Capítulo 5

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Estos últimos meses fueron mucho más pesados de lo que supuse. Entrenaba todos los días, excepto los domingos, eso incluía: correr una hora en la plaza, hacer 180 sentadillas, 100 abdominales, 65 flexiones —sí, no tengo tanta fuerza en mis brazos— y obviamente las clases de taekwondo. Además tengo una dieta un poco estricta, debo llegar con el peso y las condiciones correctas a Londres. Olvidé mencionarlo, sí, quedé seleccionada para participar de los Juegos Olímpicos y ahora formo parte de los cuartos de final, mi próximo combate será contra Saori Bahawi quien es oriunda de Afganistán.

Por otro lado, logré establecer una linda amistad con Sofía, ella también es argentina y quedó en cuartos de final en judo. ¿Quién se imaginaría que terminaría teniendo una amiga judoca? Personalmente en el complejo en el que practico también enseñan judo, y nunca nos llevamos bien, todo el tiempo había rivalidad entre ambas artes marciales.

— Umay, ¿estas lista?— preguntó mamá terminando de secar su cabello.

— Ya casi termino...— dije terminado de atar los cordones de mi zapatillas. Por suerte en esta época era verano aquí en Inglaterra, llevaba puesto un short de jean, una remera negra, una camisa estilo leñador, y mis infaltables vans—. ¿A dónde iremos?—

— Tenía pensando ir al London Eye, y luego ir a almorzar en algún lugar lindo ahí cerca— dijo viendo el mapa que le habían dado en la recepción del hotel.

— Por favor no caminemos mucho— Tomás, estaba tirado en la cama boca arriba jugando con su celular.

— Iremos en taxi cariño—

***

La pasamos bien en el London Eye, fue fantástico ver la ciudad desde aquel punto tan alto, nunca había subido en algo parecido. Ahora nos encontrábamos haciendo fila en un restaurant de pastas, éramos los últimos y teníamos cuatro personas adelante.

— Señor, ¿Cuánto cree que sería la demora?— pregunté.

— Máximo quince minutos— sonrió y asentí.

— ¡Hola!— dijo una voz a mis espaldas, volteé y vi a un joven rubio con ojos celestes mirándome—. Sí Umay, te hablo a ti—

— Hola... ¿cómo me conoces?— dije dudosa.

— Me llamo Niall Horan, estoy en los juegos olímpicos también— extendió su mano y la acepté—. Ella es mi madre Maura, y ella mi hermana Cloe— dijo señalando a una mujer y una niña rubia con rasgos similares a los de él.

— Un gusto— dije saludando a ambas—. Ellos son mi familia, mamá y mi hermano Tomás—

— Mañana te enfrentas contra Saori, es muy buena— comentó Niall.

— Lo sé...— suspiré, se formaron unos segundos de silencio y volví a hablar—. ¿En que deporte participas?—

— ¿Es enserio?— rió, y luego de darse cuenta que no era un chiste respondió—. Taekwondo, pasé a cuartos y mañana me enfrento contra un español— Qué avergonzada estoy y mis mejillas no tardaron en demostrarlo.

— ¿Están juntos? Hay un lugar disponible para seis personas— dijo el mismo señor al cual anteriormente le había preguntando el tiempo de demora.

— Si— respondió Niall sonriendo.

Yo pedí lasaña y no tardó tanto en venir, mientras comíamos, mamá hablaba mucho con Maura, al parecer tenían varios temas en común, Tomás cómo siempre estaba enganchado cabiz baja con su celular, me daba mucha rabia que no socialice.

— ¿Te imaginas que nos toque enfrentarnos?— dije pensando en las posibilidades.

— Te vencería, no creas que te tendré lastima por ser mujer— dijo con aires de egocentrismo.

— No te sería fácil, entrené demasiado para llegar a dónde estoy ahora—

— Cómo digas... pero dejando el taekwondo de lado, cuéntame más de tu vida— Niall cambió de tema, y me pareció bien ya que en algún momento ya no sabríamos que más decir sobre la competencia.

— No sé qué decirte, hace un mes cumplí dieciocho años, soy argentina...—

— Pensé que eras más grande, aparentas más edad ¿tienes novio?— Okay, eso fue muy directo.

— Siempre me dijeron que aparentaba dos o tres años más de los que tengo, y no tengo novio, terminé con él hace meses— ambos quedamos callados, me incomodaba un poco la manera en la que él me miraba—. ¿Cuántos años tienes?—

— Veintiuno— dijo acomodándose el cabello—. Soy irlandés y estoy soltero— guiñó un ojo, y reí.

— No creas que estoy interesada en tener una relación, no terminé bien la última vez—

— Qué lástima, ¿sabes cuantas chicas amarían estar conmigo?— Esta bien, estoy comenzando a pensar que el egocentrismo era en modo de broma, pero al parecer lo dice convencido.

— No creo que sean tantas, pero si vos decis...— el me miró y quedó con sus ojos abiertos cómo platos, estaba por decir algo pero simplemente calló y rió.

Lo que quedaba de la cena no fue tan divertida, ¿habré ofendido a Niall? No lo sé, tampoco me importaba mucho, apenas lo conocía. Volvimos los seis juntos al hotel, ya que nos hospedábamos en el mismo.

— Fue muy lindo conocerlos, nos vemos luego Maura— dijo mamá despidiéndose y antes de entrar a la habitación Niall me susurró algo.

— Para tu suerte, sería imposible que nos toque un combate juntos ya que tu estás en la categoría femenina de sesentaisiete kilos, y yo en la masculina con ochenta.

—♥—

TaeKwonDo [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora