'·. 𝐃 ｅ ｌ ｉ ｃ ａ ｔ ｅ .
Donde Celina y Hector se conocen debido a que sus padres son amigos. Automáticamente se odian. Aunque unas vacaciones juntos, podrían cambiarlo todo.
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"𝐼𝑠 𝑖𝑡 𝑐𝑜...
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Celina's pov
Al día siguiente, me desperté con una migraña fuerte, lo que me puso de mal humor. Bella no estaba en el cuarto, por lo que asumí que estaba abajo desayunando. Así que me levanté, me lavé los dientes y bajé. Los adultos no estaban, ya se habían ido a la playa. Estaban Marc y Bella, preparando el desayuno
—Buenos días, dormilona —dijo Marc
—Buenos días —contesté, riendo
—Cómo dormiste? —preguntó Bella
—Mas o menos. Me duele mucho la cabeza —respondí, sentándome con ellos
Marc me pasó una taza de café, y Bella me buscó una aspirina
—Gracias —les agradecí a ambos
Parecía que mi humor estaba mejorando, hasta que apareció Hector, con su típica expresión no muy amigable
—Buenos días —habló. Los chicos contestaron pero yo no
—Buenos días para ti también, Ferraris —bufó, agarrando una taza de café
—Buenos días, Fort —contesté de malas, sin mirarlo
—Vayamos a la playa antes de que se ponga feo el día. Parece que va a llover —habló Marc
—Ya me voy a cambiar. En 10 estoy —contesté
Después de desayunar, subí al cuarto. Me puse un bikini, unos shorts arriba, y preparé el bolso para la playa con lo básico. Me hice una trenza desordenada para que no me moleste el pelo, ya que hace mucho calor. Bajé, y ya estaban todos listos. Fuimos a la playa, y cuando llegamos, nos instalamos en el mismo lugar de siempre.
—Voy a darme un chapuzón —dijo Bella, parándose— Vienes?
—Más tarde —contesté
Estaba viendo a Marc y Hector jugar al voley en una red cercana que estaba dentro de la playa, hasta que la pelota cayó a mi lado. Hector se acercó a buscarla y habló
—Juegas? —preguntó
—No tengo muchas ganas —respondí, pasándole la pelota
—Venga, no me digas que tienes miedo —bromeó, burlón
Lo que no soporté. Me paré y fui a jugar
—De vos nunca, Fort. Quiero jugar —dije, segura
Hector sonrió, satisfecho de que esta vez, haberme molestado sirvió.
—Así se habla, Ferraris —contestó, pasándome la pelota
Empezamos a jugar los tres, y el partido se volvió cada vez más competitivo y menos divertido. Marc, viendo la situación, trató de intervenir.
—Vamos, chicos, es solo un juego. Relajaos un poco —dijo, tratando de calmar el ambiente
—Verdad. Me voy al mar con Bella, jueguen ustedes —hablé, dejándolos
