𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓: 𝖫𝗈𝗏𝖾 𝗐𝗂𝗇𝗌 𝖺𝗅𝗅 || KimTHV X Ji-Eun IU

🎷𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐲 𝐣𝐚𝐳𝐳|| Capítulo dos

Al día siguiente, una gran incertidumbre invadía mi cuerpo. Caminé un poco, sobre todo para despejar mis pensamientos. Así fue como llegué a la farmacia, con una mascarilla y mis gafas oscuras puestas, y fingí un poco mi tono de voz.

—Disculpe, ¿me podría dar una pastilla de emergencia? Ya sabe, una para...

No terminé de hablar cuando aquella señora mayor me miró con reproche, para después casi arrojarme la caja encima. Quise pedirle una bolsa, pero entre sus miradas furtivas y sus malos comentarios, lo mejor que pude hacer fue huir del lugar.

Salí de ahí avergonzada en todo mi ser, la noche anterior había sido una locura. Me había acostado con un hombre que no conocía y lo peor de todo es que me había gustado demasiado.
Aceptar el dinero era lo que más me hacía sentir como una rastrera, pues claramente yo no era una prostituta, pero tampoco podía exponerme a un embarazo no deseado.

Llegué a una tienda de conveniencia y compré una bebida fría. El líquido recorría mi garganta, despertando mis sentidos mientras mis ojos dolían por la exposición al sol. Miré la hora en mi móvil: las 8:00 a.m. Podría intentarlo un poco más.

Con mi fe y actitud, llené unos cuantos currículums y concerté citas para algunas entrevistas, trabajos futuros que podrían ayudarme. Me sentí desanimada al no recibir respuesta de entrevistas pasadas. Aun así, como cada día, no quería darme por vencida. Una notificación llegó a mi bandeja de entrada: un correo de la universidad, invitándome a cubrir los próximos gastos de cafetería y clases atrasadas. Bufé de frustración; si seguía sin pagar, era obvio que terminarían por desecharme. No quería rendirme, amaba estudiar actuación y anhelaba cumplir ese sueño.

Me quedé ahí, mirando un punto fijo, tratando de calmar mi mente del caos de pensamientos que amenazaban con arrancar mi poca cordura. A mi mente llegó el momento íntimo vivido con aquel que se hacía llamar Taehyung. Sentí mis mejillas arder y me odié al darme cuenta de que tomaba mis propias mejillas, intentando calmar ese pensamiento que me hacía sentir calor.

Me maldije al mirar la hora, sintiendo un alivio desesperado al darme cuenta de que aún podía llegar a tiempo. No tenía opción si quería seguir con mi vida; tendría que recurrir a medidas desesperadas, como trabajar en aquel bar.

En el trayecto, mi mente era un torbellino de pensamientos. Intenté reflexionar, pero cada vez que trataba de encontrar una salida, me topaba con la misma conclusión: —No tienes opción alguna—. Era la verdad más cruda y absoluta, no tenía opción. Mis pasos eran rápidos y desordenados, mi corazón latía con fuerza, y el caos en mi mente se reflejaba en cada movimiento.

Entré al lugar, que de día era completamente distinto. Al fondo, una música de jazz agradable llenaba el aire, lo mejor era que era un grupo en vivo. El bar tenía ese toque de los años treinta, algo que de noche se perdía entre la música y la iluminación diferente. Había parejas bailando y varias mujeres con vestidos llamativos, llenos de lentejuelas. Me perdí en el momento, en el sitio que parecía otro mundo. El caos de mis pensamientos se mezclaba con el ritmo del jazz, creando una sinfonía de desorden en mi mente. Cada nota, cada paso de baile, me arrastraba más profundo en ese torbellino de sensaciones.

Una nueva pieza sonó, y yo caminaba lento, intentando encontrar a alguien que me ayudara a llegar al "dueño", Taehyung. De pronto, un nuevo miedo invadió mi ser. ¿Y si todo era mentira? ¿Y si ese hombre era un tipo cualquiera? Me quedé parada en el mismo lugar, congelada por la duda, cuando sentí que mi cuerpo fue girado. De forma suave, alguien tomó mi cintura y mi mano. Una penetrante mirada se posó sobre mis ojos, y un fuerte olor a cigarro mezclado con un aroma maderado y un toque mentolado me hizo marear un poco. Pero fue su manera de vestir, tan elegante, lo que me hizo dudar si era la misma persona de anoche. El caos en mi mente se intensificó, cada pensamiento chocando con el siguiente, mientras trataba de entender qué estaba pasando.