Temporada 2, Capítulo 4: El Precio del Poder

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El ritual había sellado el portal, pero la paz recién forjada aún era frágil. Las brujas, satisfechas con la entrega de la gema, revelaron que su ayuda total vendría solo con un precio adicional: la recuperación de un objeto mágico, un talismán antiguo, protegido por un feroz dragón en las montañas nevadas del norte.

La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre la alianza recién formada. Edward y Jacob comprendieron que no había vuelta atrás. El talismán era crucial no solo para consolidar la alianza con las brujas, sino también para garantizar la protección continua contra futuros peligros.

La expedición al norte comenzó al amanecer siguiente. Edward y Jacob, acompañados por Alice, Bella, y un selecto grupo de guerreros de ambas comunidades, emprendieron la marcha con determinación y una mezcla de anticipación y temor. Las montañas eran traicioneras y heladas, un lugar inhóspito donde solo los más valientes se atrevían a aventurarse.

La travesía fue ardua. Las pendientes escarpadas y el frío glacial dificultaban cada paso. Sin embargo, la resolución de Edward y Jacob nunca flaqueó. Sus habilidades combinadas les permitían sortear obstáculos que habrían sido insuperables para otros. Edward, con su velocidad y agilidad, y Jacob, con su fuerza y resistencia, se complementaban perfectamente.

Finalmente, llegaron a una cueva oculta en la ladera de una montaña. En su interior, la atmósfera cambiaba abruptamente. El aire se volvía más cálido y pesado, cargado con la presencia de una antigua y poderosa criatura. El rugido del dragón resonó, haciendo temblar las paredes de la cueva y llenando el aire de una energía eléctrica.

El dragón era una bestia majestuosa y aterradora, con escamas brillantes como el ónix y ojos que destellaban con una inteligencia inhumana. Guardaba celosamente el talismán en un nido de tesoros acumulados durante siglos. Edward y Jacob, conscientes del peligro, avanzaron con cautela.

"Tenemos que distraerlo y alcanzar el talismán", susurró Edward, su mente trabajando rápidamente para idear un plan. Jacob asintió, listo para actuar. Mientras Edward atraía la atención del dragón, moviéndose con una velocidad cegadora, Jacob se acercaba sigilosamente al nido.

El enfrentamiento fue épico. El dragón lanzó lenguas de fuego que iluminaban la cueva con un resplandor infernal. Edward esquivaba los ataques con una gracia sobrehumana, mientras Jacob utilizaba su fuerza bruta para abrirse paso entre los escombros y alcanzar el talismán. Cada movimiento era una prueba de su valentía y determinación.

Finalmente, Jacob logró tomar el talismán, un objeto reluciente que irradiaba un poder antiguo. Con el talismán en mano, se dio la señal a Edward, quien con una última maniobra evasiva, se unió a Jacob para una retirada rápida. El dragón, frustrado pero no vencido, lanzó un último rugido que resonó como un trueno en la montaña.

La vuelta a Forks fue menos tensa, pero cargada de un nuevo entendimiento y respeto mutuo. Edward y Jacob, habiendo superado juntos un desafío monumental, sentían que su vínculo se había fortalecido. El talismán, ahora en sus manos, simbolizaba no solo el poder, sino también la unión y el sacrificio compartido.

De regreso en Forks, entregaron el talismán a Morgana y su clan de brujas. La líder aceptó el objeto con un gesto de aprobación, consciente del valor y el esfuerzo que había costado recuperarlo. "Habéis demostrado una gran valentía", dijo Morgana. "Ahora, con este talismán, podremos proteger nuestro mundo de futuras amenazas."

El precio del poder había sido alto, pero Edward y Jacob sabían que valía la pena. La misión no solo había reforzado su alianza con las brujas, sino también había probado la solidez de su relación. Mientras se preparaban para los desafíos futuros, ambos sabían que, juntos, podían enfrentar cualquier adversidad.

Con el talismán asegurado y la alianza consolidada, la comunidad sobrenatural de Forks se fortalecía, lista para protegerse de cualquier oscuridad que pudiera surgir. La verdadera prueba, sin embargo, sería mantener la paz y la unidad en los días por venir. Edward y Jacob, ahora más que nunca, estaban dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo, sabiendo que el precio del poder también era el precio del amor y la lealtad compartidos.

El Romance Prohibido de Edward Cullen y Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora