CAPÍTULO 16

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Chiara

Ahora mismo me pinchan y no me sacan sangre. 

¿Cómo se ha podido torcer tanto un plan que parecía perfecto?

La llegada de Raquel con su grupo ha sido una sorpresa que nos ha dejado atónitos, aunque a unos más que a otros. Por una parte, se hallaban Alex y Juanjo, quiénes habían continuado con normalidad, cosa que entiendo al no haberles comentado mi situación actual con la rubia. Teniendo como base la misma razón, en este lado del montón también incluyo a Bea, Denna, Omar y Álvaro. Por otra, Martin y Ruslana se habían quedado igual de pillados, pero más por mí que por ellos, ya que son conocedores del panorama añadiendo por supuesto en este lado del montón a Vio, que no sabría descifrar lo que estaría pasando por su cabeza.

Ahora estamos persiguiendo a Omar por el bosque, ha tomado la posición de padre de familia. Cada uno lleva una cosa diferente, ya sea una tienda de campaña, nevera o mochila; afortunadamente somos bastantes, por lo que el peso está bien repartido.

Me ha resultado imposible acercarme a Violeta porque Naiara no se ha despegado de mí y a falta de vigilancia, su hermana tampoco para de darme la tabarra.

Ambas hemos compartido alguna que otra mirada y deseo llegar ya al lugar para obtener una mayor oportunidad de juntarnos. Al fin y al cabo, llevaba sin verla desde el día de nuestra cita y aunque hay un nuevo conflicto, ahora mismo solo quiero abrazarla, la he echado de menos. Necesito sentirla cerca de mí y es que nunca me canso de su presencia. Cada vez tengo más ilusión por encontrarme con ella, el saber que dónde voy a ir va a estar me causa una sensación de paz y felicidad, un hormigueo en el estómago que me encantaría descodificar, pues ignoro su significado, pero si me hace sonreír no puede ser malo jamás.

Sin embargo, la dejo de admirar mientras avanza en el trayecto acompañada de Martin, para desviar la vista hacia la rubia que anda con Lucas. He sentido el peso de sus ojos en más de una ocasión, sé que pretende acercarse y tendremos que hablar. No me resulta incómodo pasar tiempo con Raquel, lo que se me hace incómodo es tener que controlar cada gesto involuntario de mi cuerpo hacia la pelirroja por su presencia. 

Desde que tuvimos la conversación en mi apartamento no hemos vuelto a hablar. Lo está pasando mal y por mucho que finja estar fenomenal a mí no puede engañarme, he detectado sus ojeras bajo el simple maquillaje como también las continuas miradas cómplices que se echa con Naiara no muy convencida de la situación; pese a ello, esta le transmite la seguridad que requiere, siempre ha sido así.

Su presencia cambia todo lo planeado. La intención no iba más allá que la de pasar tiempo con la pelirroja, pero ahora tendría que ser con extremada sutileza, pues aunque algunos continuaran ajenos a nuestra extraña relación, no me hubiese importado que se percataran. Esto ya no es una opción, delante de Raquel no haría nada que pudiera crearle dudas, tampoco de Salma, Lucas y Naiara. No se merecen eso y al final tampoco se trata de algo serio, Violeta y yo solo nos atraemos, ante todo somos amigas.

<sí, amigas>

El caso es que nos comportaríamos como tal, es una más del grupo.

<en autoengañarte tienes un diez>

¿Solo hablas para joderme?

<¿recuerdas que soy tú, no?>

Bufo mientras niego con la cabeza.

Violeta me gusta y quizás cuando estoy cerca de ella olvido que existe algo más allá, pues ejerce un poder sobre mí que me absorbe y nunca me he sentido tan bien ausente del mundo. El problema es que, en esta ocasión, vamos a tener que disimular mejor. Tampoco sé lo que espera de la acampada porque objetivamente sí que tenemos una amistad, nos besamos, mas no es algo que tenga que ocurrir siempre que estemos juntas.

Todo lo que veo || Chiara y VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora