Capítulo 1: Lo que la vida me trajo.

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Erick: Sí, Mari, entiendo tu punto de vista...pero necesito que tú entiendas también que yo ahorita tengo que terminar unos papeleos, mi jefe me descontará de nuevo si no lo entrego a tiempo...

Erick es un joven de 29 años su cabello es café claro, ondulado y suave; piel clara, ojos marrón grisáceo. Aguien que te daría una mano sin importar si es la única libre que tiene.

La mujer al otro lado del celular se escucha muy decepcionada ante la respuesta de Erick, pero sigue insistiendo.

-Lo sé, lo sé...pero quería salir contigo esta noche ya que ahora los dos tenemos poco tiempo. Tú sabes que yo aprecio y agradezco cada momento que paso a tu lado, ¿no puedes aunque sea un ratito, amor?-

Erick: No cariño, no puedo, es demasiado trabajo lo que tengo que hacer, además de unos proyectos que tengo de la universidad...¿Y tú que no tienes que hacerlos también? Ve a trabajar en eso Mari, es más important-

Erick se detiene y mira hacia una caja de cartón que está tirada en el césped, mojándose. Dentro de esta se puede ver a un pequeño niño dormido, quien parece estar algo herido.

Erick: Cariño hablamos luego, se...se me está apagando el celular.

Corta la llamada, sin dejar que Mari pueda contestarle. Luego deja a un lado la sombrilla y rápidamente se acerca a la caja de cartón para agarrar con mucho cuidado al pequeño, evitando despertarlo. Erick agradecido de que lo encontró casi cerca de su casa, entra a ella y lo deja en un sofá, mientras este va a buscar un botiquín y ropa, ya que el niño estaba desnudo [...] Con mucha delicadeza y amor, lo seca y cambia. "Quién diría que se podría adoptar así, de una manera tan repentina..." pensó Erick, para luego ir a la cocina a prepararle comida, olvidándose de todo el trabajo que tenía que hacer. Ya luego de unos minutos entra en la sala con comida, pero el niño no estaba por ningún lado.

Erick: ¿Eh? Que rápido despertaste...¿dónde andas? He traído un poco de comi-

El niño lo sorprende, agarrándolo por la nuca, y Erick trata de agarrar con fuerza el plato para que la comida no se caiga.

Niño: ¿Y tú a dónde diablos me trajiste? Estaba en perfectas condiciones allá afuera sabes ¿Acaso eres uno de ellos? Porque si es así te mataré...

Erick: ¿Q-qué, quiénes? Yo solo te encontré afuera, en una cajita de cartón y me dio lástima mirar que estabas en esas condiciones  mientras llovía. Ahora suéltame por favor, que me cuesta respirar un poco...

El niño lo suelta, pero rápidamente se aleja de él, mirándolo con mucha desconfianza.

Erick: Ey...no me veas así, he dicho la verdad. Pero volviendo a lo importante, te hice un poco de comida, porque si no me equivoco no has comido nada ¿verdad?

Erick deja la comida en una mesa que está cerca de un sofá y luego se sienta en el otro, haciendo señas al niño para que se acerque a comer.

Erick: Bueno, mientras comes me gustaría presentarme para evitar más...malentendidos ¿sí? Me llamo Erick y tengo 29 años, vivo solo por si preguntas, también trabajo en una pequeña oficina no muy lejos de aquí.

El pequeño se sienta en el otro sofá y empieza a comer con muchas ganas, aunque este decide hacer lo mismo que hizo Erick también para evitar que lo siga molestando.

Niño: Yo...me llamo Kyun...Y solo eso, no sé qué más hay en una presentación.

Erick: Bueno, en una presentación lo que tienes que decir es tu nombre, también la edad, de dónde vienes y si quieres puedes añadir algunas otras cosas que desees decir. Aunque también podías tomar de referencia lo que dije...

Kyun: ¿Edad?...¿Qué es eso? No me enseñaron nada de eso.

Erick: Eh...bueno, la edad son los años que llevas de vida por el momento, por ejemplo, yo tengo 29 años de vida ¿entiendes?

Kyun: ¿Los años que llevo de vida? Mmh, creo que en un papel había visto que tenía...10 años...aunque estaba algo borroso también,  porque lo encontré en la basura.

Erick: ¿Y qué tan descuidados tienen que ser tus padres para tirar cosas importantes a la basura?, O mejor dicho, para abandonar a su propio hijo...

Kyun no responde ante la pregunta que Erick le hizo, solo bajó la mirada.

Erick: ...Eso no importa ahora, lo importante es que al menos ahora estás resguardado de la lluvia, también ya lograste comer y tienes ropa...aunque te queda demasiado grande...Si quieres puedes quedarte a dormir en mi habitación, tengo mucho trabajo por hacer así que no me duermo todavía, pero un pequeño como tú si tiene que hacerlo.

Erick se levantó, le acarició la cabeza al pequeñín, aunque sintió dos cosas punzantes en las orillas de la cabeza, pero decidió no preguntar ya que no quería incomodarlo más. Se fue a otra habitación para empezar a trabajar, mientras Kyun se quedó en la sala, pensativo.

Kyun: No parece mentir, su actitud...no parece falsa...pero no puedo confiarme de él todavía, puede que sea otro de esos hombres que mandó "padre" para capturarme y llevarme de nuevo a ese infierno...

Kyun se acomodó en el sofá para poder descansar, ya que todo este día había sido muy cansado para él, le alegra un poco saber que al menos en este momento puede tener un poco de tranquilidad y descanso, aunque sabe que no tiene que bajar la guardia. Sin que él se de cuenta, cae dormido en un profundo sueño. Quién sabe lo que le depara de ahora en adelante a este pequeño [...]

Mi Amarga Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora