Nota de la traductora: Escenas explícitas (y vendrán más) así que lean bajo su responsabilidad ;)
La mañana no la recibe con arrepentimiento. Ni con vergüenza. En su lugar, la tentación la llama. Un deseo ardiente serpentea por sus venas.
Hermione mira a través de la cama la vista matutina que ha desperdiciado durante meses.
Tiene cosas que quiere decir: Lo siento. No sabía. No sabía que podía sentirse así.
Tiene cosas que quiere hacer: besar, lamer, agarrar, sostener.
Pero Draco sigue dormido y Hermione no se atreve a despertarlo. Anoche le dijo que le pidiera algo cuando lo necesitara y él ha demostrado consistentemente ser un hombre de palabra. Aunque ahora algunas preguntas y dudas se cuelan, así que Hermione decide matar el tiempo y la ansiedad con una ducha en su lugar.
El agua apenas está caliente, el vapor aún no se ha reunido en el cristal, cuando escucha la puerta del baño abrirse. Draco está frente a ella, observando cómo el agua cae por su cuerpo.
-¿Puedo unirme?
Hermione asiente y abre la puerta de cristal. Él se coloca bajo la ducha con ella, sin parecer ni un poco cohibido por su desnudez o la de ella.
El cabello pegado a su frente se vuelve de un rubio más oscuro al mojarse; Hermione toma la iniciativa de apartarlo de su rostro. No tuvo la oportunidad de tocarlo mucho anoche. Rectificar esa omisión es su primer objetivo.
Sus manos se deslizan hasta su pecho, pálido y resbaladizo, con finas cicatrices rosadas. Las cicatrices de Draco son rayas aleatorias sin rima ni razón en su forma o longitud.
Su mirada se desliza más abajo y se detiene en la Marca Tenebrosa desvanecida en su antebrazo izquierdo. Con la luz brillante del baño, es clara y marcada contra su piel. Hermione la estudia por un momento, cataloga su existencia en él, y luego busca su rostro.
Draco no aparta la mirada, no se oculta ni se mueve para cubrir su brazo. Es una parte de él, ya sea visible para ella o no, y siempre lo será.
Hay arrepentimiento en sus ojos, pero también una desafiante aceptación. No puede cambiar quién fue, ¿puede ella aceptarlo tal como es?
Sí, quiere decirle. Exactamente tú y ningún otro.
Este hombre bellamente vulnerable hace que su corazón duela de una manera que nunca ha conocido. Hermione se inclina hacia adelante y besa una cicatriz en su pecho, dejando que su boca se deslice por su piel hasta que necesita retroceder y recuperar el aliento. Inmediatamente baja la cabeza para besar otra cicatriz cuando Draco la detiene.
Un dedo levanta su barbilla. Un segundo la inclina aún más. La presión aplicada con ambos dedos comunica su intención.
Un beso. Suave, efímero. El susurro más breve y cauteloso contra labios que aún no se han encontrado. Un pequeño toque deja una impresión duradera.
Un segundo beso, luego un tercero. Estiramientos más largos de respiración compartida. Bocas que de repente olvidan cómo vivir separadas. Manos que rápidamente alcanzan cabezas, pechos, caderas, en un intento desesperado de sentir y luego de sostener.
Draco la respalda contra los azulejos fríos, ambos pulgares circulando sus pezones mientras redirige sus besos febriles de sus labios a justo debajo de su oído.
-Estás muy adelantado esta mañana - ella bromea, incluso mientras lucha por respirar.
-Me estás dejando tocarte y tú me estás tocando y estoy perdiendo la maldita cabeza. Tendrás que decirme cuándo detenerme.
ESTÁS LEYENDO
In These Silent Days por @HeyJude19-writing (TRADUCCIÓN)
FanfictionHermione está familiarizada con la lucha: por respeto, por atención, por justicia. Incluso ha construido su carrera con ello; trabajando en nombre de las criaturas y los seres. Pero pierde su batalla contra la ley matrimonial del Ministerio. Terribl...