━━𝗔𝗯𝗼𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗣𝗮𝗿𝗸 ♡ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ݈݇-

❛ number thirteen ❜

Una semana antes de la audiencia final, Sunghoon fue a visitar a Jaeyun como de costumbre. Al cruzar las puertas de la prisión, sentía un nudo en el estómago, una mezcla de ansiedad y una creciente tensión que no podía ignorar. Sabía que cada visita se volvía más difícil, especialmente porque sus sentimientos por Jaeyun seguían profundizándose.

El guardia abrió la puerta de la celda y Sunghoon entró. Jaeyun estaba sentado en su cama, mirándolo con una sonrisa que, por alguna razón, parecía más triste de lo habitual.

─ Hola, Jaeyun ─ saludó Sunghoon, tratando de mantener su tono ligero.

─ Hola, Sunghoon ─ respondió Jaeyun, levantándose y acercándose. ─ ¿Cómo estás?

─ Estoy bien, aunque un poco nervioso por la audiencia. Tenemos todo listo, pero siempre hay ese pequeño margen de incertidumbre ─ dijo Sunghoon mientras se sentaba en la pequeña mesa de la celda.

─ Lo sé. Y agradezco todo lo que estás haciendo por mí ─ Jaeyun se sentó frente a él, sus ojos encontrando los de Sunghoon. La tensión en el aire era palpable, ambos sabían lo que sentían, pero ninguno se atrevía a dar el siguiente paso.

─ Jaeyun, hay algo que quiero discutir contigo ─ dijo Sunghoon, tomando aire para mantener la compostura. ─ He estado pensando mucho en nosotros y en lo que esto significa. No puedo evitar sentir que... ─

Antes de que Sunghoon pudiera terminar su frase, Jaeyun se inclinó hacia adelante y lo besó, interrumpiendo sus palabras. El beso fue lento, cargado de una mezcla de desesperación y esperanza. Cuando se separaron, ambos respiraban con dificultad.

─ Sunghoon, sé que esto no es fácil. Pero no puedo evitar sentir lo mismo que tú ─ susurró Jaeyun, sus dedos rozando la mejilla de Sunghoon.

─ Jaeyun... ─ Sunghoon cerró los ojos por un momento, disfrutando de la cercanía. ─ No quiero que te preocupes por lo que pueda pasar. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que ocurra.

─ Eso es lo que más me asusta ─ Jaeyun respondió en voz baja, su mirada fija en la de Sunghoon. ─ No quiero que te lastimes por mi culpa.

─ No me lastimarás. Estoy aquí porque quiero estar contigo, porque creo en ti ─ Sunghoon tomó las manos de Jaeyun, apretándolas suavemente. ─ Lo único que me importa ahora es sacarte de aquí.

La puerta de la celda se abrió, señalando el final de la visita. Sunghoon se levantó, aún sosteniendo las manos de Jaeyun.

─ Prométeme que no perderás la esperanza. Prométeme que lucharemos juntos ─ dijo Sunghoon con firmeza.

─ Te lo prometo ─ Jaeyun susurró, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y tristeza.

Sunghoon soltó sus manos con reluctancia y salió de la celda, llevándose consigo la imagen de Jaeyun, con la esperanza de un futuro en el que pudieran estar juntos sin las sombras del pasado.

Mientras se alejaba, Jaeyun se quedó mirando la puerta cerrada, sintiendo una mezcla de amor y miedo. Sabía que el camino no sería fácil, pero con Sunghoon a su lado, estaba dispuesto a enfrentarlo todo.

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De regreso a casa, Sunghoon no podía dejar de sonreír. Aunque la situación era complicada, la esperanza y el amor que sentía por Jaeyun le daban fuerzas para seguir adelante. Entró en su hogar, saludando a su familia mientras se dirigía al comedor para la cena.

─ ¡Sunghoon! ─ exclamó su hermana, al ver la sonrisa radiante en su rostro. ─ ¿Por qué estás tan feliz?

Sunghoon rió nervioso, sin querer revelar la verdadera razón detrás de su felicidad. ─ Es porque ya tengo todo lo necesario para defender a mi cliente ─ respondió, tratando de sonar convincente.

Su hermana lo miró con curiosidad, pero no insistió. ─ Me alegra mucho, ojalá todo salga bien.

─ Sí, eso espero ─ dijo Sunghoon, sentándose a la mesa y disfrutando de la comida y la compañía de su familia, aunque en su mente no podía dejar de pensar en Jaeyun y en lo que les depararía el futuro.