Cap.28

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El sol apenas comenzaba a despuntar en el horizonte, llenando la habitación con una luz suave y dorada. Harry despertó primero, con una sensación de euforia todavía palpitando en su pecho por la noticia de la noche anterior. Giró la cabeza para mirar a Louis, quien dormía plácidamente a su lado, con una expresión serena que solo aumentaba el amor y la admiración que sentía por él.

Harry se levantó con cuidado para no despertar a Louis. Caminó hacia la ventana, donde la vista del vasto jardín del castillo lo saludó con su verde exuberante y flores de todos los colores. Respiró profundamente, permitiéndose un momento de tranquilidad mientras contemplaba el futuro que les aguardaba.

"Un bebé," pensó Harry, todavía maravillado por la idea. Su mente comenzó a llenar los espacios en blanco con imágenes de ellos cuidando a un pequeño, enseñándole sobre el mundo y mostrándole todo el amor que podían ofrecer. Aunque algo en Harry lo hacía ilusionarse especialmente, al siempre haber querido una pequeña, lo llenaba de esperanza que Louis estuviera esperando una niña. Más ahora, tras la pérdida de su princesa hace unos meses, esta nueva vida traía consigo una mezcla de esperanza y consuelo.

Unos suaves movimientos detrás de él indicaron que Louis estaba despertando. Harry se giró y vio a Louis abrir los ojos lentamente, parpadeando ante la luz matinal.

—Buenos días, Louis —dijo Harry con una sonrisa cálida, acercándose de nuevo a la cama.

Louis sonrió débilmente, aún un poco adormilado pero con un brillo especial en los ojos. —Buenos días, Harry. Aún no puedo creer lo de anoche. Es... es surrealista.

Harry se sentó al borde de la cama, tomando la mano de Louis entre las suyas. —Lo sé. Es mucho para asimilar, pero estoy tan emocionado, Louis. Vamos a ser padres otra vez, amor. Vamos a ser padres por tercera vez.

Louis asintió, su expresión reflejando una mezcla de emociones. —Lo sé, amor. ¿Puedes creer que nuestra familia va a seguir creciendo más y más? Estoy emocionado, pero a la vez estoy asustado —dijo Louis, jugando con sus manos.

Harry acarició suavemente la mejilla de Louis, sus ojos llenos de comprensión y ternura. —Es normal sentirse así, Louis. Pero no estás solo en esto. Vamos a enfrentar cada desafío juntos, como siempre lo hemos hecho. Y, ¿sabes? Tengo un buen presentimiento sobre esto. Este bebé traerá mucha alegría a nuestras vidas.

Louis dejó escapar un suspiro, sintiendo cómo la calma de Harry lo envolvía. —Sí, tienes razón. Con tu apoyo, sé que podemos con todo. Y, sinceramente, estoy deseando conocer a nuestro pequeño bebé.

El momento fue interrumpido por un suave golpeteo en la puerta. Harry se levantó para abrirla y encontró al médico del castillo, acompañado por una enfermera, ambos con sonrisas amables.

—Buenos días —saludó el médico—. Espero no haber interrumpido, pero quería ver cómo se siente Louis esta mañana y discutir algunos pasos a seguir para asegurarnos de que todo marcha bien.

Harry asintió y les hizo un gesto para que entraran. —Por supuesto, doctor. Adelante. Queremos asegurarnos de que todo esté perfecto para el bebé y para Louis

El médico y la enfermera se acercaron a la cama, comenzando a preparar sus instrumentos mientras Harry tomaba la mano de Louis una vez más, dándole un apretón reconfortante. Estaban listos para este nuevo capítulo de sus vidas, llenos de esperanza y amor por el futuro que estaban construyendo juntos.



......


El castillo resonaba con el murmullo suave de conversaciones y risas mientras la familia se reunían en el gran salón. Las mesas estaban adornadas con flores frescas y velas, creando un ambiente cálido y acogedor que complementaba la emoción que flotaba en el aire. Harry y Louis observaban desde el balcón, tomados de la mano, compartiendo un momento de complicidad antes de dar la noticia.

The song of the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora