CHAPTER 19

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Minjeong despertó con un fuerte dolor de cabeza así que se llevó las manos a la cabeza como reflejo pero le dolía todo el cuerpo así que se quejó pero luego solo se frotó los ojos con una pequeña sonrisa en los labios. Se sentía fatal pero a su vez se tenía asco a sí misma así que estar así no le resultaba tan malo.

Con dificultad se puso de pie y caminó hasta su baño para hacer su rutina matutina pero mientras se cepillaba los dientes su hermana pequeña entró con una sonrisa hasta que detalló fijamente a Minjeong.

-Morado... Rojo... Verde... Azul... -Murmuró la pequeña con algo de miedo mientras observaba a su mayor cepillarse los dientes. -Tus manos, Min... -La miró angustiada y Minjeong sin entender se detuvo a observar sus manos por primera vez en el día. Mierda. Se enjuagó rápido la boca y le regaló una sonrisa a la pequeña mientras le guiaba fuera del baño y el cuarto.

-No es nada, ¿Si? Fué un accidente y no es nada malo. -Intentaba calmar a su preocupada hermana. -Mas tarde te traigo algo delicioso. -Los ojos de la pequeña brillaron y asintiendo con una sonrisa se marchó.

Minjeong suspiró pesadamente y se sentó en su cama para observar sus descubiertas y dañadas manos. Estaban hinchados y con los nudillos rotos combinados en la amalgama de colores que su hermana mencionó. Se acarició el cuerpo sin querer ver nada más de ella misma y procedió a vestirse con cuidado pues sus manos le dolía y tenía mucha sensibilidad en ellas. Se vistió con unos jeans rasgados y un sueter color rosa pastel, su favorito y unas converse negras.

Al salir de su habitación se aseguró de cubrir bien sus manos con el sueter para no alarmar a nadie, no quería molestar a nadie y quería mantener todo dentro de ella misma aunque solo fuese peor. Ese día se la pasó en casa así que tuvo que comer pero por suerte no hubo reunión en la mesa familiar ya que Baekhyun no estaba, su madre debía resolver algunas asuntos y su hermana comía mientras veía caricaturas en su tablet.

Se sentía mal y solo quería hacerse bolita y llorar hasta vomitar, sentía que quería vomitar producto del asco que sentía hacia si misma y sentía que ya no había vuelta atrás, sentía que nunca volvería a respirar y que jamás estaría bien de nuevo... No creía que seguiría viva si su pecho le seguía doliendo de esa manera.

Esa tarde Minjeong decidió salir a pasear para intentar despejarse o al menos intentar no estar encerrada por tanto tiempo en su habitación. Caminaba sin alzar la mirada y gracias a esto tropezó con alguien pero no le importó hasta que la otra persona le dijo algo.

-Hey... ¿Minjeong? -Conocía esa voz así que alzó la vista y sonrió forzadamente, no quería hablar con nadie. -Dios, Minjeong... -La menor apartó la mirada e instintivamente escondió sus manos en los bolsillos de su sueter, grave error porque soltó un quejido de dolor. -¿Estás bien? -Su tono era preocupado e intentó acercarse pero alguien interrumpió.

-Aquí tienes tu helado, amor. -Dijo con una sonrisa hasta que analizó la situación y observó a su mejor amiga. -¿Minjeong, estás bien? -Dejó los helados en las manos de Ning y se acercó lentamente hasta la menor quien les regaló una de sus típicas sonrisas.

-Aeri, Yizhuo, ¿Cómo están? Estoy bien, gracias por preguntar. -Intentó caminar pero Aeri la detuvo del brazo.

-Ibamos camino al cine, ¿Quieres venir con nosotras? -Preguntó amablemente mientras observaba el nerviosismo de su mejor amiga.

