Capítulo 9

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POV Calle

Poché me fue recostando suavemente en la cama, sin dejar de besarme, coló una de sus manos debajo de mi blusa y empezó a acariciar mi piel, haciendome erizar, bajó sus besos hasta mi cuello provocando que una corriente eléctrica viajara por todo mi cuerpo.

-Me encantas- me dijo mirandome a los ojos y los suyos estaban oscuros, reflejando el deseo que habita en su interior

-María José, nunca he hecho esto- dije apenada

-Lo se, prometo ser muy cuidadosa, pero si no estás segura yo puedo esperar- dijo mientras acariciaba delicadamente mi rostro

-Estoy segura-dije y sonrió

-Tu cuerpo, tocado únicamente por mi es el mejor regalo del mundo- me dio un casto beso en los labios

-¿Te confieso algo?- preguntó y asentí

-Yo tampoco he hecho esto- la miré con duda

-Digo, he tenido sexo muchas veces pero jamás he hecho el amor y es lo que siento que estoy haciendo contigo- explicó y mis dudas desaparecieron

-Hazme tuya- dije y esta vez fui yo quien la besó

Este era un beso necesitado, cargado de deseos, con nuestras lenguas luchando por tener el control. M.J descendió con sus besos hasta mi cuello, sacandome pequeños gemidos, al instante en que mordió suavente mi pulso, levantó un poco mi torso y quitó mi chaqueta, que fue a parar al suelo, procedió a hacer lo mismo con mi blusa, dejandome solo en sosten, acarició mis senos por encima de este, me miró buscando mi aprobación y asentí, con una habilidad magistral, mi sostén desapareció, dejando mis pechos al descubierto, instintivamente llevé mis manos a ellos, tratando de cubrirlos pero ella me detuvo.

-No te cubras, eres hermosa- retiró con cuidado mis manos

Atrapó uno de mis senos con su boca, mordiendolo y chupandolo, mientras le daba atención al otro con una mano, ya para este momento mis gemidos eran más audibles. Jugó con ambos pechos, hasta dejarlos sensibles al placer.

Se incorporó en el lugar y se quitó la blusa que llevaba, para mi sorpresa no traía sostén, sus senos son hermosos, cojió mis manos y las puso en ellos, los acaricie a mi antojo, luego ella bajó por el valle de mis senos, acariciando mi piel con su lengua, pasando por mi ombligo,haciendo movimientos circulares en este y erizandome en el camino.

Siguió bajando hasta mi vientre y volvió a subir su mirada, buscando nuevamente mi aprobación y le concedí el permiso asintiendo con mi cabeza, me encanta que me tome en cuenta en cada paso, que sea tan delicada con mi cuerpo. Mi falda con mi ropa interior desaparecieron como por arte de magia junto con mis botas,dejando mi desnudez completamente expuesta para ella, se quitó el resto de su ropa, quedando ambas en igualdad de condiciones,acarició mis piernas desde mis tobillos hasta mis muslos.

Llevó su boca hasta mi intimidad, provocandome oleadas de placer intenso, ya no gemía, casi gritaba por todo lo que estaba sintiendo, mi cordura ya me había abandonado hace mucho.

Movía su lengua de arriba a abajo por toda mi vagina, haciendo hincapié en mi clítoris, introdujo su lengua en mi, mientras con su pulgar acariciaba mi ya sensible clítoris. Por instinto empecé a mover mis caderas al compás de los movimientos de  su lengua, sintiendo un cosquilleo formarse en mi vientre, balbuceaba todo tipo de cosas inentendibles que salían de mi boca descontroladamente, hasta que unos espasmos provenientes de mi interior me hicieron convulsionar soltando un grito de placer.

-Ahhhh- grité al experimentar mi primer orgasmo

María José subió dando besos por mi abdomen hasta llegar a mi boca, me besó mezclando mi sabor en el beso, lo cual fue una sensación erótica y placentera.

Amores insegurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora