19. Conversaciones ajenas

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Cristal

Pasos se acercan en nuestra dirección, rápidamente miro a los hombres que se encuentran delante de mi, ellos se alejan un poco

Yo permanezco sentada en la silla de Axel.

Dos pequeñas figuras se adentrán en la habitación llevando en sus manos dulces, sus miradas con curiosidad.

—¿Cris porque estas ahí? — pregunta el pequeño pelinegro inocente

—Si Majestad, concuerdo con usted —miro a Axel, sueltando lo primero que me viene a la mente

—La silla es súper cómoda y muy buena para el estrés

Me volteo hacia los pequeños de nuevo.

—Nada cariño es que, estaba probando la comodidad de la silla — suelto nerviosa parandome del asiento

Oigo una pequeña risita proveniente de los reyes.

Los ignoro.

Voy hasta mi respectivo asiento, aún con el libro en la mano.

De aquí no me levanto más

—Cristal — dice el Alex acercándose hasta donde estoy, tiene un rastro de dulces en la boca

—¿Puedes? — preguntó parándose enfrente de mi

Enseguida comprendo lo que quiere que haga rápidamente lo tomo por debajo de los hombros cargándolo sobre mi, limpio el rastro de dulces que tiene sobre el labio.

Rian también se acerca a mi, echo un poco al lado a Alex para poder cargar a el otro pequeño sobre mi regazo.

Ellos se voltean hacia mi, en un rápido movimiento me abrazan colocando sus cabecitas en el hueco de mi cuello.

—Te queremos — susurran solo para que yo lo escuché

—Tambien los quiero — les respondo en susurros

Los gobernantes solo observan, Belial sentado en el escritorio y Axel en su silla sus miradas electrizantes chocando contra la mía, evito sus ojos concentrándome en los niños que tengo cargados, acariciando sus cabellos.

Después de un rato de caricias, sus cabezas completamente a recostadas sobre mi.

—¿Rian? — susurro no responde

—¿Alex? — lo llamo en susurros pero tampoco responde

Están profundamente dormidos.

Miro a sus padres.

—Los niños te van de maravilla — me susurra Beilal parándose del escrito caminamdo hacia mi frena justo delante, toma a Rian entres brazos con cuidado de no despertarlo.

Ignoro por completo el comentario que hizo antes.

—¿Lo llevarás a su habitación? — le susurro el pelinegro asiente mirando al pequeño en sus brazos

—Cristal — interrumpe Axel

Mi mirada viajando hasta chocar con sus brillante ojos.

—Lleva a Alex a la habitación por mi — pidió

Un "por favor" no estaría de más

—Es un rey estúpida no tiene porqué decir por favor — aclara mi subconciente

Claro Alteza

Me levanto de mi asiento cargando al pequeño entre mis brazos y salgo de esa oficina.

Me dirijo hacia el cuarto del pequeño, al entrar lo dejo en la cama, el se acomoda, me siento a su lado observándolo.

Es una mini copia de Axel, su rubio cabello, sus ojos azules aunque no son tan profundos como lo de su padre, los del son más claros, como el cielo en un día despejado, largas pestañas adornando su rostro pálido, sus finas facciones.

12 O'clock: A través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora