Capítulo 49: Hierro puro

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El sonido de miles sino es que millones de droides marchando a las órdenes de Ferrus Manus era incesante, droides leales al imperio, máquinas cuya utilidad servía como carne de cañón en lugares donde los manos de hierro no podrían movilizarse con facilidad o donde el entorno hostil obligaría a hacer sacrificios irreemplazables para la legión.

A su lado, los temidos hijos de Perturabo, inquebrantables, hierro dentro hierro fuera, no había nada más letal que un guerrero de hierro entre las estrellas.

Después de la gran anexión imperial, Perturabo y Ferrus se dedicaron a cazar xenos en los sectores más alejados del núcleo galáctico, ahora los Hrud ya no eran un problema para el imperio, de eso se encargaban las hojalatas de cañón, xenos como los orkos eran superados en número y calidad cuando los guerreros y manos de hierro llegaban al apoyo, aun más con la llegada de una nueva legión titanicus fabricada por los 2 hermanos de hierro en persona, creando monstruos capaces de funcionar como fortalezas andantes con la suficiente potencia para destruir flotas en órbita, esto se supo durante la campaña de Balaho contra las fuerzas Covenant bajo apoyo separatista.

Huno otras campañas donde los hermanos demostraron qué con el ingenio mecánico, fuerza, disciplina y tecnología suficiente, serían imparables, si bien hubo batallas magistrales como la batalla del sistema Hutt contra este cartel criminal, utilizando un ejército droide de 65.000 efectivos con apoyo de 3 compañías de guerreros de hierro y 2 divisiones blindadas de Land raider lograron tomar un sector entero en cuestión de días, otro éxito sería la liberación de Tatooine por parte de ambas legiones acabando con el temido Jabba the hutt y toda su organización criminal de raíz, pero sin duda alguna la batalla donde se puso a prueba el poder de fuego droide, fue en el asalto de los clanes bancarios con una flota sebo constituida en su mayoría por droides de batalla leales que afirmaban haber tomado posesión de las naves imperiales, fue cuestión de tiempo que las naves demostráran sus verdaderas intenciones al iniciar bombardeos con las baterías principales a ciudades y puertos espaciales por sorpresa, la cereza del pastel vino con la llegada de fuerzas mixtas procedentes de la solar auxilia y manos de hierro en desembarcos masivos qué cubrieron los cielos por completo.

Aunque ninguna otra como la caceria de los nemoidianos en el borde exterior, fue un largo camino en el que múltiples flotas realizaron emboscadas, guerra de guerrillas y escaramuzas, destrozando en su mayoría el grueso de la flota separatista junto a prototipos de nuevas naves.

Aunque el mayor de estos asaltos se estaba llevando acabo en el sector klendathu contra la nueva amenaza arácnida/zerg reportada tanto por la Federación como por los nuevos dominios terran, en estos momentos los astartes de ambas legiones se vieron comprometidos en una guerra de desgaste contra las baterías orbitales arácnidas y bionaves zerg, la cosa comenzó a estancarse cuando bionaves zerg y las primeras bionaves arácnidas reportadas en la historia comenzaron a contraatacar, estas bestias embestian y destrozaban naves de batalla imperiales en ataques coordinados mientras que otras de menor medida denomidas "biotransportes" abordaban con infinidad de organismos de combate listos para el asalto, sus gruesas placas de quitina y hueso estaban resistiendo los disparos de bolter en cierta medida, aunque lo peor fue observar como destrozaban compañías enteras de droides equipados con armas de plasma, parecían saber enfocar su atención en blancos específicos para aumentar sus esperanzas de vida y daños a causar.

Como si fuese poco, los intentos de invasión planetaria no surtieron ningún efecto durante las primeras fases, ya que se enviaron en su mayoría a droides de combate pesados simplemente para estudiar el entorno y reconocer territorio enemigo, resultando en un sector hostil del cual cada maldito cm estaba cubierto por bioformas de. combate y fauna hostil, no parecían querer ser molestados por nadie.

Lo que menos preocupaba a ambos primarcas era el hecho de tomar los planetas, un par de exterminatus de bombas viricas debía ser suficiente, el verdadero problema eran las bionaves que comenzaban a aumentar en número rápidamente, la mayoría de ellas parecían ser de ataque, aunque los avistamientos de transportes de tropas en gran medida comenzaban a escalar con el paso del tiempo, así que se decidió colocar una zona de cuarentena alrededor del sector para tratar de frenar la expansión y terminar esto de una vez.

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