nació siendo de esa casta pero eso no impidió qué pudiera ser igual de importan...