-No traje dinero y la verdad, no tengo muchas ganas de-

-Yo invito. -Intervino Yizhuo y Aeri se derritió de dulzura por su amable gesto. -Hace mucho no salimos juntas y me gustaría que compartir un rato como antes. Has estado muy apartada, Min. -La menor se sentía ansiosa y quería correr del lugar porque sentir las miradas del resto le hacía sentir mal, se sentía juzgada.

-¿Puede ser otro día? -Preguntó en un tono bajo intentando no sonar nerviosa.

-No, no se puede. Ya mi niña te dijo que es hoy y además, el taxi nos espera porque no pretenderás que yo; Aeri Uchinaga vaya a pie. -Su actitud superior nunca podía faltar y sin decir más tomó a Minjeong del brazo y se subieron al taxi.

La peliroja agradecía que Ning y Aeri estaban en su burbuja de amor porque así no tendría la mirada puesta en ella preguntándole mil cosas. El viaje fué tranquilo y solo rezaba que sea salir al cine e irse a casa con alguna excusa pero sabía que con ese par que adora las compras nunca se sabe.

Al llegar al centro comercial fueron directamente a comprar las entradas y aunque Minjeong se negó, también le compraron palomitas de maíz y refresco para comer mientras veían la película. Eligieron la función más cercana porque Aeri Uchinaga no podía esperar por nada ni nadie que no fuera Ning Yizhuo así que cuando comenzó entraron en silencio.

-Que asco, no han limpiado los asientos y toqué algo viscoso que espero no sea mocos. -Dijo Aeri con cara de asco mientras se limpiaba con un asiento vacío y las menores se reían bajito.

-Yo te limpio con toallitas. -Le dijo amablemente Yizhuo y se sentaron para luego buscar las toallitas y limpiar a su novia.

A mitad de la película Minjeong se maldijo porque haberse tomado la bebida tan rápido pues tenía ganas de ir al baño así que les avisó que ya volvía y se fué directo al baño del cine. Luego de hacer sus necesidades se lavó las manos con mucho cuidado y daba gracias de que el cine estaba oscuro porque si no, Aeri la mataría para luego revivirla y pedir respuestas a muchas preguntas que no quería responder pero no todo estaba a su favor. Aeri llegó a su lado para retocar su maquillaje y cuando bajó la vista para buscar algo en su estuche, abrió los ojos como platos y tomó a Minjeong por las muñecas.

-¿Qué demonios te pasó? -Apretó el agarre y la miró con rabia en sus ojos. -No me digas que estás así por culpa de esa imbécil, Kim Minjeong. -Se intentó soltar pero no pudo. -¿Por qué tus manos están así?

-No es tu problema, Uchinaga. -Otro intento fallido.

-¿No lo es? Tu bienestar no es mi problema pero ayudarte con cosas para Karina si lo es. -Su pecho subía y bajaba.

-No todo gira en torno a ella, mi centro del mundo no es Karina. -Mintió pero tampoco era tanta mentira puesto que si, Minjeong tenía muchos problemas. -Hay cosas que nadie sabía y no tienen que ver con ella. -Sus ojos se llenaron de lágrimas y su respiración comenzó a fallar por quinta vez en el día.

-¿Minjeong? -Aeri soltó su agarré y observó como su amiga se llevaba las manos al pecho y apretaba con fuerza el sueter mientras buscaba aire. -¿Estás bien? -Claro que no lo estaba y no se le ocurrió mejor cosa que abrazar a su mejor amiga.

Todo se detuvo, Minjeong sintió que su mente se detuvo y luego de un minuto todo el llanto salió de ella mientras se aferraba con la poca fuerza que tenía a Aeri. La mayor le brindó todo su apoyo aún sin entender mucho lo que estaba pasando y cuando fué un poco más conciente pudo notar que detrás de toda esa ropa holgada estaba una débil y delgada Minjeong, su corazón se rompió pero se terminó de romper cuando escucho entre llantos a su pequeña amiga decir "Ya no puedo más... No quiero estar más".

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora