EL DIA DE LA AZAÑA

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Llego la noche de Luna llena, Amaru y Quyllur van a la granja para sacar las mochilas para emprender la aventura hacia la QAWAQ MACH'AY (cueva de los vigilantes)


Empiezan a salir Amaru y Quyllur rumbo a su gran hazaña, en eso se escucha llegar corriendo Illa Suyanna con un bolso en su espalda.


Quyllur al voltear a ver quién era, dándose cuenta que era su amiga. Algo desconcertado, le pregunta.



--- ¿Qué haces aquí Illa?



Amaru avergonzado respondió a la pregunta de su hermano mayor.


--- Yo le pedí que viniera Quyllur, ella nos acompañara si algo nos pasa en el camino, Illa ira a pedir ayuda.


--- No debiste decirle a nadie Amaru, pueden enterarse los demás y nos metería en problemas.



Exclamó Quyllur con cierto tono de molestia en su voz.



--- Yo no le dije nada a nadie, es un secreto de los tres, y quedara en secreto lo que haremos hasta llegar de regreso a casa.


--- Eso espero Illa, porque si se enteran, si nos ira muy mal, sé que nos castigaran con el sincho y no van a parar hasta hacernos sangrar de castigo.


---Quyllur no hable nada a nadie, lo prometo. Vamos de una vez que este viaje será muy largo.



Insistió la joven muchacha esperando que su amigo le creyera.



--- Esta bien Illa, pero si no puedes seguir avanzando, regresaras a casa, y no dirás a nadie donde fuimos o que has estado con nosotros.


¿Entiendes?


--- Eso no pasara, yo iré con ustedes, ¡no me cansaré! Y llevo también mi comida, no me faltará nada, lo juro.


--- Esta bien Illa, avancemos ya que el viaje es largo y debemos llegar a tiempo.



Habló por última vez Quyllur, rendido ante la insistencia de Illa. Los tres jóvenes aventureros empezaron el camino con dirección a lo que el Waq'a (Loco) había indicado, caminaron por toda la montaña Rumi laja (piedra cortada) era un acceso muy accidentado y peligroso, donde el camino estaba marcado por las huellas de los venados, siguiendo las huellas y con mucho cuidado de no caer o pisar esas piedras cortadas.


Caminaron toda la noche siendo acompañados y su camino iluminado por la luz de una luna llena, faltando poco para al amanecer encontraron las ruinas que Waq'a había mencionado, y vieron que era cierto lo que él había hablado, al llegar a las ruinas, se abrazaron contentos por lo que estaban cada vez más cerca de la MACH'AY QAWAQ (cueva de los vigilantes), llegaron a la piedra con el pozo profundo, los niños tiraron las hojas de coca mientras daban su oración a la Pacha Mama (la madre tierra) haciendo todo lo que el Waq'a les había dicho.


Al terminar de orar, se sentaron a comer y descansar de lo exhaustos que estaban.


Sacaron su mashca y su agua de panisada, desayunando emocionados y con mucha hambre por su larga y riesgosa caminata.


Illa empezó hacer una pequeña fogata para calentarse, porque estaba haciendo la helada.


Donde el frio y la humedad empiezan a congelar. Con una densa neblina, empezaron a dudar de que tal vez no saldría el sol y no podrían ser guiados a encontrar la MACH'AY QAWAQ.


Al bajar la helada y empezando a salir el sol, volvieron su mirada hacia la pared de piedra donde tenía una ventana y empezó a mostrarse el sol hacia esa roca, empezaron a caminar directo a esa dirección donde se reflejaba una montaña rocosa y mediana, siguiendo en búsqueda de esa misteriosa cueva.


Caminando con apuro los tres aventureros al MACH'AY QAWAQ, con esa emoción de saber que toda esa historia del Waq'a seria cierto.


Illa empieza a alejarse de ellos, sus pasos se volvieron lentos y pesados.


Empezando a llamar a sus amigos los cuales la dejaban atrás.



--- Amaru no me dejes, que estoy cansada.


--- Illa avanza, que Quyllur nos está dejando a los dos.


--- Ya no puedo, me duele los pies y estoy cansada.


--- Espera ahora llamo a Quyllur, para que no se aleje mucho, porque está muy apurado por llegar a la MACH'AY QAWAQ.


Amaru al hacerle el alcance a Quyllur ve a la distancia que estaba ya estaba al frente de la MACH'AY QAWAQ.


--- ¡Amaru ya llegamos!



Gritando de felicidad de haber llegado al MACH'AY QAWAQ.



--- Quyllur, Illa está muy atrasada y cansada, espéranos que ya llegaremos.


¡No vayas entrar sin nosotros!



Gritando con voz de cansancio Amaru. Preocupado por Illa que estaba atrasada y Quyllur que estaba ya en la Mach'ay queriendo ya entrar.



--- Los espero Amaru, no se demoren que yo estaré aquí esperándolos.



Gritaba desde la distancia Quyllur.


Amaru bajo rápido a ayudar a Illa, emocionado y a la vez con un frio en el cuerpo de lo que estaba llegando a un lugar misterioso y que no sabía que podían encontrar en esa cueva.



---Illa, ¡ya llegó Quyllur! a la MACH'AY QAWAQ, está a 20 minutos de aquí, avancemos, yo te ayudo a caminar.


--- Está bien Amaru, yo ya estoy repuesta, vamos antes que Quyllur entre sin nosotros.



--- Dame tu mochila, para que no cargues tanto peso y puedas avanzar.



Ambos completamente agotados de haber hecho toda esa travesía, con ese objetivo propuesto, con más adrenalina que hacía que sus cuerpos tuvieran fuerzas para seguir adelante.


Empezaron a caminar con apuro para dar el alcance y poder entrar todos juntos a la MACH'AY QAWAQ.


Lo que más les sorprendía que en esa zona no había ningún ruido, ni de aves o el viento que soplaba entre las ramas secas.



Había un silencio absoluto que solo se escuchaban sus suspiros y la voz de cada uno.


Caminando con mucho apuro para llegar a la cueva.






Amaru Auqui y los guardianes de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora