Capítulo 22: Colisión de Mundos

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El sonido del teléfono irrumpió en la tranquila mañana de un sábado. Alexia, que estaba disfrutando de un café en su balcón, frunció el ceño al escuchar el timbre insistente. Miró la pantalla y vio el nombre de su hermana, Alba, parpadeando. Una sensación de inquietud la recorrió.

"¿Alba? ¿Qué pasa?" respondió Alexia, su voz reflejando una mezcla de preocupación y curiosidad.

"Alexia, tienes que venir al hospital ahora mismo. Mamá ha tenido un accidente automovilístico. Está en cirugía," la voz de Alba temblaba al otro lado de la línea.

El corazón de Alexia se detuvo por un momento. "Voy para allá," fue todo lo que pudo decir antes de colgar y correr hacia su dormitorio para vestirse rápidamente.

Elena, quien estaba en su turno de guardia en el hospital, había recibido la llamada de emergencia unos minutos antes. Un accidente grave en la autopista había dejado a una mujer en estado crítico. Al llegar a la sala de emergencias, se encontró con un equipo médico trabajando frenéticamente para estabilizar a la paciente.

Elena se abrió paso entre el personal. "¿Cuál es su estado?" preguntó, tomando el informe de manos de una enfermera.

"Traumatismo craneoencefálico severo, múltiples fracturas y una hemorragia interna. Estamos preparándola para cirugía," respondió el enfermero, su rostro serio.

Elena asintió, su mente ya comenzando a formular un plan de acción. "Prepárenla para el quirófano. Yo me encargaré de la cirugía."

Antes de entrar al quirófano, Elena revisó rápidamente el expediente de la paciente para asegurarse de conocer todos los detalles necesarios. Al leer el nombre, sus ojos se abrieron de par en par: Eli Segura. "Dios mío, es la madre de Alexia," pensó, sintiendo una mezcla de shock y una urgencia renovada. Sabía lo importante que era esta operación no solo profesionalmente, sino personalmente. Tenía que salvarla.

Mientras se preparaba para la operación, Elena no podía evitar sentir una mezcla de ansiedad y determinación. Las heridas de Eli eran graves, y cada segundo contaba. Sabía que tendría que emplear todas sus habilidades y conocimientos para salvarla.

En el quirófano, el equipo trabajaba con una eficiencia sincronizada. Elena dirigía cada movimiento, sus manos firmes y seguras mientras realizaba incisiones precisas. La hemorragia interna era su primera prioridad; si no lograban detenerla, la paciente no sobreviviría.

La tensión en la sala era palpable, pero Elena mantenía la calma. "Vamos a estabilizarla. Necesito una transfusión de sangre aquí," ordenó, su voz resonando con autoridad.

Mientras tanto, en la sala de espera, Alexia y Alba aguardaban con impaciencia, sus corazones llenos de temor. Alba estaba visiblemente angustiada, con los ojos rojos e hinchados por el llanto. Alexia trataba de mantenerse fuerte por ambas, pero la preocupación la consumía por dentro.

"Todo estará bien, Alba. Mamá es fuerte, y está en buenas manos," dijo Alexia, aunque no podía evitar que su voz temblara ligeramente.

Los minutos parecían eternos. Cada vez que una enfermera pasaba, ambas hermanas levantaban la vista con esperanza, solo para sentir una nueva oleada de ansiedad cuando no recibían noticias.

Después de horas interminables, Elena finalmente salió del quirófano. Estaba agotada, con el rostro cubierto de sudor bajo su máscara quirúrgica. Se dirigió directamente a Alexia y Alba, sabiendo lo crucial que era mantenerlas informadas.

"Alexia, Alba, la cirugía ha terminado," dijo, su voz tranquila pero cansada. "La situación era muy grave, pero logramos detener la hemorragia y estabilizar sus fracturas. Ahora está en recuperación intensiva."

Ecos de Amor  - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora