Admito que a mí antes me gustaba verla, y tienen todo el derecho a funarme.
Su estilo de dibujo es bonito y su voz me parece bastante tranquila —y la voz es algo que tengo muy en cuenta cuando veo algún youtuber—. Jamás pensé que fuera racista, menos al punto de despreciar los rasgos filipinos, incluso siendo ella filipina.