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Capitulo 26:
Lágrimas del infierno.

Porque solté tu mano mientras bailábamos, te dejé ahí de pie... Cabizbajo en el rellano.

Problemas insignificantes..

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Bailaron de la mano, en una melodía lenta, melancólica y llena de angustia de una pasado que ya no los perseguiría. En la oscuridad de la noche, Wong Kunhang y ella se refugiaron dentro de la seguridad de la Escalade cuando el frío se hizo demasiado insoportable. Encendieron la calefacción y contemplaron las estrellas tras el techo solar del auto, reclinándose en los cómodos asientos cuando sus espaldas pedían a gritos un descanso.

En un instante a otro, los ojos de ambos se cerraron, cómodos por el silencio que los arropaba y la seguridad que se transmitían sin una palabra de por medio. Miranda que tenía un largo tiempo sin descansar, refregó su tenso cuerpo en todo el liso asiento de cuero cuando algunos de sus sentidos se despertaron. A su lado, la cabeza de Hendery caía estrepitosamente sobre el reposabrazos que dividía los dos asientos. Ella, adormilada, entrecerró los ojos para poder verle de cerca. El chico dormía tan profundamente que casi parecía no respirar en el proceso.

Lo estudió entre la penumbra tenue de la luna azul que se filtraba por el parabrisas. Fuera, nevaba ligeramente, en un anuncio mágico que el clima estaba completamente helado. Por alguna razón, todo lo que envolvía a Hendery y ella parecía salir de una historia, una quizás un tanto dramática y angustiosa. Pasaron de haberse conocido como un cuento de hadas, para terminar atrapados en un dorama estelar lleno de intrigas y secretos.

Ella lamentaba que su destino se hubiese encaminado de esa manera.

-Dery-yah -Le murmuró muy bajo, de la misma manera en que le llamaba su gemelo. Queriendo que él despertara y así pudiesen marcharse a casa, Miranda suspiró al verlo atrapado en un sueño imposible de interrumpir-. Dery-yah. -Ella se atrevió a peinar el cabello del chico, tan suave bajo su toque que le provocó un cosquilleo extraño que residió en su pecho.

¿Era posible que Wong Kunhang y ella empezaran de nuevo? No lo sabía bien. Pero se encontraba sonriendo inconscientemente al pensar que, al menos, podrían mantener una amistad entre todo el desastre en que estaban metidos. Serían compañeros de vida, después de todo. Y aunque él había sugerido acabar con su compromiso, Miranda no tenía el corazón para hacerlo. Al igual que para ella, las hermanas de Hendery eran todo en su vida, y sabía bien lo mucho que el chico sacrificó por una de ellas al aceptar el matrimonio concertado que no era para él.
Le ayudaría sin importar qué.

Perdida en sus pensamientos, Miranda no se percató en el momento en que el chico soltó un bostezo tierno que le arrancó una sonrisa. Parecía un pequeño gato, lánguido y flojo en el asiento contiguo al de ella. Hendery no abrió sus ojos de inmediato, pero sí pudo murmurar algo que logró que ella no tuviese palabras para darle.

-¿Te gustaría ir a Macao para año nuevo? -Sus palabras eran difíciles de entender, pero ella se vio ruborizada de pronto.

-¿Hablas en serio? -Con sus manos aún sobre el suave cabello del chico, le sintió asentir.

Había sido un trance extraño donde el chico aún se encontraba somnoliento, así que cuando este despertó por completo, Miranda no supo cuál respuesta darle. Se sumió en un silencio pensativo devuelta a casa, no uno incómodo, como los que normalmente los acompañaban en el pasado. No, este era como uno introspectivo por completo. Si volaba con Hendery a Macao, aquella sería la primera vez que ella conviviría a tiempo completo con su familia y aquello le atemorizaba bastante. Por más que se considerara una buena mentirosa, quizás ella no era tan hábil como lo era el chico para hacerle creer a todos que tenían una placentera relación.

𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora