Capitulo 6

667 54 13
                                    

Notas al final del cap.

Capítulo 6 - Recuerdos de antaño 2

La realidad, muchas veces, puede ser decepcionante.

El tiempo había pasado y Adam logró recuperarse por completo, el único recordatorio de ese momento fueron las horrendas marcas en todo su pecho y estómago, Adam bromeaba con ellos para tranquilizar a Eva cada vez que las veía como "parches naturales de piel" pero no causaba mucha gracia a la mujer.

El tiempo también había causado que el plano vientre de la mujer se convirtiera en una pequeña esfera de felicidad, era usual que tanto la mujer como el hombre se quedaran un tiempo mirando el vientre redondito y lo acariciaran.

Eva algunas veces le hablaba y Adam le seguía el juego.

Ambos tenían planeado pasar un poco más de tiempo en la cueva y sobrevivir en los alrededores hasta que surgió una desgracia.

Una desgracia también conocida como desastre natural.

Un terremoto.

Fue la primera vez que habían experimentado sentir el suelo temblar, mucho menos que temblara con tanta fuerza como lo había hecho.

La cueva no tenía oportunidad y comenzó a derrumbarse.

Adam y Eva salieron corriendo despavoridos de allí, solo para entrar en otro problema. El suelo se levantaba en picos de tierra y abrieron grandes grietas de forma abrupta, sería demasiado difícil poder prever cuando el suelo bajo tus pies sería el siguiente en romperse y formar otra grieta.

Podría decirse que era una fortuna que no les haya pasado nada malo, Adam se aseguró de proteger a Eva y la mantuvo encima suyo todo el tiempo, más específicamente en sus brazos y corrió en busca de algún lugar seguro o al menos un lugar sin temblores.

Lo único que podían agradecer era que el clima se encontraba calmado.

Pero no tenían tiempo para agradecer eso.

Adam corrió con Eva en sus brazos por mucho tiempo, era mejor estar en movimiento frente a un temblor tan fuerte como era ese, el equilibrio era clave para un suelo que parecía temblar peor que gelatina.

No fueron los únicos que huyeron de ese desastre.

Tanques gigantescos parecidos a rinocerontes corrían lentamente, una especie de unión de mono y perro que ágilmente se movía por entre las grietas y las otras bestias, pájaros que parecían insectos con corazas oscuras, las mismas bestias felinas que se habían encontrado anteriormente y muchas otras.

Nadie sabía dónde se escondían antes pero habían logrado pasar desapercibidos para Eva.

"¿Es un castigo de los ángeles?" Eva no podía imaginar otro causante para un desastre de tales proporciones que no sea un individuo divino.

Fue esclarecedor y poético.

Bestias tan resistentes como esas que se parecían a rinocerontes eran engullidos por las grietas o eran atravesados por picos de tierra que crearon otra grieta en otro lugar y murieron con la misma facilidad que cualquier otro.

Esos monos/perros eran aplastados entre sí por culpa de las otras bestias o perdieron el equilibrio y caen a las grietas como los otros.

Las aves al menos eran las más afortunadas porque aunque no pudieran volar continuamente, todavía podían pasar menos tiempo en el suelo pero no las salvan de la desgracia porque aun así algunas murieron.

Aunque Adam y Eva pudieron sobrevivir, suerte o destino, nada de eso importaba, lo que importaba era que lograron sobrevivir a ese desastre.

"Tranquila, podemos encontrar otro lugar"

Hazbin Hotel - Un enemigo angelical distintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora