LOS RECUERDOS DE AMARU A SUS

8 23 0
                                    



Amaru, se despide de Illa y su madre, agradeciendo todo su apoyo, Amaru e Illa se hicieron la promesa de un día volver a unir sus vidas, entre abrazos y lágrimas se despidieron.


--- Amaru, quiero que estudies y seas una persona de admirar, que vuelvas todo un Amauta, prométeme que vendrás y serás nuestro Amauta.


--- Te prometo que volveré Illa y seré un Amauta y ayudare a nuestro pueblo.



Amaru viajo a Francia con sus nuevos padres adoptivos, era todo un mundo distinto para él, sorprendido de haber viajado por primera vez en avión, a la vez una vida que era completamente diferente al campo donde vivía, a una ciudad mucho más moderna, era una cultura muy distinta para él.


Empezó a estudiar en una escuela para latinos, donde empezaron a enseñarles hablar francés y sus clases, adicional empezó a estudiar curso de natación y música, se mantenía el mayor tiempo ocupado.



Amaru, sorprendido con todo, cosas nuevas y le costaba adaptarse.


Montse era su gran apoyo y dedicada como madre, trabajaba y a la vez dedicada a cuidar de Amaru.


Amaru tenía noches que despertaba por sus pesadillas, Montse corría para calmar a Amaru y pueda dejar atrás esos recuerdos tormentosos.


Un domingo que Montse estaba con Amaru, Thierry había viajado por trabajo. Montse en casa compartiendo con Amaru, le pregunto.



---Amaru ¿Quiénes son los MACH'AY QAWAQ?


Siempre los mencionas en tus sueños.



Amaru en silencio por unos segundos, empezando agarrarse de las manos nervioso. Respondió:



---Son historias de mi pueblo y yo creo en mis sueños que es verdad y por eso tengo miedo, a esas historias.



---Entiendo Amaru, pero lo que sueñas, no debes tener miedo, ¡Ya estás aquí! las historias de tu pueblo aquí no existen, ya no debes tener más miedo hijo mío, y si quieres preguntarme algo o que te ayude algo ¡confía en mí!


---Está bien mamá, pero solo son historias de mi pueblo y solo me daba miedo. No te preocupes mamá Montse.


--- Hijo cada vez que quieras contarme algo, cualquier duda y miedos que tengas, comparte conmigo, quiero que tengas toda esa confianza en mí.


Prometo hacer todo lo posible por ayudarte y comprenderte.


--- ¡Gracias mamá! yo sé que poco a poco dejare de tener esas pesadillas.



Montse era una madre llena de amor y pureza, dedicada a Amaru, siempre tenía el deseo de adoptar un hijo, su forma de pensar era, porque tener un hijo, si hay muchos niños huérfanos que desearían tener la oportunidad de un hogar y una familia.


Su esposo de Montse era estéril, así que fue un motivo mayor para adoptar un hijo. Amaru, siempre tenía esas pesadillas, pero cada vez menos frecuentes.


Había días que lloraba en su habitación, extrañaba mucho a su hermano y sus padres.


Cada vez sus rostros eran más vagos y eso era lo que más tristeza le daba...


Que los rostros de su familia cada vez se iban perdiendo.


Sentía que sus raíces se le perdían poco a poco y más miedo tenía, que tal vez llegara el día que no recordaría nada de su pasado.


Amaru ya con 16 años empezó escribir un cuaderno, ahí tenía escrito los nombres de sus padres, de su hermano, de Illa por si algún día olvidaba hasta sus nombres, el pueblo de donde había nacido, porque sentía que cada vez se acordaba menos de sus orígenes.


No tenía ni fotos de su familia, para su recuerdo.


Con los años acabo la secundaria y empezó a estudiar en la universidad Arqueología, era una carrera donde él se desenvolvía muy bien y sentía que acercaba mucho a sus raíces.


El, venia de una cultura donde sus creencias se conservaban en tradiciones.


Era un estudiante muy destacado, disciplinado, sus orígenes muy místicos, que se acercaba mucho a la percepción y el estudio de la arqueología.


Amaru dominaba ya 4 idiomas, sus padres orgullosos de lo que Amaru se había convertido, una persona de bien, muy preparado, muy amoroso y agradecido con ellos.


Montse a los pocos años había adoptado a una niña africana y era la hermana menor de Amaru.


Era la nueva alegría de Montse y Thierry, porque ya Amaru era todo un joven y ya pronto se haría independiente.


Amaru, feliz con su hermana y sentía que su familia, llenaba ese vacío, que su niñez había perdido.


Cada vez que llegaba Amaru a casa su hermana Ilatu, corría a él, a abrazarlo.


Ilatu la habían rescatada de una tribu, donde las mujeres la casaban desde muy niñas y la poligamia era normal, era huérfana de padres, porque las enfermedades eran muy comunes allá, la pobreza muy extrema, la tuberculosis y el cólera mataba mucha gente, Montse llego a ese país y la pudo rescatar a tiempo, porque su destino iba ser sometida a las leyes religiosas de ese país.


Era una niña bendecida al llegar a manos de Montse.


Una familia unida y que se esforzaba mucho por dar todo a sus hijos.


Cada vez que podían compartían todos, Amaru contaba historias de sus recuerdos vagos de su pueblo.


Las travesuras que hacía de niño y el mundo distinto que era comparado a su hogar. Que el campo era el mundo de la diversión y travesuras de un trio inseparable. Cada vez que contaba eso, él se sentía feliz de que no olvidaba su pasado y era la mejor manera de traer a sus seres queridos las imágenes de sus rostros y sus recuerdos.


En uno de esos relatos, mencionó a Illa y le dejo esa intriga de querer saber de ella, su fiel compañera que estuvo en muchos momentos juntos con Quyllur y él.


Entro esa nostalgia y deseos de querer volverla a ver y si tal vez había cambiado por completo su rostro, si tal vez se acordaba de él, como él se acordó de ella.


Le quedo esa duda en su mente y su corazón.


Amaru Auqui y los guardianes de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora